El escritor portugués José Saramago (Premio Nobel de Literatura 1998) afirmó en La Habana que el reclamo de extradición a Venezuela del terrorista cubano-venezolano Luis Posada Carriles es un acto elemental de justicia.Un terrorista -subrayó- tiene que ser juzgado por sus crímenes. El autor de Ensayo sobre la lucidez, quien inició una visita a la […]
El escritor portugués José Saramago (Premio Nobel de Literatura 1998) afirmó en La Habana que el reclamo de extradición a Venezuela del terrorista cubano-venezolano Luis Posada Carriles es un acto elemental de justicia.
Un terrorista -subrayó- tiene que ser juzgado por sus crímenes.
El autor de Ensayo sobre la lucidez, quien inició una visita a la isla invitado por el ministerio de Cultura, suscribió recientemente una declaración en la que relevantes intelectuales de su país se pronunciaron contra la protección de Estados Unidos a un asesino confeso.
El documento fue entregado a la embajada de Estados Unidos en Portugal, y condena el atentado gestado por Posada Carriles contra una aeronave civil cubana en pleno vuelo, frente a las costas de Barbados, en el que murieron 73 personas de diferentes nacionalidades en 1976.
El destacado escritor también rubricó, junto a otros cinco Premios Nobel y más de cuatro mil intelectuales del mundo, el «Llamamiento detengamos una nueva maniobra contra Cuba», que denunció la sucia política de Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Saramago presentará en La Habana una nueva edición de su libro El evangelio según Jesucristo, una de sus obras más polémicas y de mayor rango literario en la que, según dijo, se propuso ofrecer una imagen desacralizada, humana, de Jesucristo.
Respondiendo a una pregunta de Prensa Latina sobre su percepción de las realidades de América Latina -una región cuyas pulsaciones político-sociales ha seguido de cerca-, respondió que por fortuna se está moviendo todo, después de un largo período de crisis y letargos.
Los pobres que, en definitiva son los dueños de todo, espoleados durante siglos -resaltó- salieron a la palestra a reclamar sus derechos.
Se refirió con amargura a cómo las comunidades indígenas han sido víctimas de lo que calificó como un lento genocidio, una degradación sin límites que arrasó con sus sistemas y sus culturas.
Al abordar la situación en Europa, señaló que aún cuando ha permanecido ahí durante siglos y no hay peligro de que se hunda, resulta alarmante el aumento de la privatización en todas las esferas, al punto de que llegará el momento en que la gente se preguntará para qué sirve el Estado.
Con una trayectoria literaria caracterizada por las reflexiones sobre la historia, la política y la cultura, que emana de sus libros, a menudo suscitadoras de ardientes polémicas, con este viaje a Cuba se procura un reposo momentáneo como creador, tras concluir dos nuevos títulos: Ensayo sobre la lucidez e Intermitencia de la muerte.
Según confesó a Prensa Latina, no cree en la inspiración divina y sí en los estímulos extraliterarios que casi siempre desencadenan su mundo narrativo. A veces mis novelas pueden surgir de una ilusión óptica -dijo-, de una frase que creo haber leído en alguna parte.
Por ejemplo -citó- la idea para el Ensayo sobre la ceguera nació un día mientras esperaba en un restorán que me sirvieran la comida y de pronto me pregunté: ¿y si todos nosotros estuviéramos ciegos? Después me dije: Sí, todos estamos ciegos, no somos capaces de ver las atrocidades que nos rodean.
José Saramago sostendrá el próximo jueves un intercambio con estudiantes y profesores en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y el viernes se presentará en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas.
El sábado será su encuentro con los lectores cubanos en el tradicional Sábado del Libro, en el Palacio del II Cabo ubicado en el centro histórico de la capital, para presentar El evangelio según Jesucristo.
Nacido en 1922, a los 82 años mantiene intacta su vitalidad. Vive a medias entre su Lisboa natal -de la que no puede prescindir porque es la materia nutriente de su literatura-, y la isla de Lanzarote en España.