Tanto desde la prensa colombiana como la española, el gobierno venezolano ha tenido que sufrir todo tipo de embestidas por su política de desarrollo de los medios de comunicación públicos. La tesis neoliberal defendida por los medios de ambos países es la habitual de que debe ser el mercado el que determine qué grupos pueden […]
Tanto desde la prensa colombiana como la española, el gobierno venezolano ha tenido que sufrir todo tipo de embestidas por su política de desarrollo de los medios de comunicación públicos. La tesis neoliberal defendida por los medios de ambos países es la habitual de que debe ser el mercado el que determine qué grupos pueden disfrutar de una licencia de emisión de televisión o de radio. Por eso me ha resultado muy irónica la columna del 1 de marzo de la periodista Salud Hernández-Mora, corresponsal en Colombia del periódico español El Mundo y columnista del colombiano El Tiempo, en este último diario.
Bajo el título El rico de Caracas, abordaba el proyecto del gobierno Uribe de conceder una nueva licencia de televisión. La periodista comienza su artículo de opinión afirmando que «si antes parecía una locura entregar un tercer canal por subasta, ahora es un suicidio». La razón, según ella, no es otra que de entre los tres principales aspirantes -Prisa, Planeta y Gustavo Cisneros- el que más posibilidades tendría es éste último y a través de él «se nos puede colar el sátrapa». Por sátrapa entiende a Hugo Chávez, ya se sabe que al presidente venezolano se le puede insultar con impunidad. Dice la hispanocolombiana que «Hugo Chávez necesita un canal comercial atractivo para lavarnos el cerebro. Y Cisneros no tendrá el menor reparo en hacerle el trabajo». De modo que aquí tenemos a los defensores del libre mercado argumentando que esa opción tampoco sirve si por esa vía lograse una televisión un empresario al que acusan de cercanía a Chávez.
No es la primera vez que Salud Hernández-Mora, otrora prologuista de autobiografías de paramilitares [1] , aplica el doble rasero en su discurso. Quien no deja de acusar de Chávez de quererse apropiar del poder por el mero hecho de que los venezolanos le puedan volver a votar, cuando se trataba de Alvaro Uribe afirmaba en 2006:
Yo creo que la reelección es normal en cualquier parte del mundo y si bien, en Colombia pues nunca se ha dado y la gente piensa que puede haber abusos desde el poder, yo creo que la gente no es idiota, y si un presidente lo hace mal no es reelegido y si piensan que lo hace bien lo reeligen. Otra cosa es que al cabo de dos años del segundo mandato, la gente se arrepiente, pero eso le pasa a muchos, aunque sea sólo un mandato. Porque a veces uno vota y se arrepiente, yo creo que está bien la reelección, porque la gente tiene derecho a reelegir a quien consideren que ha sido bueno.
El ideario de las firmas de la derecha es bastante sencillo, sólo quieren que posean televisiones y candidaturas los suyos, si no es así, no hay ni libertad de expresión ni democracia.
[1] Salud Hernández-Mora prologó la autobiografía del paramilitar Carlos Castaño