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El líder opositor Carlos Gaviria afirma que «es muy difícil lograr un proceso de paz con Uribe de presidente»

Fuentes: Yvke

Para el líder del partido opositor colombiano, Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria, es vital un nuevo jefe de Estado que descongele la hostilidad y no obvie la pobreza y la discriminación. En sus palabras, Washington debe servir de «mediador» y retirar el Plan Colombia

El ex candidato a la Presidencia de Colombia y líder del Polo Democrático Alternativo (PDA), Carlos Gaviria, considera que durante el Gobierno de Álvaro Uribe será «muy difícil» pensar en la posibilidad de un proceso de paz, que acabe con el conflicto armado que vive el país desde hace medio siglo.

«Colombia sigue un rumbo completamente equivocado», sentenció Gaviria, dirigente del principal partido opositor en Colombia, en una entrevista en Madrid, donde aseguró que su postura crítica no tiene que ver con el hecho de estar en la oposición, sino que está en la oposición «al ver que el país marcha de esa manera».

Colombia «tiene un statu quo muy injusto, falto de equidad, en el que los sectores están excluidos de los beneficios sociales», sentenció el líder de la izquierda, y agregó que el Gobierno «consolida» ese estado de cosas «con el pretexto de derrotar a los grupos alzados en armas».

Para Gaviria, quien participa esta semana en Madrid en un Seminario sobre la paz en Colombia, los colombianos, «temerosos y cansados con el estado de violencia que impera desde hace tiempo», le dieron «carta blanca» al presidente Uribe, quien prometió derrotar militarmente a la guerrilla.

Para Gaviria, la explicación para que Uribe continúe en el poder y piense en un tercer periodo presidencial, es «una especie de retro-alimentación» con la guerrilla en virtud de la cual «ambos se necesitan». «Si la guerrilla ya se hubiera acabado, Uribe no podría estar pensando en una reelección», sentenció Gaviria, quien asegura que el conflicto que el Gobierno de Colombia niega «sigue vivo» y esa es la coyuntura que Uribe aprovecha para proponer un nuevo periodo presidencial.

Para el dirigente del Polo Democrático, «es evidente» que en Colombia hay varios grupos guerrilleros y paramilitares y que hay una «guerra» entre ellos y el Gobierno, aunque insiste en que «a Uribe le interesa negar la existencia del conflicto porque de esa manera reduce la guerrilla a meros terroristas» y en ese esquema -señala- puede aplicar su filosofía contra el terrorismo, en la que «todo vale».

En sus palabras, «estamos presenciando la guerra pero Uribe dice ‘eso no es guerra, créanme a mí’. Porque, a su juicio, a partir de esta premisa el actual presidente de Colombia obtiene ventajas, «especialmente una muy cruel».

En relación al «canje de prisioneros» que exige la guerrilla al Gobierno, el ex candidato a la Presidencia de Colombia aseguró que más que eso, debería haber un acuerdo humanitario «que alivie los efectos tan crueles del conflicto» y dentro de ese acuerdo acordar «un intercambio de prisioneros y de guerrilleros».

Asimismo, piensa que, en tales circunstancias, «muchas personas que han perdido su libertad de manera ilegítima la recobrarían» y, además, «si los interlocutores se reconocieran, se podría empezar a hablar de temas distintos al acuerdo humanitario y de la manera de terminar el conflicto».

Acerca de la relación entre Colombia y el Gobierno de Estados Unidos, Gaviria considera que el conflicto colombiano «podría acabar más rápido y de manera menos cruenta» si Washington sirviera de «mediador, en lugar de continuar con el Plan Colombia.

Para Gaviria, es necesario un método que no sea la guerra, y que cuente con el apoyo de Barack Obama, al tiempo que estimó la necesidad de un nuevo presidente colombiano que «descongele la hostilidad, y que no niegue las raíces del conflicto, que son pobreza, miseria y discriminación.

Para culminar, Gaviria señaló que la manera más raZonable de acabar con el conflicto colombiano sería tomando en serio la Constitución de 1991; asumir una actitud de mayor apertura frente a los grupos alzados en armas; «y dejarles sin banderas materializando y universalizando los derechos económicos y sociales».