En el Día Internacional de los Derechos Humanos y en la jornada 53 días desde el inicio del levantamiento social en Chile, en la Plaza de la Dignidad de Santiago fueron los ojos. Agrupados, multiplicados, trazados sobre cartón. Los ojos, la humanidad y su sentido más sagrado. La medida de la justicia, ojo por ojo, […]
Durante la tarde de este 10 de diciembre, la Coordinadora por los Derechos de los Pueblos (una articulación de colectivos, defensores de los DDHH, piquetes jurídicos, asambleas territoriales, etc.), luego de realizar un periplo por el centro de la ciudad, arribó a la Plaza de la Dignidad, ex Plaza Italia.
«Nacimos para dar respuesta a la violación sistemática de los DDHH producida por el régimen de Sebastián Piñera y de sus dos ministros del Interior, Andrés Chadwick y Gonzalo Blumel, a partir del 18 de octubre», explica Roberto Dorival, miembro de la Coordinadora y activista histórico por la lucha, defensa y promoción de los DDHH en el país.
«Creemos que el movimiento tradicional de DDHH ha sido sobrepasado por la actual coyuntura, debido a una lógica que entiende que los DDHH sólo se violan en tiempos de dictadura, no dando cuenta de que en los 30 años de democracia tutelada han continuado los abusos, la impunidad y se ha coexistido con un andamiaje dictatorial», dice Dorival y añade que «Los mismos jóvenes que apoyaron a Pinochet allá en Chacarillas por el año 1977, son ahora los que están gobernando el país. Son los civiles de la tiranía quienes continúan perpetuando la herencia dictatorial. Por eso nos apuntan a los ojos. Por eso desde el poder se aplica el método tristemente conocido en Colombia de los ‘falsos positivos’, como la aparición de cuerpos de personas calcinadas que han sido encontradas luego de cruentos incendios de grandes establecimientos comerciales y que fueron asesinadas con antelación, tal como lo demuestran los informes forenses».
Roberto Dorival indica que el Estado «se ha tornado mucho más sofisticado en sus maniobras. Para eso envió a funcionarios policiales a ‘estudiar’ fuera de Chile. Y es por ello que decimos que el movimiento tradicional de DDHH tiene que ponerse al día. Ahora bien, confiamos en que despierte y comprenda que nuestra lucha es una tarea permanente e independiente del gobierno de turno. Las administraciones de la Concertación y de la Nueva Mayoría también aumentaron los presupuestos de las policías, también facilitaron la destrucción extractivista de la naturaleza y de las comunidades en ella; también militarizaron criminalmente al Wallmapu y a la resistencia del pueblo mapuche».
-¿Cómo volver nacional la Coordinadora?
«Concentrándose en la base, en las asambleas territoriales, populares y ciudadanas. En todos los espacios que se da nuestro propio pueblo, deben surgir las articulaciones por la defensa de los DDHH. Para la actividad de hoy, Los ojos del Pueblo acusan al Estado terrorista, creamos un evento en Facebook con esa consigna. Allí pueden contactarse quienes se consideren un aporte en esta dimensión de la lucha».
En la Plaza, los manifestantes fueron duramente reprimidos. Temprano, Piñera se refirió a los DDHH haciendo un fuerte hincapié en los ‘daños’ sufridos por la policía militar y, cómo no, silenciando los resultados de las investigaciones realizadas por Amnistía Internacional, Human Rights Watch, otras entidades mundiales y todas las nacionales en orden a denunciar la brutal violencia con que el gobierno ha intentado destruir las protestas sociales.
Por otra parte, sin dejar las calles, son muchos los grupos sociales que han resuelto enmontañarse en la organización territorial, poblaciones y barrios, establecimientos educacionales y lugares de trabajo, con el objetivo de convertir la energía popular acumulada en formas superiores de articulación y resistencia.
La crisis económica global ya inicia sus expresiones en Chile mediante la caída de la inversión y el estancamiento o franca baja en todos los índices macroeconómicos. Igualmente, el Fondo Monetario Internacional recién se refirió a que la intensificación de la guerra económica entre China y Estados Unidos tendrá repercusiones especialmente negativas en las economías latinoamericanas más expuestas, como Chile y Perú. Al respecto, la economía chilena, precisamente, en materia de exportaciones e importaciones, se explica por sus lazos sanguíneos con China y EEUU, primero, luego países de la Unión Europea y, finalmente, algunas naciones de la región.
Frente a ese panorama, los sectores más atentos del movimiento popular buscan su fortalecimiento acelerado ante el despliegue de nuevos momentos de la crisis en curso que, tal como ocurre secularmente, los poderes que gobiernan pretenden que pague la inmensa mayoría social.
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