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Se inicia en Estados Unidos el proceso contra la guerrillera de las FARC-EP acusada de narcotráfico

El «juicio» contra Sonia

Fuentes: ANNCOL

Se inicia el juicio contra Sonia, la guerrillera de las FARC-EP, en los Estados Unidos. José María Carbonell nos analiza la ignominiosa historia de su extradición, firmada por Uribitler después de que Sonia se negó a acusar al Secretariado Nacional de las FARC de ser narcotraficantes, como pretendían fraudulentamente los agentes de Estados Unidos y […]

Se inicia el juicio contra Sonia, la guerrillera de las FARC-EP, en los Estados Unidos. José María Carbonell nos analiza la ignominiosa historia de su extradición, firmada por Uribitler después de que Sonia se negó a acusar al Secretariado Nacional de las FARC de ser narcotraficantes, como pretendían fraudulentamente los agentes de Estados Unidos y el gobierno colombiano.

El imperio continúa arrogándose el derecho de juzgar a los revolucionarios del mundo etiquetándolos de ‘narcotraficantes’ y ‘terroristas’. Hoy inicia el juicio contra Sonia, la guerrillera de las FARC-EP.

Una historia ignominiosa

La extradición de Sonia a los Estados Unidos estuvo enmarcada en la ignominia. Ella estando prisionera de las fuerzas ‘del orden’ oficiales fue llevada a un submarino en alta mar, sometida a tortura y chantaje para que aceptara testificar contra los miembros del Secretariado Nacional de las FARC-EP y no ser ‘extraditada’ como premio por tal acto de traición.

Ante la respuesta digna de la guerrillera de las FARC, la administración narco-paramilitar de Uribitler firma la extradición de Sonia a Estados Unidos, respondiendo como fiel vasallo a la orden de su amo imperial. Sonia es entonces extraditada a Estados Unidos bajo los cargos de ‘tráfico de cocaína’, un embeleco que ni los mismos gringos se creen porque ellos saben ciertamente que quienes manejan el tráfico de cocaína y heroína son sus propias agencias de la DEA y la CIA y la mafia de la Casa de Nariño.

Esta extradición fue realizada con pleno conocimiento de causa por el narco-para-presidente Uribitler, quien sabe que para ello tuvieron que adulterar la identidad de Sonia para que respondiera al nombre de una narcotraficante solicitada en extradición por Estados Unidos. Son las maniobras ‘legales’ de un régimen profundamente corrompido, que ha hecho de la mentira, la adulteración y el manejo mafioso de la cosa pública, su ‘forma’ de hacer ‘política’.

El perdón a narcotraficantes y asesinos

La corrupción del régimen narco-paramilitar de Uribitler es tal que mientras extradita a Sonia y Simón Trinidad por motivos políticos, adelanta un ‘proceso’ de perdón y olvido de los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por las bandas de narco-paramilitares comandadas por los Carlos Castaño, Salvatore Mancuso, Hernán Giraldo, Ramón Isaza, ‘Jorge 40’, ‘Don Berna’, etc, etc, así como legalizarles sus enormes fortunas derivadas del narcotráfico, la expoliación de tierras a campesinos e indígenas, de la extorsión a comerciantes, ganaderos y agricultores, en fin, actividades delincuenciales todas.

Sadam Husein fue condenado a la horca por orden del gobierno de los Estados Unidos por el asesinato de 180 personas -estaba inmerso en otros procesos-, pero en Colombia permiten que el narco-paramilitar presidente Uribitler adelante los sainetes de Ralitos, con la OEA a bordo, para legalizar el narco-paramilitarismo como parte de la ‘institucionalidad’ burguesa del estado colombiano.

Solamente Salvatore Mancuso tiene acusaciones por el asesinato a MotoSierrazos y machetazos ‘Mochacabezas’ de 2.500 personas, civiles indefensos, inermes, que no participaban de la confrontación armada contra el Estado colombiano.

¿Cuántos asesinatos tienen los capos de las bandas narco-paramilitares? ¿Cuántos asesinatos de civiles son responsabilidad del Estado que adelante su Terrorismo de Estado? ¿Cuántos son responsabilidad de los presidentes colombianos? Según cifras extraoficiales, la violencia desatada desde el Estado contra los colombianos desde 1964 arroja casi 150.000 muertos y 5’400.000 desplazados internos. Solamente durante la administración de Andrés Pastrana fueron asesinados más de 28.000 colombianos, víctimas de desaparición forzada, asesinatos selectivos y masacres, adelantados bajo el Plan Colombia.

Durante la primera administración de Álvaro Uribe (Uribitler) Vélez fueron asesinadas ‘fuera de combate’ 11.082 colombianos, según informó el Observatorio de Derechos Humanos, bajo el sucedáneo del Plan Colombia, el llamado Plan ‘Patriota’, hoy fracasado.

El pueblo no olvidará

El pueblo colombiano no olvidará esta afrenta a su dignidad y a su soberanía cometida por Uribitler. En su momento aplicará verdadera justicia contra los que han anegado con su sangre inocente el suelo patrio. Sólo en una Nueva Colombia será posible aplicar verdadera justicia y ella emanará del verdadero poder popular, el único soberano.

Mientras, acompañamos la lucha digna, altiva, revolucionaria, de Sonia en los estrados judiciales de los Estados Unidos, y estamos seguros que al igual que a Simón Trinidad en su primer juicio, el pueblo de Estados Unidos sabrá encontrar la verdad entre la maraña de mentiras, falsedades y adulteraciones que adelanta la Fiscalía estadounidense y el estado colombiano.

La cárcel no doblega el espíritu indomable de los verdaderos revolucionarios y ella se convierte en la nueva trinchera de lucha por la construcción de un mundo mejor, de una Nueva Colombia. Nuestras mujeres han sido fundamentales en la lucha por nuestra liberación: Manuela Beltrán, Policarpa Salavarrieta, Manuelita Sáenz, María Cano, Yira Castro, Nidia Erika Bautista, son apenas ejemplos que llegan rápidamente a mi memoria. Sonia escribirá páginas gloriosas por cuanto es la primera mujer, guerrillera, que enfrenta las políticas de los halcones estadounidenses en sus propios estrados.

Además estamos seguros que ella será repatriada de una u otra manera: por el derrumbamiento de la conspiración contra ella por parte de la Fiscalía estadounidense y el estado colombiano, o como producto del Canje o Intercambio Humanitario. No desesperéis, que todo tiene su momento…

«¡Vuela, paloma, que tú sabes volar!»