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El marxismo traicionado

Fuentes: Rebelión

Desde principios de la Revolución de Octubre, está ya nació traicionada porque se basaba en un “marxismo traidor” y no en el pensamiento de Marx.

Carlos Marx ha sido muy criticado, y lo sigue siendo, pero, generalmente, ésta crítica Marx fue, y sigue siendo dirigida, al “marxismo” traidor del pensamiento de Marx. Aunque generalmente quienes realizan este tipo de crítica piensan que se la está haciendo a Marx y no al “marxismo” traidor.  Hay conceptos del pensamiento de Marx que fueron como casi profecías por ejemplo la acumulación del capital en muy pocas manos, algo insospechado en aquellos tiempos pero que hoy todo el mundo conoce. Otras ideas eran, y son, clarividentes, indiscutibles e irrefutables como es el caso de la plusvalía, de la usura, o el de la explotación del hombre por el hombre. Al pensamiento de Marx no se le puede considerar ni perfecto ni completo, pero fue una acertada crítica al capitalismo. Pese a todo adolecía de dos grandes imperfecciones:

a. Era mecanicista e industrialista. Le parecía que en la vida solo existía producción industrial y comercio. Tenía una concepción demasiado materialista y le faltaba algo de poesía. 

b. Su visión del mundo capitalista era incompleta y parcial.

En su acertado análisis del modo de producción y comercialización capitalista se fija sólo en tres elementos, que están relacionados con los mercados, que son necesarios considerar, pero que no son suficientes porque existen otros cuatro mercados que también son determinantes.

Un gran acierto suyo fue que realizó una potente crítica a la sociedad capitalista, la veía como un gigantesco estómago nutrido por tres insumos en forma de mercado: el “mercado de mercancías”, el “mercado del dinero” y el “mercado del trabajo”[i]. Efectivamente, al capitalismo le resultan tan indispensables como a todo ser vivo respirar. Pero no mencionó, o al menos en estos aspectos fue muy parco, los mercados: “mercado de comunicación”, “mercado del conocimiento”, “mercado del poder” y “mercado de la energía”.       

Los mercados que aparecen en negrita son los clásicos de los que nos habla carlos Marx; los que aparecen en cursiva no tanto.

Tampoco tuvo una consideración, o al menos sólo tangencialmente, en cuanto el impacto ecológico del consumismo-productivismo (tan capitalista) sobre la biosfera. Claro que el término Ecología creado por Ernest Haeckel en el año 1869, en los 14 años que desde entonces siguió viviendo Carlos Marx no llegó atener gran difusión. Sin embargo si que se les puede atribuir unos embrionarios pinitos ecológicos.

En efecto, Hay que recordar algo demasiado olvidado, pero que oportunamente nos lo recuerda en un artículo Joaquín Sempere:

“Marx y Engels fueron conscientes de un problema que preocupó a muchos científicos y estadistas del siglo XIX: la pérdida de nutrientes de las tierras agrícolas en un momento de crecimiento demográfico, y de la irracionalidad metabólica que suponía la existencia de grandes ciudades que importaban de los campos muchos alimentos pero no retornaban los nutrientes a la tierra, sino que los evacuaban hacia los ríos, contaminándolos, y derrochando un recurso de gran valor. La ruptura de la circularidad de los nutrientes ponía en cuestión tanto la viabilidad económica a largo plazo de la agricultura capitalista como la viabilidad ecológica de las grandes ciudades”[ii].

El Estado Soviético, en sus inicios se proyectó a modo de una sociedad marxista y anticapitalista que se proponía la liberación del proletariado y la construcción de un comunismo libertario en donde se superaría el dominio del Estado. Ahora bien, según los “marxistas”, para llegar a la fase de este tipo de comunismo ideal, antes habría que pasar por la dictadura del proletariado con el fin de impedir los ataques del poderoso enemigo capitalista. Hasta aquí todo parecía aceptable, pero muy pronto llegó la traición. Muy pronto esta dictadura del proletariado se convirtió en una dictadura sobre el proletariado, ejercida por una “aristócrata burócrata obrera”. Pero peor aún, la mayor traición fue que enseguida comenzó a funcionar como un autentico capitalismo, un “capitalismo de Estado”, al que también se suele llamar “socialismo real”. Surgieron jerarquías y una elite todo-poderosa, no perfecta, pero que actuaba como si lo fuera, con sus rígidos planes quinquenales; todo esto llevó a producir grandes desastres y cataclismos colapsantes. El primero fue la estandarización de la agricultura, que incluyó la mecanización extensiva el obrero agrícola, y la nefasta revolución verde. También se originaron otros grandes problemas ecológicos como el gran desastre del


[i] Carlos marx, “El Capital” (Critica a la economía política), Tomo Primero, sección Segunda: “Transformación del dinero en capital”. Ediciones Venceremos la Habana. 1962, págs. 110 y siguientes.

[ii] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247588&titular=el-ecologismo-de-marx-