Recomiendo:
0

El paraquito en el corazón

Fuentes: Rebelión

..en memoria a H. por la persecución moral. ¿Cuál es el peligro en Colombia? El paraquito que se lleva en el corazón; Alguien, desde lo alto desde su soberbia demencia, en la geografía colombiana denunció: el peligro de tener un corazón de paraco [1] Y, nadie lo avizoró. Decía- esa horda de fascios [2] – […]

..en memoria a H. por la persecución moral.

¿Cuál es el peligro en Colombia?

El paraquito que se lleva en el corazón;

Alguien, desde lo alto desde su soberbia demencia, en la geografía colombiana denunció: el peligro de tener un corazón de paraco [1]

Y, nadie lo avizoró.

Decía- esa horda de fascios [2] – feroces con emblemas, palabras injuriosas, no son más que la vanguardia de la desolación y el pillaje político de pensamientos vacuos.

En Colombia, cada cual con su paraquito en su corazón. Unos por nacer allí y los otros, por enternecerse con ese extraño peso: la autoridad, domesticar y ser alguien. Ello aproxima el corazón.

Desocupados de clase, no miran más allá, solo sus propias palabras los entretienen en su historia. Desean ser un Pater Family, y para ello recurren a su paraquito.

Seamos sinceros,

Llamemos las cosas por su propio nombre;

Y, definamos bien las palabras bajo las cuales estamos amenazados de morir;

No hablemos del paramilitarismo, sino del paraquito que cada uno lleva en su corazón.

Estrechan lo que sea, unos de derecha y otros postrados en una posible izquierda que aún no nace políticamente. Por ello son seudos. En la seudo-izquierda colombiana- No hay rebelión de ideas, ni espíritus radicalmente nuevos. Tienen la inteligencia atrofiada, pero aseguran que está desarrollada.

Están inoculados por una sed morbosa, una necesidad animal de aplastar lo que se oponga bajo una moral de parroquia. Santurrones-mal habidos.

En un pueblo de advenedizos, nada es normal: la vida, el crecimiento, lo sueños, es una mezcla confusa de cosas enormes, grotescas y mal empleadas. Las víctimas de la historia son otros y no ellos. [3] Un pueblo necesita espíritus nuevos y nuevas forma de pensar.

Son una vergüenza políticamente hablando.

Están en todos los lados, en los rincones, asilados aun lenguaje repetitivo, con espejismo del ayer, postrándose bajo una seudo-izquierda, que aún no nace en la rebelión. No hay un espíritu nuevo, ni forma de pensar radicalmente nueva. Sin un nuevo espíritu, la catástrofe vendrá. [4]

Hablan del engendro de la represión y del autoritarismo, pero se mezclan bajo la palabra y las arterias de un meandro: el corazón de su paraquito. Imponen todo un lenguaje de sanciones, que repela, descalifica, segmenta, crea feudos, estipula que está bueno y que deja de ser malo. Un individualismo anti histórico que se manifiesta en la apropiación individual. [5]

Hoy se es revolucionario y mañana reaccionario en la palabra que amenaza, todo bajo espíritus incapaces.

Su corazón está lleno de arideces y versos libérrimos.

Con sus oídos, sordos por el rumor, acude a la vociferación, ellos llevan un paraquito…, Con sus ojos turbios por brumas de servilismo,..

No tienen vergüenza, hablando y criticando lo que su naturaleza-misma les negó: ser alguien en un tiempo, en el robustecimiento a base del espejismo del ayer; y lo peor, llevar a la horda a innumerables seres. [6]

Todos olvidados donde están y otros condenados.

No hay que envilecerse.

Respetemos al menos a los muertos- que no se haga uso de ellos.

Conservemos siquiera intacto su presencia y el territorio que nos legaron.

No traicionemos el pensamiento y la historia

No la entreguemos violada a los dialectos de un corazón paraquito.

Hay ya bastante disfraz en sus ideas, ocupemos de vestir el arlequín de la historia bien contada.

La locura megalómana de un pueblo, atacado por el delirio de grandeza del corazón de un paraquito que reposa amañadamente en esta seudo- izquierda en Colombia, quita al espíritu toda seriedad…

 

Nuestros padres, peores que nuestros abuelos, nos engendraron

a nosotros más depravados, y nosotros daremos a una progeni

todavía más incapaz»

 

Aetas perentium peior avis tulit

Nos nequiores, mox daturos

Porgeniem vitiosorem.

 

Horacio-Odas, Libro II, 6

 

 

Notas

[1] Paraco- sustantivo para designar ese espíritu represor, autoritario, violento y peligroso. Paraquito del adjetivo paramilitar.

[2] Fascios-sustantivo del laitn Fascis. Se alude en el Satiricón de Petronio– la denominación de un emblema, una señal que se distinguía. Ver los Fascios, lenguaje contemporáneo: haz , ordenanza. Ver «Italia con las camisas negras» a la época de Mussolini- Alicio Garcitoral . Ver también «Sobre el Fascismo» de Antonio Gramsci.

[3] Comencemos por ver el texto de «Masa y Poder» de Elias Canetti. Es necesario esta lectura.

[4] Para su confianza y nuestra seriedad en este dialogo, lea en detalle a Hegel y a Walter Benjamin sobre el nuevo espíritu de una época.

[5] Sr. lector le sugiero, el texto El individualismo en Gramsci y vera aún mejor la comprensión de lo pretendido.

[6] Coloque en sus lecturas, si aún no lo ha hecho: «La rebelión de las masas» de José Ortega y Gasset. Esta lectura sirve y mucho. Se avanza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.