Los estudiantes de la Universidad del Quindío, una institución publica regional, han iniciado un paro indefinido para exigir la solución de sus problemas financieros, académicos, sociales y de autonomía. Los estudiantes han elaborado y agitan un pliego de peticiones muy justo que demanda mas recursos para dicho centro de educación superior; gratuidad en las matrículas, […]
Los estudiantes de la Universidad del Quindío, una institución publica regional, han iniciado un paro indefinido para exigir la solución de sus problemas financieros, académicos, sociales y de autonomía.
Los estudiantes han elaborado y agitan un pliego de peticiones muy justo que demanda mas recursos para dicho centro de educación superior; gratuidad en las matrículas, ajustadas periódicamente por las actuales directivas; ampliación de la planta docente, sujeta a las lógicas clientelares del actual rector y sus asesores; profundizar los vínculos con los problemas reales de la sociedad; y un mejor bienestar universitario.
Las actuales directivas de la Universidad no atienden el pliego de los estudiantes con argumentos muy sofísticos para evadir su responsabilidad académica y administrativa.
Actitud que se explica en la situación de la actual Rectoría y de su cuerpo directivo, pues tal institución es un podrido feudo «vargasllerista» que corresponde a los intereses clientelares y del contratismo politiquero de Cambio Radical y sus expresiones en el departamento del Quindío.
Mas que una autoridad académica, el actual Rector Echeverri, es una descarada ficha de las redes de la politiquería local y comarcana.
Las directivas de dicho plantel gestionan sus asuntos desconociendo normas mínimas de transparencia. Recientemente hemos solicitado, mediante derechos de petición constitucionales, información sobre los procesos de contratación y de interventoría en obras publicas que adelanta el Instituto Nacional de Infraestructura en otros departamentos pero su actual Rector y asesores jurídicos se las han arreglado para bloquear y negar las peticiones legales que han sido formuladas desde las Veedurías ciudadanas organizadas en los términos de la Ley 850 del 2003 y de la Ley 1757 del 2015 sobre participación ciudadana.
El movimiento estudiantil de la Universidad del Quindío ha realizado en los últimos días importantes expresiones públicas en las vías y plazas de Armenia recibiendo el apoyo de los movimientos sociales y democráticos de la región que demandan gratuidad y calidad en la educación de los jóvenes del Departamento.
Un aspecto muy importante de la actual agitación universitaria es el rechazo al Programa «Ser Pilo paga» que termino convertido en un canal de transferencia de los dineros públicos hacia las principales universidades privadas de Bogotá, en prejuicio de las Universidades estatales y de la educación superior oficial.
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