El Secretario General del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caycedo, calificó la movilización y el paro nacional del 12 de octubre como una jornada memorable. El pueblo colombiano se ha manifestado abiertamente en contra de la política oficial y de la reelección de Álvaro Uribe. Ha sido claro el rechazo al TLC, a la seguridad democrática, […]
El Secretario General del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caycedo, calificó la movilización y el paro nacional del 12 de octubre como una jornada memorable. El pueblo colombiano se ha manifestado abiertamente en contra de la política oficial y de la reelección de Álvaro Uribe. Ha sido claro el rechazo al TLC, a la seguridad democrática, entendida como guerra contrainsurgente y represión al movimiento popular. Ha sido un claro apoyo a la búsqueda de una paz democrática y de acuerdos humanitarios. Es neto el repudio al arreglo con el paramilitarismo y a la paramilitarización de la política y de la sociedad, afirmó.
El gobierno no puede negar que sus proyectos sobre pensiones, ampliación e incremento del IVA, titulación de tierras a quienes las han usurpado con medios violentos y restricción de las garantías democráticas, como la tutela, están en la mira del descontento popular. El prestigio de Uribe se derrumba junto con su política.
Hay una pelea frontal y tajante con el modelo neoliberal militarizado y autoritario. El grave peligro es que Uribe no juega limpio. Recurre a los mismos vicios de sus antecesores en materia de politiquería y corrupción. Señala a los defensores de las libertades y de los derechos humanos como aliados del terrorismo.
No es posible concertar con Uribe. Él tampoco lo quiere.
El 12 de octubre nos hemos encontrado en las calles los opositores de todas las tendencias que creemos en la lucha de masas del pueblo. La unidad de acción en las calles no se va a detener. El paso siguiente es la unidad más amplia de quienes luchamos contra la reelección y la eternización del modelo, esto es, de los que entendemos que es necesario un cambio político, un programa mínimo democrático, de ruptura con el modelo y un gobierno pluralista comprometido con la paz, las soluciones sociales, la democratización del país y la convivencia.