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Secretos de la caja electoral de Bachelet

El insólito Sr. Rosenblut y su geógrafo Martelli

Fuentes: Punto Final

Jorge Rosenblut Ratinoff, 62 años, ingeniero industrial y empresario, presidente del holding italiano Enersis desde noviembre de 2014, y Giorgio Martelli Robba, geógrafo, «operador político» de profesión según él mismo se ha definido, aparecen como dos de los principales captadores de dinero para financiar irregularmente -desde el año 2005- a cercanos colaboradores de las campañas […]

Jorge Rosenblut Ratinoff, 62 años, ingeniero industrial y empresario, presidente del holding italiano Enersis desde noviembre de 2014, y Giorgio Martelli Robba, geógrafo, «operador político» de profesión según él mismo se ha definido, aparecen como dos de los principales captadores de dinero para financiar irregularmente -desde el año 2005- a cercanos colaboradores de las campañas presidenciales de Michelle Bachelet Jeria y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Rosenblut, especialista en crear redes de contactos y apoyos, fue convocado por Edgardo Boeninger el 13 de febrero de 1990 para integrarse como jefe de la División Interministerial del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), que dirigió el mismo Boeninger desde que Patricio Aylwin asumiera como mandatario el 11 de marzo de ese año. «Mirar a Boeninger era maravilloso. Entre reunión y reunión, se paraba al baño para refrescarse. Yo hoy hago lo mismo. No puedo no hacerlo, es una cuestión que ya está en mi ADN», declaró Rosenblut a la revista Capital hace algunos meses.

En la Segpres conoció al que hasta ahora es uno de sus más grandes amigos: Ricardo Solari, en ese momento subsecretario y uno de los principales dirigentes del llamado «tercerismo» socialista. Poco después Rosenblut ingresó al PPD, donde estableció férreos vínculos con Guido Girardi, actual senador que controla gran parte de ese partido. También le tocó trabajar con la economista y experta en energía Vivianne Blanlot, a quien conoció cuando era funcionaria del Banco Interamericano de Desarrollo y él laboraba en el Banco Mundial, ambos en Estados Unidos.

Al promediar 1992, la administración Aylwin empezó a analizar la posibilidad de traer gas natural desde Argentina. Como asesor de Boeninger, Rosenblut viajó a Buenos Aires y lo hizo junto a Blanlot, jefa de gabinete del ministro presidente de la Comisión Nacional de Energía, Jaime Tohá. En ese periodo Rosenblut también estrechó lazos con el subsecretario de Economía, Jorge Marshall, y con el subsecretario de Hacienda, Jorge Rodríguez Grossi.

 

EN EL GOBIERNO DE FREI

Al cambiar el gobierno y llegar a La Moneda Eduardo Frei Ruiz-Tagle, éste lo nombró subsecretario de Telecomunicaciones. En ese cargo logró sacar adelante el multicarrier tras una dura negociación con CTC, Entel y Telex Chile. En esa tarea hizo sus primeros contactos con el mundo empresarial. Luego, Frei lo designó subsecretario de la Segpres, cuando el ministro era Genaro Arriagada, quien poco después empezó a manifestar su descontento por el «exceso» de iniciativa de su subsecretario y en especial por sus contactos con la empresa privada. Meses más tarde Arriagada fue reemplazado por Juan Villarzú, que decidió mantener a Rosenblut en el cargo.

«Entonces comienzan a multiplicarse en algunos medios los reportajes sobre los top ten y los ‘Frei boys’, que exaltaban la presencia de ejecutivos de entre 30 y 45 años en cargos claves del gobierno, con alta competencia técnica, liberales, postmodernos, cosmopolitas, sin prejuicios con el empresariado, sin atavismos con las ideologías, pragmáticos, rápidos, voraces. Se trataría de un grupo transversal, a cuya cabeza se identifica a Rosenblut», cuenta el periodista Ascanio Cavallo en su Historia Oculta de la Transición .

Edmundo Pérez Yoma, ministro de Defensa, reaccionó indignado contra Rosenblut y pidió su salida. También apuntó contra Pablo Halpern, el jefe de comunicaciones de Frei. En los días siguientes la colonia israelita acusó a Pérez Yoma y al subsecretario de Obras Públicas, Guillermo Pickering, de hablar en diversos ámbitos sobre una «troika judía» integrada por Rosenblut, Halpern y el gerente general de Corfo, Eduardo Bitrán.

El escándalo escaló cuando el presidente del PPD, Jorge Schaulsohn, denunció «expresiones racistas» desde el gobierno, mientras Rosenblut efectuaba declaraciones a la prensa sobre Pérez Yoma. Allí se colmó el vaso, Villarzú le quitó el piso a su subsecretario y Rosenblut debió abandonar el gobierno en noviembre de 1996.

 

NEGOCIOS EN MIAMI

En 1997 Rosenblut creó la consultora Desarrollo de Proyectos Estratégicos. En 2000 apostó por el negocio inmobiliario en Miami. Fue fundador y socio de Archiplan USA, donde estaban los socios de Archiplan Chile -Raimundo Onetto y Jaime e Ignacio Hernández-,además de Patricio Kreutzberger, hijo mayor de Mario Kreutzberger (Don Francisco); el argentino Manuel Grosskopf y el empresario de origen cubano Pedro Martin. Juntos desarrollaron proyectos inmobiliarios por más de mil doscientos millones de dólares.

En enero de 2005 Girardi presentó a Rosenblut con la entonces candidata presidencial, Michelle Bachelet. Poco después el ingeniero asumió la tarea de recaudar entre los empresarios amigos fondos para esa campaña electoral. «(…) claramente cuento con grandes amistades en el mundo privado: Jorge Errázuriz, Juan Claro, Horst Paulmann, Lázaro Calderón, Andrónico Luksic, Pablo Yrarrázaval, Roberto Angelini y tantos otros», reconoció en noviembre pasado a la revista Capital .

La distribución de los fondos recolectados por Rosenblut la asumió el geógrafo Giorgio Martelli, dirigente del PPD, muy cercano también al senador Girardi. Martelli creó las sociedades que se necesitaban para facilitar el tráfico y destino del dinero, y organizó asimismo la contabilidad del comando de Bachelet.

 

RIPLEY Y EXPANSIVA

El 29 de junio de 2005 la multitienda Ripley informó que su asesor estratégico desde 2003, Jorge Rosenblut, asumía como nuevo director de la compañía. Rosenblut ya era presidente de los directorios de Chilectra y Smartcom. Además, representaba a la compañía canadiense SunLife en el directorio de AFP Cuprum y ocupaba la vicepresidencia de Terra Group en Miami.

Paralelamente, Rosenblut se involucró en un movimiento orientado a conseguir cuotas de poder político. Fue un factor relevante en Expansiva, donde se reunieron muchos de sus amigos y compañeros de generación: Andrés Velasco, Eduardo Bitrán, Pablo Halpern, Jorge Marshall, Daniel Fernández, Pilar Armanet, Vivianne Blanlot, José Luis Ramaciotti, entre más de 70 integrantes. Cuatro de ellos llegarían a ser ministros en el primer gobierno de Michelle Bachelet.

Además, tras la victoria de Bachelet, Rosenblut decidió invertir en Chile y creó en noviembre de 2007 GMZ Comunicaciones, asociado con Carola Zúñiga, ex periodista de El Mercurio , casada hoy con Felipe Morandé, ex ministro del presidente Sebastián Piñera; y Valentina Giacamán Hazboun, la histórica asesora comunicacional del grupo Penta. El «lanzamiento» de GMZ fue hecho público por los dueños de Penta -Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano- en la cena anual del grupo con la prensa. No sólo expresaron sus cumplidos a la nueva compañía, sino que se confirmaron como sus primeros clientes. La estrecha amistad de Rosenblut con los controladores de Penta data desde 1999, cuando Rosenblut asumió -hasta 2005- como representante de la canadiense SunLife en el directorio de Cuprum, AFP propiedad de «los Carlos».

 

LA CAJA ELECTORAL DE FREI

En 2009, para la campaña presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Rosenblut asumió otra vez un papel decisivo, aunque más discreto. Martelli, en cambio, fue protagonista principal: el geógrafo estuvo involucrado en dos sociedades vinculadas a personeros del comando de Frei, una de las cuales facturó por «trabajos de campaña».

Esta vez los recaudadores estuvieron encabezados formalmente por Francisca Contreras, pero en realidad eran Gonzalo Mehech; el abogado de la Fundación Frei, Pedro Yaconi, casado con una sobrina de Frei; el abogado Cristián Quinzio; y el geógrafo Giorgio Martelli, quien -según decían- los asesoraba externamente.

Los encargados de pedir ayuda a los empresarios fueron Rosenblut, que ya era el presidente de Chilectra; Máximo Pacheco Matte, presidente ejecutivo de la empresa brasileña International Paper, actual ministro de Energía; y, Jorge Awad, en aquel tiempo presidente de LAN y más tarde presidente de la Asociación de Bancos.

En 2010 Rosenblut afirmó que se había marginado de los negocios inmobiliarios en Miami. En Chile seguía vinculado a Chilectra, donde más tarde fue director y presidente por nueve años y luego estuvo otros cinco años encabezando Endesa, la principal generadora de energía eléctrica del país. Poco antes, cumplió un papel clave para introducir en el sector privado a los máximos ejecutivos españoles de Endesa que desembarcaron en Enersis a finales de los años 90, consiguiendo el control del grupo.

El 28 de abril de 2011 Ripley incorporó a su directorio cuatro nuevos nombres para los próximos tres años. Ellos fueron Gustavo Alcalde, ex presidente de la AFP Provida; Felipe Morandé, ex ministro de Transporte; Débora Calderón, hija de Marcelo Calderón, dueño de Johnson’s; y, Verónica Edwards, vicepresidenta de Adimark y esposa del dueño de la encuestadora, Roberto Méndez. Otros siete ejecutivos se mantuvieron en el directorio de Ripley. Ellos eran Felipe Lamarca, presidente, casado con una hermana de Carlos Alberto Délano; Michel Calderón, hijo de Alberto Calderón; el ex ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán; el ex gerente de finanzas de Ripley, Hernán Uribe; Jorge Rosenblut; Andrés Calderón y Sergio Henríquez, ex ministro de la Vivienda en el gobierno de Frei Ruiz-Tagle, luego presidente de Correos de Chile durante la primera administración de Bachelet y más tarde presidente de la Casa de Moneda.

Al directorio de Ripley también volvió -en abril de 2014- Laurence Golborne, quien había renunciado al directorio en 2010 para asumir la cartera de Minería. El ex candidato presidencial de la UDI por 107 días y a senador por Santiago Oriente, también está involucrado en el escándalo de los dineros irregulares pagados por Penta para supuestas labores políticas de la UDI y otros políticos de la derecha.

 

FIANCIANDO LA CAMPAÑA

DE BACHELET

En 2012 Rosenblut nuevamente se sumó a la tarea de recaudar fondos para la campaña electoral de Bachelet, aunque con mayor disimulo. Su meta fue conseguir entre cinco y siete millones de dólares apelando a sus buenas relaciones con el empresariado. Se sabe que se reunió con Julio Ponce Lerou, presidente de Soquimich, y que desde esa compañía empezaron a fluir dineros para la campaña de la candidata de la Nueva Mayoría y para quienes trabajaban en ella. Se ignora con quiénes más se reunió Rosenblut, pero todo indica que estableció contactos con la familia Calderón, dueños de Ripley; con el grupo Angelini, a través de sus empresas Copec S.A., Celulosa Arauco, Constitución S. A. y Cruz del Sur S.A., en 2012, antes de que fuera adquirida por el grupo Security; también se reunió con ejecutivos de Alsacia, una de las empresas concesionarias del Transantiago y con la familia Saieh, dueños de Corpbanca, entre otros.(1)

Giorgio Martelli, en tanto, asumió un papel mucho más protagónico, utilizando algunas de sus sociedades y creando otras que sirvieron para emitir boletas y facturas a las empresas donantes y luego distribuir esos fondos en la pre-campaña de Bachelet, en la campaña propiamente tal y entre las personas que en ellas trabajaban. Especial preocupación tuvo Martelli en financiar a los miembros de la denominada G90, un grupo de jóvenes militantes del PPD agrupados en torno a Rodrigo Peñaillo, el hombre fuerte de la campaña de Bachelet cuyo futuro se veía refulgente.

En la estructura financiera del comando se creó en 2013 la Sociedad Marketing Asesorías y Eventos Limitada, Somae, que inició actividades en el SII en abril de ese año y que en 2015 aún registra emisión de facturas. Sus socios fundadores, el ingeniero Jonny Heiss, hoy coordinador de tecnología del Ministerio de Educación, y el administrador público José Luis Sepúlveda, director del Instituto de Gestión Pública de la Universidad Central, eran muy cercanos al comando de la campaña de la candidata de la Nueva Mayoría. El primero de ellos presidía la junta de vecinos de Tunquén, donde Michelle Bachelet tiene una de sus casas de descanso.

Martelli pidió, además, que algunos colaboradores del comando, varios de ellos integrantes de la G90, emitieran boletas y facturas para cubrir no sólo los gastos de la campaña, sino también parte importante de los ingresos de los colaboradores de la actual presidenta de la República.

Rosenblut, entretanto, llegó a la presidencia de Enersis, donde hoy se desempeña codo a codo con otro de sus buenos amigos, Daniel Fernández, ex presidente del Metro, de TVN y del proyecto HidroAysén, impulsado por Endesa y el grupo Matte.

El 21 de abril último, rodeados de una decena de asesores y ejecutivos, Rosenblut y Francisco Starace, presidente de Enel, la estatal italiana propietaria de Enersis y Endesa, llegaron a las oficinas del ministro de Energía, Máximo Pacheco, para darle a conocer sus planes en Chile y en la región.

Poco antes, el 1º de abril, Rosenblut fue nombrado, además, director de la Fundación Imagen Chile, que preside el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.

 

LAS GRANDES LIGAS

Hoy, Rosenblut está en las grandes ligas de los negocios y la política. Enel, su mandataria, contrató al ex presidente de España, José María Aznar, como asesor en sus estrategias comerciales en América Latina y en España, donde el presidente de Endesa es Borja Prado Eulate. Este último también preside Mediobanca, primer grupo financiero e industrial italiano. Prado y Florentino Pérez, ex presidente de Real Madrid, son cabeza del gran grupo económico español integrado por la familia March, Isidro Fainé -de La Caixa-, Rodrigo Rato -de la Caja Madrid, Sacyr- y el financiador de casi todos ellos, Emilio Botín.

Un hombre fundamental en la llegada de Rosenblut a la presidencia de Enersis fue, nuevamente, el senador Guido Girardi. Cuando estaba vacante el cargo, tras la renuncia de Pablo Yrarrázaval, Girardi afirmó al diario La Segunda que no sabía si Rosenblut sería elegido, pero que podía encarnar muy bien la mirada que Francisco Starace, presidente de Enel, quiere imprimir a la compañía. Girardi habló de su cercanía con Starace, clave en la decisión final. «A Starace lo conozco desde hace tiempo y nos une la afición por la astrofísica. El participó en la construcción del centro astronómico Paranal», dijo al vespertino de Edwards.

Los viejos amigos de Rosenblut también siguen prosperando. A fines de los años 2000, los Kreutzberger y la familia Calderón Volochinsky, controladora de Ripley, estaban liderando el mercado inmobiliario peruano, a través de la empresa Imagina, e impulsaban a lo menos diez proyectos en los residenciales barrios limeños de San Isidro y Miraflores. Entre 2004 y 2007, Imagina había construido más de 600 mil metros cuadrados en Chile, Perú y Miami, invirtiendo más de 300 millones de dólares.

Martelli, por su parte, no sólo trabaja en las campañas electorales de la Nueva Mayoría. También ofrece los más diversos servicios a municipios desde Arica a Magallanes. PF pudo examinar contratos y órdenes de compra con al menos treinta municipios, desde 2009 hasta ahora.

 

 

 

(1) El comando de Bachelet declaró al Servel haber gastado en la campaña 5 mil 377 millones 125 mil 100 pesos. Esto es más que todo el resto de los candidatos presidenciales. De esa suma 1.405.681.423 pesos provenían de aportes reservados. El PS declaró haber puesto mil millones y la candidata consiguió un crédito de 2 mil millones en el BancoEstado. (N. de PF).

 

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 828, 15 de mayo, 2015

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