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El gobierno paga a los países del CARICOM por su voto en la OEA

Fuentes: Rebelión

Según información periodística dada a conocer en estos días, Chile ha comprometido un inédito aporte de un millón de dólares a los países del turismo caribeño «para incrementar su desarrollo». Nunca antes nada de esta naturaleza ha ocurrido con ningún país, excepto en el caso de desastres. Dadas las urgentes y grandes necesidades sociales que […]


Según información periodística dada a conocer en estos días, Chile ha comprometido un inédito aporte de un millón de dólares a los países del turismo caribeño «para incrementar su desarrollo». Nunca antes nada de esta naturaleza ha ocurrido con ningún país, excepto en el caso de desastres. Dadas las urgentes y grandes necesidades sociales que tiene Chile, uno de los países con las mayores y más vergonzosas inequidades socio-económicas en el continente según ha denunciado reiteradamente la Iglesia Católica, este «aporte» resulta incomprensible e impresentable.

Como botón de muestra, considérese, por ejemplo, el hecho de que más de 102.000 niños chilenos trabajan en condiciones inaceptables, según un reciente estudio de la OIT, la Universidad ARCIS y el SENAME.

Por otra parte, los países del CARICOM cuya principal fuente de ingresos es el turismo, poseen una infraestructura hotelera y turística envidiable para cualquier país latinoamericano, especialmenter Chile, de modo que eso de que el millón de dólares chileno tiene por destino «incrementar su desarrollo» es una excusa mal inventada.

Bajo estas circunstancias, la única interpretación posible de dicho «aporte» es que el gobierno chileno estaría pagando a los países del CARICOM por el voto que emitieron a favor del candidato chileno a la Secretaría General de la OEA, José Miguel Insulza –un voto que fue gestionado personalmente, con múltiples viajes oficiales, por el Canciller chileno de la época y el ex Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar.

Desde luego, un millón de dólares no es nada para los países del CARICOM, pero da para una buena repartija entre aquellos a quienes hay que untarles y devolverles la mano.

También daría para mucho en cualquier programa social chileno y, por tanto, el «aporte» en cuestión constituye una desvergüenza sin nombre.

El país definitivamente requiere una explicación pública y transparente, pero como a nadie le importa un bledo, ningún medio — con la excepción de www.elclarin.cl/ — se ha hecho eco de nada. De seguro que incluso hay quienes se sienten orgullosos de tener un país que es capaz de donar graciosamente «para incrementar el desarrollo» de los «pobres» países caribeños, nada menos que un millón de dólares, ¡un signo más de lo bien que está la economía chilena!