Todos los Führers, Ducces, Caudillos, Generalísimos, y demás capos del nazismo que en el mundo han sido, han tenido un muy triste final. Un ocaso otoñal ya relatado magistralmente en las diferentes versiones latinoamericanas sobre “dictadores de tierra caliente”, iniciada por Valle Inclan y seguida por Asturias, Roa Bastos, Carpentier, García Marquez y Vargas Llosa entre los más conocidos.
Hitler, ya con 56 años de edad, después de haber arrasado Europa y exterminado a los “judíos bolcheviques” como los llamaba. Acorralado por el ejército rojo, como una rata sin salida en lo que consideraba su indestructible guarida en el centro de Berlín, acompañado de sus amantes (la Eva y la esposa de Goebbels Magda) junto con la mayoría de su pandilla, se suicidó habiendo ordenado antes a sus guardaespaldas que quemaran su cuerpo y esparcieran sus cenizas al viento primaveral de Berlín aquel memorable primero de mayo de 1945. Se había hecho realidad su propia consigna nazi de «lieber tot als rot» (preferible muerto que rojo).
Mussolini, no tuvo mejor descanso. En abril del 45, ante el avance de las tropas estadounidenses en el sur italiano, pero fundamentalmente por la insurrección partisana comunista que se tomó las principales ciudades industriales del norte. Previendo el hundimiento definitivo del sangriento barco fascista y anticomunista que había organizado en Italia, como las ratas que son las primeras en saltar, abandonó su residencia disfrazado de mujer y junto con su amante la Petacci emprendieron la huida haciéndose pasar por diplomáticos españoles que iban a la neutral Suiza. Desenmascarados y capturados por los partisanos comunistas en el poblado de Dongo en el lago Como; después de un juicio sumario fueron fusilados el 27 de abril / 45. Sus cadáveres fueron llevados a Milán y colgados de las patas en la plaza suburbana de Loreto de esa ciudad. En 1957, después de ocultamientos oficiales, vueltas y revueltas, sus reliquias fueron sepultadas en la cripta familiar de la familia Mussolini en su ciudad natal de Predappio, convertida , desde entonces, en lugar de peregrinación y manifestaciones de los actuales neo fascistas italianos.
¿Y Franco? Un finalmás triste aún. El otrora triunfador de la guerra civil que gobernó con mano de hierro sobre un millón de muertos a la miserable España de la postergara. El decrépito y babeante Caudillo de 83 años de edad, sufrió en el verano de 1975. un ataque de tromboflebitis provocada por las muchas horas que pasaba “embebido” viendo la televisión. Fue hospitalizado el 9 de julio, debido a las complicaciones de sus otras enfermedades de base: parkinson, micro infartos cardíacos y gastritis hemorrágica irreversible, que obligó a una gastrectomía de urgencia. La cirugía se complicó aún más con falla renal y sepsis que lo llevaron a un estado preagónico. Sus “validos” informaban mediante el aparato mediático que controlaban, que el jefe del Estado se encontraba bien de salud, a la par que trataban de prolongarle “tecnológicamente” la vida, mientras moría muriendo. Todo indica que en la noche del 19 de noviembre de 1975, en una larga, penosa y muy sufrida agonía, el dictador que más vida quitó mientras vivía, perdió la suya. Franco fallecía ese día aunque oficialmente se dijo que había fallecido al día siguiente.
Oliveira Salazar, el dictador portugués“gemelo de Franco”, quien gobernó con hierro por 36 años a ese empobrecido país con ínfulas de continuar siendo un Imperio colonial (subsidiario por Inglaterra) a sus 79 años, a comienzos de agosto de 1968, tuvo un trauma craneano “domestico” al que no quiso prestar atención. Un mes después las cefalea persistente lo obligó a una hospitalización urgente para operarle un trombo cerebral que lo llevó a un coma, y a ser reemplazado como gobernante por el profesor Marcelo Caetano, quien a su vez, mantuvo engañado a su reemplazado Oliveira Salazar durante dos años, hasta su real muerte el 27 de julio de 1970, haciéndole creer que seguía siendo el jefe del Estado. ¡La realidad no es lo nos hacen creer!
En en Latinoamérica, es bastante conocido, comentado, analizado y recordado (cada 11 de septiembre), el caso del fascismo neoliberal (más actual) implantado en Chile, tras el asesinato del presidente Allende en 11S/ 1973, por el Generalísimo Senador Vitalicio y corrompido Pinochet, quien supera en mucho a la maravillosa literatura sobre los sanguinarios “dictadores de tierra caliente” arriba mencionados, quienes a pesar de su locura, sadismo, corrupción y dependencia de la CIA, no llegaron ni a los talones del sanguinario sátrapa chileno; cuyo deterioro y declive comienza en 1988 con la perdida del plebiscito para perpetuarse en la cúpula del Estado fascista por él creado, que lentamente y en caída libre imparable, lo llevaron hasta la cárcel en Inglaterra por asesino y corrupción, de donde fue liberado por la recordada socia sra Margatet Thatcher. En el 2000, huyendo de los múltiples procesos judiciales que en todo el globo se le seguían, regresó furtivamente a Chile en donde ya protegido por sus válidos, pudo superar varios procesos judiciales y, tras padecer varias penosas enfermedades, murió de decrepitud senil a la edad de 91 años, el 6 de diciembre de 2006, en el Hospital militar de Santiago.
Y así, llegados a Colombia donde el escándalo diario tapa el de ayer, debemos sin falta concluir este pequeño recordatorio, mencionando el ocaso otoñal del Miniführer Uribe Vélez, el “matarife del teflón” a quien al parecer la divina providencia que impedía que algún quemado se le pegara, le empieza dar la espalda, después del caso ya confirmado de la financiación de las elecciones presidenciales en Colombia por la transnacional Odebrecht, con la que se definió cuál de los más opacos y lisos ministros de Uribe, si Santos o si Zuluaga, irían a continuar el Uribato neoliberal, contrainsurgente, corrupto e impune, que se traía.
Un acumulado, al que se le sumó la declaración de varios altos oficiales del ejército colombiano, quienes confesaron en la Justicia Especial para la Paz (JEP) ser los autores de cerca de 50 casos de ingenuos e indefensos muchachos que fueron fusilados según las instrucciones del amigo condecorado por Uribe Vélez (el 07.08.2008), general Mario Montoya ( ver imagen 2) quien reclamaba ríos de sangre para ganar la guerra contra las insurgencias, y luego, en una escena montada y repetida más de 4 mil veces, vestir esos cadáveres con trajes de guerrilleros para presentarlos ante la prensa adicta como guerrilleros dados de baja en un reñido combate con las guerrillas comunistas. Victorias fáciles, que JM Santos, el entonces ministro de defensa y futuro premio nobel de la paz, de acuerdo con su innata hipocresía “banalizó”, es decir trivializó, minimizó, subvaloró, menospreció, subestimó o en castizo “ninguneó”, con el nombre de “falsos positivos”, que ahora, empiezan a tener la importancia que tienen.
Pero la faltriquera del “chalán del Ubérrimo” tiene más y le cabe más. Pej, los casos impunes del apóstol Santiago Uribe, su hermano. De las convivir. De la para-política. De la muerte “accidental” del hablador Pedro Juan Moreno. Del chantaje de testigos. De la experta en chuzadas ilegales Maria del Pilar Hurtado que dirigió el centro del terror en el DAS, entre el 2007 y el 2009, y avisada, se fugó a Panamá, donde bailaba vestida de “play-girl”. O el caso de su imagen en espejo, el arrogante Andrés Felipe Arias, que no se sabe porque razón hoy purga su abandono en una cárcel colombiana.
Y el comisionado de paz de AUV, el psiquiatra Restrepo llamado doctor ternura ¿donde se esconde de la justicia colombiana, que lo reclama por haber preparado y escenificado con gran pompa mediática, una desmovilización guerrillera completamente falsa de un frente insurgente inexistente? ¿Y Yidis? ¡La realidad la hecha por el aparato mediático adicto!
Es verificable por las fotos y por los resultados electorales, el deterioro físico, mental y político de quien hace apenas unos años, se ufanaba y vociferaba en la Europa global de ser el jefe de un «Estado de Opinión» que había organizado e institucionalizado gracias al genio político de su asesor de cabecera Joseobdulio Gaviria, el primo hermano y “mompa” de Pablo Escobar Gaviria.
A propósito, ¿cual es el papel de este oscuro y malévolo personaje en todo ese chanchullo de Odebrecht? ¿Dirán algo en la Fiscalía del Dr Barbosa?
Así las cosas, con lo recordado no es de extrañar que en Colombia como reza la letra del himno nacional compuesta por el regenerador Rafael Núñez: Empieza presentirse de la epopeya el fin. Pueda ser que la providencia, la que está abandonado a AUV, nos permita llegar a verlo.
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