Junto al monumento ubicado en Américo Vespucio, el Partido Comunista realizó una ceremonia en memoria de los tres profesionales asesinados hace 22 años por agentes del Estado. Como una forma de recordar el asesinato durante la dictadura militar de los profesionales comunistas Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, un centenar de personas pertenecientes […]
Junto al monumento ubicado en Américo Vespucio, el Partido Comunista realizó una ceremonia en memoria de los tres profesionales asesinados hace 22 años por agentes del Estado.
Como una forma de recordar el asesinato durante la dictadura militar de los profesionales comunistas Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, un centenar de personas pertenecientes al Partido Comunista se reunieron ayer en el memorial de los degollados , ubicado en el kilómetro 18 de Américo Vespucio, en la comuna de Quilicura.
El 28 de marzo de 1985, el publicista Santiago Nattino fue secuestrado por desconocidos. Al día siguiente ocurrió lo mismo con el sociólogo y funcionario de la Vicaría de la Solidaridad José Manuel Parada y el profesor Manuel Guerrero. El plagio se llevó a cabo en la puerta del Colegio Latinoamericano de Integración en Providencia, cuando Parada, que había ido a dejar a su hija, conversaba con Guerrero se desempeñaba como inspector del establecimiento. Dos días después, los tres profesionales aparecieron degollados en el lugar donde hoy se levanta el memorial de homenaje. Según el Informe Rettig, estos profesionales fueron secuestrados y degollados por personal de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar). El objetivo era perjudicar las investigaciones que desarrollaba Parada y Guerrero sobre el accionar del llamado Comando Conjunto, organismo responsable de diversas violaciones de los derechos humanos en los primeros años del régimen militar y amedrentar a los partidos de izquierda que habían optado por una estrategia militar.
CEREMONIA
La ceremonia fue encabezada por el presidente del PC, Guillermo Teillier, quien señaló que no se olvidará tan fácilmente la muerte de sus compañeros.
«No se han cerrado las heridas, es muy difícil, conocemos casos de otros países. No afecta sólo a una generación, afecta a los hijos, nietos y a todos los familiares. Mientras persista la impunidad, va a ser muy difícil que la situación cambie al respecto», explicó el dirigente comunista.