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El nudo de contradicciones de la Colombia actual

Fuentes: Rebelión

 Son varias y múltiples las contradicciones por las que atraviesa la lucha de clases en Colombia, que entremezcladas conforman un nudo complejo y bastante denso a la mirada superficial de cualquier observador que pretenda entender la difícil realidad colombiana actual. Sin ninguna otra pretensión diferente de aportar algunos elementos, no todos, intentaré enumerar algunos, empezando por considerar algo que apenas se insinúa en unos pocos análisis de la coyuntura, pero que constituye en centro sobre el cual gira la rueda de los acontecimientos no solo en Colombia, sino en toda la región andino-amazónica: El que hemos entrado en la fase de las elecciones presidenciales en los EEUU, las que decidirán mucho de lo porvenir: Si seguimos en la dinámica geoestratégica y económica inaugurada por Trump, o si habrán modificaciones, así sean mínimas.

De esto se deriva la segunda contradicción: La campaña electoral estadounidense, como suele suceder y ha sucedido, necesita de un “hecho de sangre” o de guerra, que motive el fervor patriótico de los electores estadounidenses. En lo que respecta a la convulsa región andino-amazónica (territorio americano para los americanos al que desde 1821 cuando fue establecido por el presidente Monroe le está prohibido entrar a cualquier otro Estado extracontinental adverso a los intereses estadounidenses) es de suponer que a medida que se acerque la fecha comicial definitiva, se precipite la tan anunciada intervención del TIAR en contra del Estado y gobierno venezolano, al que como paso previo, este 02.03.2020, el presidente Donald Trump extendió por un año el decreto firmado por el presidente Obama en marzo del 2015, que declaraba a Venezuela como amenaza inusual y extraordinaria la seguridad de Estados Unidos.

La tercera contradicción es que el núcleo duro del grupo diplomático de países creado por la diplomacia de los EEUU en Lima en agosto 2017, conformado por Chile, Argentina, Colombia, Perú, y Brasil con el fin de propiciar el cambio de gobierno en Venezuela, prácticamente se está disolviendo por los cambios de gobierno, o por las grandes dificultades internas, rebeldías y movilizaciones que tienen en jaque a los respectivos gobiernos de estos países. Además, el gobierno del presidente Maduro ha sabido rodearse de su pueblo y ejercito y ha salido fortalecido al sortear con éxito toda la serie de movidas diplomáticas para poner al autoproclamado “Guaidog” como presidente no ficticio de Venezuela; movidas que no han dado los resultados esperados, se están agotando y dejando la opción del TIAR como última opción.

La cuarta contradicción que como lo anotan los mismos medios del régimen de Colombia, la sorpresiva visita del sub presidente Duke a Trump este 02 de marzo 2020, no dio los resultados esperados en Bogotá: Trump fue tajante en ordenarle a Duke, como a cualquier lacayo, ampliar la War Drugs y la guerra química de fumigaciones: «Bueno, vas a tener que hacer aspersión. Si no haces aspersión, no podrás deshacerte de ellas. Así que hay que hacer aspersión en relación con las drogas en Colombia», aseveró el mandatario estadounidense. https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/03/02/crudo-mensaje-trump-duque-visita.html  A su vez el subpresidente Duke se limitó a solicitar más “medidas” contra el gobierno venezolano y a repetir el “libreto fake” que le habían dado previamente sobre la vinculación y alianzas de grupos narco terroristas y yihadistas con el gobierno venezolano, para que esto sirviera como base para ampliar el decreto, antes mencionado, sobre la amenaza venezolana a la seguridad de los EEUU.

La quinta contradicción Es que el aliado más fiel de los EEUU en toda la América, Colombia, ha entrado en la dinámica fatal del desprestigio y la desaprobación que ya alcanza para el mes de febrero 2020, según la encuestadora estadounidense Gallup el escandaloso e increíble 71 % de desaprobación (nadie explica cómo se sostiene ese pelele del subpresidente Duke) https://www.elespectador.com/noticias/politica/desaprobacion-del-presidente-ivan-duque-escala-al-71-gallup-poll-articulo-906733  Lo que es un reflejo del proceso anterior de alejamiento progresivo de amplios sectores de la “clase media”, vitales para el fascismo, del control electoral del de AUV/Duke tal y como lo demostró el augur del régimen Semana.com al analizar las pasadas elecciones regionales de octubre 2019 https://www.semana.com/nacion/articulo/el-uribismo-perdio-en-las-elecciones-regionales/638176

Elemento este que ha contribuido a que estos sectores se precipiten a mostrar su descontento y frustración en las calles y carreteras de toda Colombia, introduciendo la blindada Colombia (donde suceden muchas cosas, pero nunca pasa nada) en el auge de masas que se vive a nivel continental. Auge de masas que al ser reprimido por el aparato de coacción del Estado de manera brutal y fascista como son los casos de la policía y su escuadrón de muerte antidisturbios ESMAD, bombardeos a niños por la Fuerza Pública, y la Guerra Sucia “impune” del régimen desatada con el fin de controlar y volver a ejercer el control sobre estas masas que se alejan usando para ello el Terror paramilitar que produce la ejecución o fusilamiento gota a gota de lideres sociales y ex guerrilleros en proceso de reinserción, pues reactivan el desgaste del régimen, el desprestigio, el rechazo, y la frustración como cierre del circulo vicioso que ha sido develado en el último informe sobre Derechos Humanos en Colombia, presentado por la oficina de las Naciones Unidas y rechazado ásperamente por el gobierno Duke.           

  La sexta contradicción que se mezcla en sinergia y refuerza la anterior, es la imposibilidad del régimen actual de cumplir con el Acuerdo de paz de la Habana del 2016 por dos razones “esenciales” que hemos mencionado en otros artículos de opinión : Una, la principal de ellas, es que el sector  financiero agroindustrial, ganadero y terrateniente, los campesinos ricos, así como los militares y narco paramilitares que conforman las principales ruedas dentadas del Bloque de Poder dominante, quienes se apoderaron durante todo el “Uribato” de más de 6 millones de hectáreas y produjeron el destierro de 6 millones de víctimas, no están dispuestas a entregar ni un solo centímetro de la tierra despojada. Ni un centímetro. La segunda razón es financiera: el déficit presupuestal del Estado no da para cubrir los gastos que demanda la implementación del Acuerdo de Paz, así la comunidad internacional ayude con algunas dádivas puntuales. El Acuerdo de la Habana tomado en su integralidad sencillamente no es financiable por el Estado colombiano. Por eso la quejumbre de Timolíon Londoño no pasa de ser un adolorido e impotente lamento a la luna.

Pero hay una tercera razón de último momento, surgida a medida que la Jurisdicción para la paz (JEP) amplía declaraciones como por ejemplo la del General Montoya, soporte fundamental del Uribato: La oposición creciente a esta jurisdicción por parte del Generalato involucrado en las atrocidades de la guerra contrainsurgente y que ha motivado al partido del miniführer a iniciar una ofensiva mediática contra esta institución y a presentar en el parlamento colombiano un proyecto ya no para la modificación de la JEP, sino para su ELIMINACIÓN total. A lo cual hay que agregar la motivación profunda de venganza política de AUV y seguidores, contra ese “Farcsantos”. Contra ese “pacto de impunidades” del Timo-Santismo unificado.

La séptima contradicción, es y ha sido, el cáncer de la tan prolongada corrupción oficial que ha sacado a flote las declaraciones de la ex senadora Aida Merlano desde Venezuela, quien dice tener pruebas físicas y acusa directamente a AUV/ Duke de haber comprado las elecciones presidenciales del 2018, lo que ha reactivado como respuesta, el escándalo similar (a la fecha impune) de la financiación hecha por la multinacional brasileña Odebrecht de la presidencia de JM Santos.

Por último, la octava contradicción talvez la más difícil de esclarecer o diagnosticar y resolver por la cantidad tan grande de relatos explicativos que existen, es el reciclamiento del histórico conflicto social armado de colombia, el que quiérase o no,  terminará en una Solución Política Total que resuelva los tendenciosos yerros, impuestos como ordenes verticales del entonces comandante general de las FARC-EP Timolíon Londoño a su “equipo negociador” en la Habana; como pej, la eliminación de la constituyente popular amplia y democrática como mecanismo de refrendación del Acuerdo, y, la entrega apresurada de las armas al inicio del proceso de reinserción (en contra incluso de las recomendaciones de mismo Marulanda Vélez quien había  dicho siempre que las armas se entregaban al final del proceso) lo que le quitó la fuerza a la organización guerrillera  convirtiéndola en una Nada Impotente .Un menos cero a la Izquierda.