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El movimiento de mujeres y el estudiantil se suman a la resistencia nacional colombiana

Fuentes: Insurrección

La desastrosa situación colombiana agudizada cada vez más por las medidas arbitrarias del Fondo Monetario internacional, articuladas al neoliberalismo con sus nefastas acciones represivas, viene generando por parte de los sectores de nuestra población, una mayor necesidad de organización e incorporación activa y beligerante a las jornadas de protesta que se convocan. De igual manera […]

La desastrosa situación colombiana agudizada cada vez más por las medidas arbitrarias del Fondo Monetario internacional, articuladas al neoliberalismo con sus nefastas acciones represivas, viene generando por parte de los sectores de nuestra población, una mayor necesidad de organización e incorporación activa y beligerante a las jornadas de protesta que se convocan.

De igual manera se han desarrollado importantes eventos de carácter nacional e internacional, tal como el sucedido en la ciudad de Barrancabermeja (Santander), en el nororiente colombiano.

El pasado 3 de octubre representantes de 15 países se dieron cita en la capital petrolera de Colombia y realizaron el Seminario-encuentro Internacional «Construcción de paz desde las mujeres», acontecimiento organizado por la Organización Femenina Popular, (OFP), con el ánimo de seguir consolidando un movimiento social de mujeres contra la guerra en Colombia.

Durante tres días sesionaron e intercambiaron experiencias teniendo como escenario una ciudad sometida al paramilitarismo agenciado y estructurado por un gobierno de corte neoliberal, que de diversas maneras ha venido desolando esta ciudad, como todos los lugares de nuestra geografía nacional.

La OFP ha aprovechado la dimensión del seminario para dar a conocer una importante investigación que han titulado «Afectos y efectos de la guerra en la mujer desplazada», testimonios desgarradores de miles de mujeres que han tenido que sufrir en carne propia, la hórrida pesadilla de un país sometido a la guerra sucia.

Entre las mujeres que asistieron al seminario se destacaron las delegaciones de las Madres de la Plaza Mayo de Argentina, el Grupo las Dignas, de El Salvador, la organización «Nuestras Hijas de Regreso a Casa» de México, también hubo representantes de Palestina, Paraguay, Perú, Guatemala y otros países.

Cabe resaltar la participación de 169 representantes del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), procedentes de 9 regiones, quienes denunciaron el despojo de sus territorios y cómo el presidente Uribe Vélez les viene arrancando a sus hijos, hermanos, esposos, para incluirlos dentro de la guerra.

Las representantes del mundo se solidarizan con las mujeres colombianas y manifiestan que no solo las une el dolor que causa la presencia de tantos asesinatos, desplazados, desaparecidos, la penalización de sus resistencias, sus luchas contra el modelo neoliberal, el TLC, si no que también las une, con más vehemencia, la vitalidad que debe caracterizar la lucha por la Vida y contra la violencia.

Este gran seminario internacional tuvo como cierre una multitudinaria marcha que se denominó «Movilización de la Luz por la vida, en contra de la guerra». Es importante el alto nivel de compromiso que vienen adquiriendo las mujeres colombianas. Su histórico papel revolucionario las convida permanentemente a asumir con más decisión las riendas de una lucha que ya no da espera.

Abrigamos la certeza que las conclusiones emanadas del seminario se conviertan en acción. Nuestro territorio necesita del concurso de todos, y sin lugar a dudas, el aporte de la mujer colombiana seguirá siempre comprometido con la paz de nuestra nación.

La Universidad Nacional también libra su batalla

El movimiento estudiantil se prepara a librar la gran batalla contra la reforma educativa inspirada en los estudios del Banco Mundial (BM), cuyo objetivo es la privatización de la educación.

La protesta estudiantil de la Universidad Nacional de Bogotá, la subsede de la misma Universidad en Palmira (Valle), al igual que la Universidad Industrial de Santander (UIS), con sede en Bucaramanga (Santander) y la Universidad del Valle en Cali, vienen desarrollando propuestas organizativas con miras a contrarrestar las medidas que Uribe Vélez pretende imponer con su mal llamada «revolución educativa».

Todos sabemos que en el último informe del BM sobre la educación (Banco Mundial y Educación, 2002) quedó definida la privatización de la educación en América Latina. Ella, también quedará a expensas de las leyes del mercado del capital financiero transnacional.

So pretexto de las limitaciones fiscales del Estado, se pretende dar al sector privado el financiamiento y la prestación del servicio de educación, fundamentalmente la universitaria.

No es gratuita la coincidencia que tiene la llamada «revolución educativa» del presidente Uribe Vélez y el Plan Global de Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia expuesto por el rector Marco Palacios, con las definiciones del Banco Mundial en esta materia.

Los estudiantes en reiteradas reuniones y concentraciones, como en las del Paro que iniciaron el pasado martes 5 de octubre, han venido cuestionando dicha reforma, argumentando que ella apunta al deterioro en la calidad de la educación.

El Plan Global de Desarrollo del rector, enfocado a la ampliación de la cobertura, la reforma al proceso pedagógico, el uso de nuevas tecnologías que despersonalicen la educación y el desmonte de los subsidios del Estado, el énfasis en el postgrado para la educación superior supuestamente para mejorar la capacidad investigativa, etc., están orientadas a corto plazo para cercenar los anhelos de la juventud que busca comprometerse con la vida política y social de su país.

Las nuevas políticas del Imperio en materia educativa apuntan a que los gobiernos de América Latina, a excepción claro está, de Cuba y Venezuela, se especialicen en preparar y capacitar mano de obra barata para el mercado laboral (la que el mercado necesite). Los sabios del Banco Mundial abren sus brazos a la juventud para que se sometan al mundo de la explotación del trabajo a destajo y de la maquila que trae consigo el TLC.

De igual manera vienen afectando a los profesores y trabajadores, pues las reformas administrativas han generado la supresión de cientos de cargos.

Sigue quitándose más «carga» al Estado a costa de lo social para invertir la totalidad de sus recursos en el financiamiento de la guerra.

Ante el inconformismo del estudiantado el gobierno ha respondido como de costumbre, con represión. La participación del movimiento estudiantil en el Paro Nacional del 12 de octubre, fue importante y esta protesta nacional se constituyó en tribuna para dar a conocer la gravedad de la situación universitaria.

Apoyamos la necesaria batalla que libran los estudiantes de la Universidad Nacional, la UIS y la del Valle, por la defensa de la educación pública, en la medida que debe estar comprometida con la ciencia y la técnica al servicio de una sociedad sin exclusiones de ninguna naturaleza.

Sin lugar a dudas el éxito del Paro Nacional es un respaldo a las luchas de los estudiantes y de los numerosos sectores sociales que a lo largo y ancho del país han unido sus voces para rechazar la reelección de Uribe, el TLC, las reformas tributarias y demás impuestas por el brutal neoliberalismo. Hasta los propios medios de comunicación han tenido que reconocer la contundencia de esta jornada de lucha cuyo carácter político es inoculable.