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El Partido Comunista y las elecciones

Fuentes: Crónica Digital

Es evidente que el paso del tiempo ha dado la razón a la política impulsada por el PC. En efecto, aún cuando las manipuladas encuestas no le daban más de un 1% de las preferencias al candidato de la Izquierda, Jorge Arrate, y a pesar de la cacareada «libertad de prensa» de los medios de […]

Es evidente que el paso del tiempo ha dado la razón a la política impulsada por el PC. En efecto, aún cuando las manipuladas encuestas no le daban más de un 1% de las preferencias al candidato de la Izquierda, Jorge Arrate, y a pesar de la cacareada «libertad de prensa» de los medios de comunicación que ha limitado a 3 las candidaturas presidenciales en lo referente a su aparición en los referidos medios, los hechos han ido demostrando que efectivamente la candidatura de Arrate, y el propio candidato, encarnan lo mejor de las tradiciones democráticas y populares de nuestro país. De paso, confirman la necesidad de generar una amplia política de alianzas, capaz de ir generando una correlación de fuerzas que permita realizar los profundos cambios democráticos y revolucionarios que el país y nuestra sociedad requieren. Arrate representa el mejor legado allendista y se ha convertido en parte central de la reconstitución de la izquierda.

Por otra parte, el Pacto contra la Exclusión entre el JPM y la Concertación es una muestra más del cambio que empieza a generarse en el escenario político, impensable hace tan solo 4 años atrás. Siendo la Concertación una agrupación bastante heterogénea, es una gran equivocación pensar que toda ella es de derecha y asimilarla a un mismo nivel que la Coalición entre RN y la UDI, desechando a priori cualquier acuerdo con ella. Aún más, es una ceguera política, es un análisis mecánico que no ayuda, sino que, al contrario, entorpece el despliegue de una correcta táctica que permita el fortalecimiento de la izquierda. Se aleja del análisis dialéctico y objetivo de la realidad. El Pacto contra la Exclusión permite, precisamente, aislar a los sectores más reaccionarios, a las fuerzas pinochetistas, representadas por la candidatura de Piñera. Se trata de detorrar al Neopinochetismo. La gran tarea es romper con el binominalismo, que no solo se expresa en lo electoral, sino que en todo ámbito de cosas, inclusive con las diferentes prohibiciones legales y de la Contraloria referente a la participación política de los dirigentes sindicales y de juntas de vecinos.

Del mismo modo, es saludable la decisión de la Nueva Izquierda de apoyar la Candidatura de Izquierda, de apoyar a Arrate. Es necesario que otras fuerzas de izquierda también lo hagan. Como lo señalaba anteriormente, la conformación de una gran referente de izquierda requiere sumar fuerzas. Por lo mismo, la amplitud del trabajo del JPM consiste en integrar dichas fuerzas, independientemente de las discrepancias políticas que todavía pudiesen haber, discrepancias por lo demás legítimas, considernado que, desde un punto de vista dialéctico, debemos buscar la unidad de la izquierda dentro de la diversidad de las fuerzas que la componen y del respeto a cada identidad. Lo importante es determinar objetivos comunes e implementar las medidas adecuadas para alcanzarlas. Si a eso ayuda la candidatura a diputado de Alvaro Cabrera, militantate de la NI, por el distrito 21, bienvenido sea, y nos obliga a trabajar por ella y obtener la mayor cantidad de sufragios posibles.

La historia del Partido Comunista de Chile ha sido una constante en la búsqueda de las más amplia unidad de la izquierda y de diversos aliados con el único Norte de acumular fuerzas para avanzar en la lucha por una nueva sociedad, por el fortalecimiento de las fuerzas populares y convertirse en una verdadera alternativa de poder. Las decisiones del PC de estos últimos años no hacen más que ratificar esas correctas y consecuentes medidas.