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El Juntos Podemos Más: Ideas para la izquierda necesaria

Fuentes: Crónica Digital

¿Qué esperar del nuevo tiempo político que vive Chile? Todo lo que podemos lograr con nuestra propia acción. ¿Qué esperar de la izquierda en construcción? Todo lo necesario para hacer política de mayorías. En la historia de la izquierda chilena escrita en letras grandes, la izquierda de Recabarren, Allende, Gumucio y Gladys, la izquierda de […]


¿Qué esperar del nuevo tiempo político que vive Chile? Todo lo que podemos lograr con nuestra propia acción. ¿Qué esperar de la izquierda en construcción? Todo lo necesario para hacer política de mayorías.

En la historia de la izquierda chilena escrita en letras grandes, la izquierda de Recabarren, Allende, Gumucio y Gladys, la izquierda de las transformaciónes nacionales y de la incorporación de su fuerza a la identidad profunda del Chile contemporáneo. Hubo una ecuación compleja y difícil que trató siempre de ser bien resuelta: audacia en la lucha por ampliar los horizontes emancipatorios, responsabilidad política en la acción para preservar lo mucho, o lo poco, alcanzado. Esta ecuación fue buscada por el Juntos Podemos Más, al menos hasta el 11 de diciembre del año pasado.

Casi dos años atrás, el 13 de diciembre de 2003, veintitrés organizaciones sociales y políticas constituyeron un Movimiento Político Social que al mes siguiente se bautizó como el Poder Democrático y Social (Podemos).

Con generosidad e inteligencia, el movimiento fue sumando a nuevos actores. Buscamos una política que desde la radicalidad y la crítica, propusiera, asumiendo el desafío de expresar la representación creciente de anhelos colectivos, de ampliar el horizonte de sus propios fines buscando la expresión de contendidos mínimos para llegar a acuerdos máximos. Eso permitió incorporar la mayor red de voluntades y alianzas posibles en casi tres décadas.

El avance en las luchas sociales y una nueva subjetividad con vocación de poder se instaló nuevamente. La adhesión electoral de más de medio millón de chilenos al Juntos Podemos en la elección de concejales de 2004 expresó la lucidez de este camino.

Este ciclo de avances y retrocesos se cierra el 11 de diciembre pasado, en la elección presidencial.

El Juntos Podemos Más,-instancia que unió a los sectores del Juntos podemos y otros sectores sociales y políticos-, es la suma de la izquierda del voto nulo, de la abstención y sin duda, como hecho político concluyente, en forma mayoritaria, del voto condicionado por Bachellet contra la ultraderecha.

Somos la expresión de todo aquello y quien desee retrotraer el camino avanzado, autoasignándose la exclusividad de esta identidad plural, niega la esencia del proyecto.

Detrás de este debate hay una reflexión urgente. Pensamos que la izquierda necesaria enfrenta dos tentaciones a evitar.

En primer lugar, como prioridad política y ética fundamental, aquella que pretende convertir el vicio neoliberal en virtud democrática y progresista. La que ha reducido la política a un simulacro, convirtiendo los anhelos de cambio social en el deslavado acto asistencial de ir apilando a la vera del camino los muertos y heridos que deja el modelo. Miles de luchas y voluntades sinceras se han extraviado en esta opción. Para decirlo más claro. ¿Qué esperar de Michelle Bachelet?, sólo lo que podamos obtener con nuestra lucha y movilización.

Pero también debemos tener cuidado, de manera fraternal y dialogante, con la tentación de una política testimonial. Ella está siempre presente en el gesto de cualquier fuerza crítica y alternativa, y puede convertirse finalmente en inhibitoria de la acción política.

Más de una vez estos años hemos convertido nuestro trabajo en una fuga hacia el monólogo, en el rito de hablar al mundo mirándonos al espejo. Cuidado con inmolar la posibilidad de construir un gran movimiento político a manos de la urgencia infantil por rendir culto a nuestros propios mitos. Los costos de aquello no sólo los han pagado nuestras militancias, los ha pagado básicamente la gente de Chile, nuestra gente.

Hacer política para la transformación social es también a veces desentenderse de uno mismo, ir mas allá de la asamblea del puñado de convencidos y entrar en diálogo y sintonía con cientos de miles, con millones, también significan e interpretan la política.

Nuestra incapacidad para salir unidos del dilema de la segunda vuelta no nos puede inhibir para mirar lo evidente: Quienes votamos contra la ultraderecha en la segunda vuelta hemos aportado a una conversación nacional donde los ojos del país miran hacia la izquierda, hacia nuestra izquierda.

Los contenidos programáticos elementales de nuestra lucha presidencial y parlamentaria están ahí, puestos de manera relevante en el debate nacional, disputando el sentido común de millones y tensionado hasta el límite las incoherencias y falsos discursos del modelo y sus políticos.

La desigualdad estructural y la pobreza, la crisis del sistema de pensiones, el fin de la exclusión entre otros temas relevantes fueron bandera de lucha del Juntos Podemos Más. Ir mas allá de estas demandas, convertir lo mínimo en máximo creciente hoy sólo depende de nuestro esfuerzo e inteligencia. Debemos desplegar energías para retomar el avance junto a esa mayoría social realmente existente.

Esos millones que sufren el maltrato y para quienes está pensado nuestro compromiso y servicio. Algunos de ellos han adherido a este proyecto, pero la mayoría, aunque nos duela, todavía no han votado por nosotros y como queda claro, menos aun anularon su voto.

Una propuesta elaborada en función de legítimos fines políticos nunca es terrible. Y como siempre la política y la vida misma son una posibilidad y un riesgo.

Retomar el camino del Juntos Podemos Más, es reivindicar la validez de un organización/movimiento que ha sumado a la lucha a todas y todos los descontentos y esperanzados, atento a su metas y no a sus propias imágenes; preservando lo construido, trabajando desde la vida cotidiana en las tareas de la reparación al daño neoliberal y la articulación global de las luchas y las miradas.

Volver a la correcta ecuación entre responsabilidad y audacia es la tarea urgente de una fuerza que es parte de la historia de un Chile profundo, escrito en letras mayúsculas.

– Iván Cabezas Meléndez es periodista y académico chileno. Miembro de la Comisón Política de la Izquierda Crisatiana y del Consejo Editorial de Crónica Digital.