El Sistema Informativo Radial Patria Libre del ELN, SINPAL, presenta, la reciente entrevista que a su director concedió el primer comandante del ELN Nicolás Rodríguez B. referida a la paz en Colombia. Pregunta: Comandante Nicolás, según su opinión, ¿por qué no fructifica la paz en Colombia? Respuesta: Porque un proceso de paz requiere que las […]
El Sistema Informativo Radial Patria Libre del ELN, SINPAL, presenta, la reciente entrevista que a su director concedió el primer comandante del ELN Nicolás Rodríguez B. referida a la paz en Colombia.
Pregunta: Comandante Nicolás, según su opinión, ¿por qué no fructifica la paz en Colombia?
Respuesta: Porque un proceso de paz requiere que las partes tengan una política de paz y el gobierno no la tiene o mejor, solo tiene una política de guerra. Una política de paz implica que las partes se reconozcan en su carácter y ello permite llegar a acuerdos.
Si hablamos del presente, el gobierno niega que en Colombia exista un conflicto interno y da a la oposición política y particularmente a la insurgencia, el calificativo de terroristas, aplicando la receta trazada por EE.UU en el gobierno de Bush, con ella se niega la posibilidad de un proceso de paz exitoso porque sencillamente se desconoce a las guerrillas su verdadero carácter insurgente.
P: Cree usted que en esas circunstancias vale la pena seguir insistiendo en la paz como propósito que termine con la guerra.
R: Sin la menor duda, el ELN es y será reiterativo en la urgencia de acordar la paz y a eso nos referimos cuando insistimos en buscar una salida política al conflicto social y armado en Colombia.
P: El gobierno habla de buscar la paz y el ELN también, donde están las diferencias?
R: Las diferencias saltan a la vista; para el ELN la paz es justicia social, democracia y soberanía, es consenso social, es el derecho de las mayorías hoy conculcado.
Un proceso de paz obliga a las partes a examinar todas las causas que han originado este gravísimo conflicto y buscar soluciones reales a ellas, en un proceso alejado de la intervención extranjera. Cualquier proceso que se emprenda sin esas premisas, fracasa, es lo que ha pasado.
Por su parte el gobierno considera que las organizaciones que mantenemos el alzamiento en armas, somos grupos terroristas con quienes no se puede negociar sino destruir militarmente y si se negocia, es para que se desmovilicen, entreguen las armas y por supuesto renuncien a sus ideales. Son posiciones diametralmente opuestas y en esas condiciones cualquier esfuerzo fracasa porque la insurgencia colombiana no va a renunciar a su carácter, propósitos, ni a su historia.
P: ¿Quién interrumpió los diálogos del ELN y el Gobierno?
R: Recapitulemos para ser precisos; por acuerdo de las partes, el presidente Chávez ofició como facilitador en ese proceso de diálogos entre el ELN y el gobierno de Uribe, pero en un arranque de prepotencia guerrerista, Uribe acabó con la facilitación del presidente venezolano y de esa manera truncó el proceso e interrumpió la mesa. Pero además en ese momento, el proceso estaba en un momento muy crítico cuando el gobierno de Uribe, le exigió al ELN «localizarse e identificarse» para poder hacer, según el gobierno, «un proceso efectivo de verificación».
Dicha estrategia, la siguió sustentando el ex comisionado de paz, Luís C. Restrepo, unos meses antes de renunciar a dicho cargo.
Con esas dos posturas, el gobierno cerró la mesa de diálogos con el ELN.
P: Si las cosas son de esa magnitud, ¿cómo puede avanzar un proceso de paz en la Colombia de hoy?
R: Estamos convencidos que la paz es una urgencia y nos sentimos seguros de interpretar en ello, el sentir popular, de sectores medios, de intelectuales y muchos compatriotas que piensan que la guerra no es la salida.
Reconocemos como parte importante de ese esfuerzo, a varias organizaciones e instituciones, de colombianos y colombianas por buscar salidas de paz para Colombia; con ellos podemos tener diferencias puntuales sobre el tema, pero el que nos una el anhelo de buscar la paz, es razón suficiente para que el ELN las valore y se disponga a un dialogo directo y fructífero con ellas en la búsqueda de dichos caminos.
Con la organización, «Colombianos y colombianas por la paz» hemos iniciado un intercambio epistolar, aspiramos a pasar de ese nivel a intercambios más directos. Pero no solo ellos serán nuestros interlocutores, estamos interesados en conversaciones directas con todos los colombianos que vean la urgencia de la paz como futuro de Colombia.
Mire usted, la paz en Colombia es además una obligación constitucional y el ELN reconoce que incluso algunos sectores de la clase política, también tienen disposición a luchar por ella, razón por la que perfectamente pueden ser interlocutores del ELN, pensamos además, que ellos deben integrarse al clamor de las mayorías en materia de paz, esto requiere enfrentar la estrategia guerrerista y mafiosa del uribismo que lo lleva a calificar de aliados del terrorismo a todos lo que no comulgan con su estrategia.
P: ¿El ELN ve importante el aporte de la Comunidad Internacional?
R: Ese aporte, más que importante, es indispensable, no podemos olvidar que el conflicto colombiano ha traspasado las fronteras y causado daño a sus vecinos, de otro lado las políticas guerreristas del gobierno colombiano son una seria amenaza para pueblos y gobiernos del continente, nosotros hemos afirmado, que Colombia hoy, es para América, lo que Israel para el Oriente Medio.
Por estas y otras razones, pueblos, gobiernos, instituciones y muchas personalidades de América y el mundo, quieren aportarle a la paz de Colombia. Todos ellos nos merecen respeto y valoramos altamente su disposición. También con todos ellos nos disponemos a un amplio intercambio, para concretar esfuerzos por la paz de Colombia, que es parte de la paz del mundo.
P: ¿Quiere decir usted Comandante que debe pensarse en un tratado de paz?
R: Exactamente ese es un gran objetivo, un verdadero tratado de paz, solo que para lograrlo, se requiere un proceso de unidad o convergencia de todos los que estamos de acuerdo que la paz es un imperativo, que sin ella no hay futuro y que esa paz plantea una urgencia, la derrota política de quienes encarnan hoy el guerrerismo y que encabeza el presidente Uribe.
P: Finalmente Comandante, ¿estaría dispuesto el ELN a sentarse de nuevo a una mesa con el gobierno de Uribe?
R: Hemos dicho en varias ocasiones y lo ratificamos que en materia de paz, ni tenemos temas vedados ni nos negamos a hablar con nadie, el ELN tiene una política de paz clara, amplia y sólida aprobada en sus Congresos y tenemos la suficiente entereza para desarrollarla y defenderla, solo que para eso se requiere voluntad de la contraparte, y es ahí donde está el problema.