El Partido Comunista de España (PCE), representado por las Secretarías de Derechos Humanos y de Política Internacional, saluda el «Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera» alcanzado entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas de Revolucionarias-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dado a conocer el día […]
El Partido Comunista de España (PCE), representado por las Secretarías de Derechos Humanos y de Política Internacional, saluda el «Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera» alcanzado entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas de Revolucionarias-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dado a conocer el día 29 de agosto de 2012, acuerdo que supone el inicio de un proceso de conversaciones de paz para poner fin a un conflicto armado que desde hace ya 50 años asola a este país hermano.
El PCE anima a las partes a avanzar en un proceso de paz que busque la solución política del actual conflicto social y armado que vive Colombia, abordando las causas profundas del conflicto armado: la usurpación de la tierra a los campesinos, la inequidad y falta de justicia social, la falta de garantías democráticas para la población, la violación sistemática de los derechos humanos y la impunidad de los victimarios.
El PCE hace igualmente un llamamiento a las partes negociadoras y a la guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) para que esta organización también se sume al proceso negociador.
En este momento, el PCE considera de justicia saludar el importante papel jugado por la sociedad civil colombiana en la búsqueda de la paz, uno de cuyos mejores ejemplos ha sido el destacado impulso dado al actual proceso por la organización «Colombianos y colombianas por la paz» que lidera la ex senadora Piedad Córdoba, tarea en la que demasiadas veces las organizaciones sociales han tenido que vencer incomprensiones e injustas descalificaciones.
Igualmente, saludamos los principios establecidas por el Gobierno de Colombia en este proceso de búsqueda de paz respecto a «No cometer errores del pasado», y a que «cualquier proceso tenga que llevar al fin del conflicto, no a su prolongación», y ello considerando cómo los últimos procesos de búsqueda de la paz en Colombia fracasaron por la negativa de la oligarquía colombiana a abordar las causas reales y profundas del conflicto, así como por la constatada falta de voluntad negociadora del gobierno de Colombia en el último de los procesos negociadores fallido, el de El Caguán, que fue utilizado por el estado colombiano para conseguir una tregua militar que le permitiera reforzar sus entonces exhaustas fuerzas militares.
El PCE hace un llamamiento a las partes negociadoras para que avancen urgentemente en el fin de las hostilidades mientras se adelantan las conversaciones de paz, con el fin de cesar los padecimientos de la población civil afectada por el conflicto. Igualmente pedimos un tratamiento conforme al Derecho Internacional de los Derechos Humanos para las prisioneras y prisioneros políticos o a causa del conflicto armado que actualmente soportan condiciones de reclusión en las cárceles colombianas absolutamente contrarias a las normas internacionales aplicables a las personas privadas de libertad.
El PCE está convencido de que el éxito de cualquier proceso de paz dependerá también de la capacidad del Gobierno de Colombia para generar las mínimas garantías políticas que en democracia deben tener la oposición -recordamos en especial el exterminio de militantes comunistas colombianos y de la izquierda en general perpetrado por la oligarquía colombiana-, el cese de la estigmatización a la protesta social y de su señalamiento como «terroristas», el establecimiento de mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil en los asuntos públicos y el inicio de un proceso en el que las víctimas del conflicto armado puedan acceder a la verdad, la justicia y la reparación integral, sin peligro de repetición de violaciones de sus derechos fundamentales y sin dejar espacio a la impunidad de los victimarios.
El PCE hace un llamamiento a la Unión Europea y a los países que la conforman, en especial a los que en otros procesos de paz han participado como países acompañantes, garantes o amigos, -como era el caso de España- a que recapaciten y reformulen las erróneas políticas que en los últimos años, en especial desde el año 2002, han llevado adelante respecto al conflicto armado colombiano.
La criminalización del conflicto y de las organizaciones insurgente por parte de la UE y de la mayoría de países que la integran, su simplista reducción del conflicto político a un problema de orden público y terrorismo -con la inclusión de las organizaciones guerrilleras en las «listas» de organizaciones terroristas de la UE y la judicialización de distintos activistas de la solidaridad con Colombia españoles y de otros países europeos -, todo ello consecuencia del seguidismo ciego al Gobierno del ex presidente Uribe -a fecha de hoy claramente implicado directamente y hasta la saciedad en distintos escándalos de narcotráfico y paramilitarismo- han sido la causa de la exclusión de la UE y los países que la integran de los mecanismos políticos y diplomáticos de acompañamiento y facilitación del proceso que ahora se abre.
Sin duda esto representa un estrepitoso fracaso político considerando que en la totalidad de los cinco procesos de negociación de paz habidos en Colombia desde el inicio del actual conflicto armado interno ahora hace 50 años -Casa Verde, Tlaxscala, Caracas, Maguncia y El Caguán- bien la Unión Europea o bien los países que la conforman, y en especial España, habían jugado un papel diplomático determinante en la puesta en marcha de los mismos, papel que de momento vemos no van a poder jugar.
Finalmente, el PCE muestra su compromiso irrenunciable con la paz y la justicia social como fundamento de cualquier sistema democrático y como requisito imprescindible para el progreso de los pueblos
Secretarías de Derechos Humanos y de Política Internacional del PCE.
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