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El gobierno chileno dividido por voto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Fuentes: Argenpress.info

La definición del voto chileno por el sillón latinoamericano vacante en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) entre Venezuela y Guatemala, divide a la gobernante Concertación Democrática y amenaza con convertirse en un problema de política interna para Michelle Bachelet. Bachelet, quien ha dejado entrever un respaldo a la candidatura de Venezuela […]

La definición del voto chileno por el sillón latinoamericano vacante en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) entre Venezuela y Guatemala, divide a la gobernante Concertación Democrática y amenaza con convertirse en un problema de política interna para Michelle Bachelet.

Bachelet, quien ha dejado entrever un respaldo a la candidatura de Venezuela al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dijo hoy que ‘la votación de Chile se conocerá sólo antes de la votación, en octubre próximo’.

Destacados dirigentes políticos de la Democracia Cristiana (DC), como su presidenta la ex canciller Soledad Alvear y el presidente del Senado, el ex mandatario Eduardo Frei, se muestran como férreos opositores a Venezuela.

‘Venezuela está en una posición distinta y diametralmente opuesta a las posturas tradicionales que tiene Chile y, desde el punto de vista de América Latina, soy contrario a la intromisión en los asuntos internos de los países, y veo que Venezuela no aporta a la comunidad latinoamericana’, dijo Frei el miércoles.

En los socialdemócratas del Partido Por la Democracia (PPD) prevalecen dos posturas, la de apoyo al gobierno caribeño y la de un voto de abstención en la elección que tendrá lugar probablemente el 16 de octubre próximo.

Mientras, en el Partido Socialista (PS) de la presidenta Bachelet, el respaldo al presidente Hugo Chávez es casi unánime.

‘En nuestro caso, la propia Comisión Política ha solicitado el respaldo de la presidenta a la postulación de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU’, dijo el senador socialista Alejandro Navarro.

‘Esta posición se funda en el alto interés de Chile en fortalecer el proceso de confluencia de América del Sur y en razón de que con Venezuela tenemos una agenda bilateral amplia y positiva en los ámbitos comerciales, energéticos, políticos y culturales’, agregó.

Hasta hace unos meses, el tiempo parecía el mejor aliado de Chile, que buscaba una fórmula de consenso, según afirmaba el propio canciller Alejandro Foxley.

Sin embargo, el reciente apoyo de MERCOSUR a Venezuela y la soterrada campaña de Estados Unidos por Guatemala, han terminado por convertir la elección en una suerte de plebiscito regional entre Caracas y Washington, enfrentados en una disputa creciente.

En ese sentido, no sorprendió a nadie que la mandataria chilena agendara esta semana sendas reuniones con el presidente Hugo Chávez y la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice en el marco de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.

Finalmente Chávez y Bachelet acordaron suspender la reunión para evitar suspicacias en relación al tema.

Estados Unidos ha manifestado abiertamente su posición contraria a un eventual apoyo de Santiago a Caracas.

División en la coalición y dentro de los partidos

Chile es uno de los países de la región donde más discusión pública ha suscitado la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Las opiniones a nivel doméstico están divididas de tal forma que han provocado inesperadas alianzas entre la oposición derechista y algunos dirigentes oficialistas, pero la fractura no sólo se remite a los partidos, de hecho dentro de los mismos conglomerados no hay una sola opinión.

Mientras la mayoría de la DC se manifiesta contraria a Venezuela, el embajador en Caracas, el democratacristiano Claudio Huepe fue amonestado hace un tiempo por la Cancillería por manifestarse a favor del país caribeño.

En el PPD ocurre otro tanto, destacando las opiniones encontradas entre el senador Guido Girardi, partidario de la abstención, y el presidente del conglomerado Sergio Bitar, un cauto partidario de Chávez.

También los socialistas enfrentan algún grado de fisura dado el sorpresivo llamado al abstencionismo que hizo público el senador Jaime Naranjo.

Improbable voto a Guatemala

Con todo, resulta bastante improbable que Santiago se incline por Guatemala, dicen políticos locales.

‘El actual gobierno guatemalteco, encabezado por Oscar Berger, envió tropas a Irak para apoyar la invasión de Estados Unidos, pese a que eso fue cuestionado por la propia ONU y que, por cierto, Chile rechazó en el mismo Consejo de Seguridad, cuando era canciller la misma Soledad Alvear’, dijo Navarro, presidente de la bancada socialista en el Congreso.

‘¿Qué seguridad de independencia nos da Guatemala al interior del Consejo donde Estados Unidos es uno de sus miembros permanentes?’, agregó.

La política exterior chilena en estos seis primeros meses de Bachelet enfrenta además no pocos desafíos: la tensión energética con Argentina, que parece no resuelta del todo; las expectativas de las conversaciones con Bolivia, tema marítimo incluido, y la ratificación postergada del Tribunal Penal Internacional.