Ésta nueva serie de Narcos incluye a un ex General venezolano, la mafia de los González, un Gobernador de La Guajira, a Marquitos Figueroa y al Ñeñe Hernández, asociados todos para presionar y comprar los votos con que eligieron a Duque Presidente en 2018.
El ex General venezolano Cliver Alcalá llegó a Nueva York el pasado viernes 27, en un avión de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), en calidad de testigo protegido luego de haberse hecho pública su vinculación a esa Agencia. Él llevaba viviendo en Barranquilla más de dos años, desde donde organizaba ataques armados contra el Gobierno de Venezuela, luego de ser retirado y degradado de sus Fuerzas Armadas.
Emparentado con la poderosa mafia de La Guajira
Las relaciones de Alcalá con las mafias colombianas datan de principios de la década del 2000, cuando repartía utilidades con los narco paramilitares de La Guajira, quienes monopolizan el contrabando de gasolina y alimentos de origen venezolano, donde camuflan el tráfico de cocaína; el ex General ejercía en ese entonces como comandante de una de las Brigadas destacadas en el Estado Zulia.
Desde esa época estuvo asociado con el hacendado Pirela, uno de los parientes y socios de Hermágoras González Polanco alias “Gordito González”, el principal capo guajiro, responsable de numerosas masacres contra la etnia Wayúu, como la de Bahía Portete, que perpetraron junto a Jorge 40, entre el 18 y el 20 de abril de 2004, donde mataron a más de 12 indígenas.
La fusión del militar venezolano con la mafia la consumaron el 13 de mayo de 2012, cuando Alcalá se casó con Marta González [1], una de las sobrinas del “Gordito González’.
Marta es hermana de Lucy, la ex pareja del Ñeñe Hernández, quienes a su vez son primas hermanas del Peco González [2], también miembro del mismo Cartel y socio del Ñeñe, éste vive en EEUU (protegido por la DEA), Peco era el hombre que le debía 1.000 millones de pesos al prestamista Carlos Rodríguez, deuda por la que el Ñeñe mandó a matar Rodríguez, pero por error asesinaron su hijo, Oscar Rodríguez en 2011.
La Embajadora en Rusia y el Banco del Clan Char
En La Nueva Prensa el 22 de marzo el periodista Gonzalo Guillén revela que el Ñeñe Hernández, en su investidura de narcotraficante de la región de La Guajira y miembro de la organización de Marquitos Figueroa, mantenía estrechas relaciones con el Clan Char, de la Costa Atlántica, a quienes el país les puso el ojo luego de las declaraciones de Aída Merlano, en las que fueron señalados de comprar votos para la elección de Duque.
El Ñeñe obtuvo un crédito de Serfinansa, el banco de los Char, por un millón 158 mil dólares, en 2010 para comprar ganado vacuno. En 2010, la Junta Directiva de Serfinansa estaba compuesta por: Jabib Char Abdala, Antonio Char Chaljub, José Manuel Carbonell Gómez, Hernando Rodríguez Rozo, Álvaro Jesús Cotes Mestre y Farid Char Abdala [3].
Hay que recordar que al Ñeñe Hernández le interceptaron el teléfono durante la investigación por el asesinato de Oscar Rodríguez, lo que permitió conocer miles de conversaciones que demuestran como una asesora legislativa del ex presidente Uribe la Caya Daza, hoy fugitiva de la justicia, le ordena al Ñeñe comprar votos para Duque en junio de 2018.
Las interceptaciones también revelan que la Caya Daza conversa con el Ñeñe, sobre el envío de carne a Rusia, negocio que Hernández ejecutaba con participación de la Embajadora de Colombia en ese país, Adriana Castro; en el audio el Ñeñe dice que ella está manejando toda la parte financiera de su empresa, al tiempo con su cargo diplomático [4].
En el 2019 las investigaciones de la Policía revelan que el Ñeñe Hernández tenía negocios y sociedades con las firmas de Armando de Jesús Gnecco Vega, alias ‘Mandarino’, jefe de sicarios de Marquitos Figueroa, con Bibiana Bacci García, esposa de Francisco ‘Kiko’ Gómez, narcotraficante y ex gobernador de La Guajira por el Partido Cambio Radical y también con Marcos Figueroa Britto, hijo de Marquitos Figueroa.
Por último se conoce información de las relaciones del Ñeñe con la Gobernadora del Atlántico Elsa Noguera de La Espriella, esposa de Juan Carlos Hernández Lucarini, narcotraficante y heredero de los dominios de Mejía Múnera [5] alias ‘el mellizo’ o ‘Pablo Arauca’, jefe paramilitar del Bloque Vencedores de Arauca de las AUC y miembro del Cartel Los Nevados.
¿Qué es la Guerra Híbrida?
Para el Gobierno de los EEUU existen dos tipos de narcos, los buenos son sus vasallos y los malos son aquellos que se les apartan un poco de sus órdenes, por ejemplo, el ex presidente Uribe es de los primeros, junto al ex General Cliver Alcalá y el finado Ñeñe Hernández; mientras que la lista de los segundos la encabeza el finado General Noriega de Panamá, con el otrora jefe de los narco paramilitares del Norte de Colombia, alias Jorge 40, extraditado a los EEUU.
James Mattis, un ex General de EEUU, conocido como el Perro Rabioso en la Guerra del Golfo (1991), que llegó a ser Secretario de Guerra de Trump, en 2005 explicaba que una Guerra Híbrida es la combinación de la guerra irregular y la asimétrica en el conflicto actual, en el cual los Estados intervienen de manera directa o delegando su actuación a agentes domésticos o proxies, terroristas, redes criminales o contratistas militares privados; en las que usan fuentes de financiación provenientes de actividades legales y delictivas en estrecha colaboración con el crimen organizado. [6].
La tesis de Mattis sirve para entender por qué el Ñeñe Hernández tenía Visa para entrar a los EEUU, además explica por qué el Peco -uno de los capos del cartel de la cocaína de La Guajira- ahora vive cómodamente en los EEUU, y también responde la pregunta de por qué la DEA salió al rescate del ex General Alcalá, reconocida figura de este mismo cartel.
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[1-2] Los nexos de Clíver Alcalá y el ‘Neñe’ Hernández. Caracol Radio, 28-03-2020.
[3-5] ‘Ñeñe’ Hernández tuvo crédito de los Char por US$ 1.1 millones de 2010 y fue socio de la esposa de ‘Kiko’ Gómez y de un hijo de ‘Marquitos’ Figueroa. La Nueva Prensa, 22-03-2020.
[4] “Affaire” “Ñeñe”-Daza-Cadena, hecatombe política. El Espectador, 18-03-2020.
[6] Citado en la Revista Ejército de España, número 927 de junio de 2018.