Todas las mañanas durante la semana que termina, el diputado comunista por Copiapó, Lautaro Carmona llegó hasta la entrada de la mina San José de la empresa San Esteban donde centenares de familiares esperaban el rescate definitivo de los 33 trabajadores atrapados a 700 metros de profundidad tras el derrumbe del 5 de agosto pasado. […]
Todas las mañanas durante la semana que termina, el diputado comunista por Copiapó, Lautaro Carmona llegó hasta la entrada de la mina San José de la empresa San Esteban donde centenares de familiares esperaban el rescate definitivo de los 33 trabajadores atrapados a 700 metros de profundidad tras el derrumbe del 5 de agosto pasado. El secretario general del Partido Comunista también reiteró la necesidad de ratificar el convenio 176 de la OIT, relativo a la higiene y seguridad en el trabajo minero, y sostuvo que el rescate podría iniciarse de manera anticipada.
El parlamentario alternó con los familiares directos de los hermanos Florencia y Renán Avalos, los de Víctor Segovia, Zamora Bugueño y otros.
Minutos de especial emoción se vivieron cuando se entrevistó en la carpa improvisada donde están instalados los suegros, la esposa y la pequeña hija de Carmos Mamani, el único ciudadano boliviano que trabajaba en la mina accidentada. «Señora, la saludo con especial afecto a usted, su hija y su nieta porque todos somos hermanos en este continente y más aún por la proximidad con nuestro país vecino y tan querido, Bolivia. También nos une la actividad minera y los trabajadores de acá y allá que laboran en los piques extrayendo esta importante riqueza natural», le dijo Carmona a Sabina Pacaje, madre de Berki Quispe, la esposa de Carlos Mamani quien -según ha trascendido sería uno de los primeros rescatados desde la noche del miércoles 13.
«Soy vecina de Copiapó desde hace veinte años y estamos muy agradecidos de todos los chilenos y ahora de todo el mundo que ha puesto sus ojos en este país y en la vida que llevan estos esforzados trabajadores mineros», le respondió la señora Pacaje.
Esta familia boliviana espera con entusiasmo la llegada a nuestro país del Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales, quien ha expresado públicamente su interés en estar presente en el momento del rescate de su conciudadano. «Estamos expectantes y también muy agradecidos por el respaldo recibido por el gobierno de Evo y también por el de ustedes», explicó la suegra de Mamani.
Otra mujer valiente
Entre decenas de abnegadas mujeres que han hecho la vigilia en el llamado «campamento esperanza», destaca Angélica Alvarez, esposa del minero Edison Peña. Ella fue quien leyera ante el Presidente Piñera, una carta de los familiares, solicitando al gobierno que se ocupara de los mineros de la empresa San Esteban que permanecieron en la superficie y perdieron su fuente laboral.
Así también estaba preocupada -como le manifestó al diputado Carmona- por la situación que atraviesa actualmente el minero Gino Cortés, quien sufriera la amputación de una pierna al desprenderse un planchó en el interior de la mina en julio de este año.
«Ese fue un llamado de atención que no fue atendido y que podría haber evitado la tragedia posterior», dice Angélica, madre de una pequeña que la acompaña en la carpa a la espera del jefe de hogar. Angélica Alvarez se sumó a la opinión mayoritaria de los familiares que no quisieran que ninguno de los 33 vuelva a la mina, «menos a la empresa San Esteban», indica la esposa de Peña.
Palabras del diputado Carmona
«La minería no es cualquier producción, es la más importante de Chile», manifestó el diputado comunista» debemos crear las mejores condiciones, para eso yo he presentado un proyecto de acuerdo en la Cámara de Diputados para ratificar como país el Convenio 176 de la OIT sobre salud y seguridad minera.
Creo que es incluso el gran aporte que, en algún sentido hacen también los 33 mineros y espero que no se pierda y sea tomado en cuenta», expresó Carmona. «Durante mas de dos meses un país entero se ha puesto a conocer y estudiar el valor y el temple de los mineros en la adversidad.
Lo menos que la sociedad chilena puede hacer es garantizarles, en todo lo que se pueda las mejores condiciones laborales». «Han sido jornadas llenas de emociones y satisfacciones. Es la mejor disposición que hemos observado cuando los seres humanos se disponen a batallar a favor de la vida.
Es la gran enseñanza que nos están dejando cada uno de ellos, los grandes héroes de estas jornadas que ha vivido todo Chile y también el mundo», concluyó Carmona.