Hace un año, recibí con júbilo la invitación de la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal en Cataluña para formar parte de su Comité Científico. Después de haber dirigido pruebas piloto de renta básica en la India, reflexionar y escribir sobre ellos más de 12 años, he llegado a la conclusión de que las pruebas piloto son una forma extremadamente efectiva de iniciar un debate informado sobre posibles políticas públicas.
A medida que nos adentramos en el siglo XXI con crecientes y enormes desigualdades de ingresos, vemos que estas opciones se reducen y nos obligan a buscar vías efectivas de dirigir problemas económicos y sociales urgentes.
El mes pasado tuvimos la primera reunión del Comité Científico, a la que asistieron varios destacados científicos sociales y académicos de todo el mundo, todos ellos miembros de forma voluntaria. La asistencia fue numerosa, un indicador de la importancia de los estudios de planes piloto de renta básica en general y del catalán en particular. Es también una muestra de cuál es el interés con el que se sigue todo plan piloto de renta básica a nivel mundial. Poco después de esta reunión, que se caracterizó por el entusiasmo y transmitía una energía positiva, nos ha llegado que el plan piloto ha sido pospuesto y que podría enfrentarse a la amenaza incluso de su cancelación. ¡Qué desgracia!
En este llamamiento a los dirigentes de Catalunya quisiera presentar mis argumentos sobre por qué es importante y necesario realizar esta prueba piloto. En primer lugar, debemos diferenciar entre realizar un plan piloto de renta básica y la implementación de una renta básica. Un plan piloto es una investigación científica sobre la eficacia o no de un modelo de política social concreto. Un estudio como éste potencialmente proporciona información -tanto cuantitativa como cualitativa- sobre el posible impacto de una política específica en las vidas de la gente, la economía local y la comunidad. Un análisis así añade valor al debate público sobre cómo entendemos a nuestra sociedad y qué es bueno para sus ciudadanos.
Puedo entender que cierto grupo o sector de la sociedad se oponga a ciertas ideas, en este caso una renta básica incondicional que es universal, individual y periódica, por definición. Si son del parecer que no es buena para la sociedad, tienen derecho a participar en el debate y expresar su opinión. Sin embargo, lo que vemos aquí es un rechazo de la investigación científica en sí misma, impidiendo lo que podría ser un proceso de debate provechoso. La investigación científica es un valor fundacional de la civilización moderna y la propia base de nuestra sociedad y economía. Cualquier oposición a esta milita en contra del propio espíritu de nuestra época.
En segundo lugar, vincular estos debates de política a los datos y el análisis disponible en el dominio público es una práctica de buena gobernanza. Demuestra la voluntad de los dirigentes de un país de ser transparentes. En India, hace alrededor de una década, la Self Employed Women’s Association (SEWA), un sindicato de mujeres trabajadoras, inició el ahora conocido estudio piloto de renta básica de Madhya Pradesh. Este proyecto piloto proporcionó una renta básica a 6.000 personas en nueve municipios. Realizado bajo la supervisión del profesor Guy Standing, este estudio introdujo el concepto de renta básica universal e incondicional en la opinión pública india.
SEWA inició el debate público haciendo de dominio público los resultados del estudio y sus datos. Presentó los resultados no sólo a varios gobiernos, sino también a varios actores de la sociedad. Esta práctica inició un amplio debate en la India sobre la renta básica. A destacar igualmente, los resultados de este estudio llevaron a un proceso de cuestionamiento de algunas de las ayudas existentes para aliviar la pobreza, que no estaban funcionando y que, a la hora de la verdad, drenaban los fondos del estado. Algunas personas se opusieron a la idea de una renta básica incondicional, otras dieron su apoyo. Pero ésta no es la cuestión. La cuestión es que se inició un debate público mucho más amplio sobre cómo gestionamos los problemas económicos y sociales de nuestra sociedad. ¿No es ésta una práctica de buen gobierno? Si se cancelara el plan piloto de renta básica en Cataluña, ¿no sería una oportunidad perdida para el pueblo de Catalunya? Si la prueba piloto sigue, tal y como se ha planeado, y de ella sale un estudio, ¿no enriquecería el debate público al respecto? ¿No es ésta una buena práctica, característica de cualquier sociedad ilustrada? ¿Qué puede perderse de un estudio?
Por todo esto, pido a los dirigentes de los partidos políticos en Catalunya que reconsideren su decisión de posponer el plan piloto. Los apresuro a continuar, tal y como estaba previsto. El espíritu de la investigación científica debería prevalecer y no debería sacrificarse en el altar de las batallas ideológicas. De hecho, la buena ciencia puede servir como un punto entre grupos que tienen formas de pensar diferentes.
Sarath Davala presidente de la Basic Income Earth Network
Fuente: https://www.naciodigital.cat/opinio/25823/pla-pilot-renda-basica-oportunitat-catalunya
Traducción: Roger Tallaferro