En su primera entrevista como director de «La Voz de la Calle», afirma que los principales diarios nacionales tienen «una cantidad enorme de intereses políticos, judiciales y de todo tipo. Nosotros intentaremos conseguir un periódico no trabado por ese mundo de intereses, con un mensaje nuevo, más nítido». Recién nombrado director de «La Voz de […]
En su primera entrevista como director de «La Voz de la Calle», afirma que los principales diarios nacionales tienen «una cantidad enorme de intereses políticos, judiciales y de todo tipo. Nosotros intentaremos conseguir un periódico no trabado por ese mundo de intereses, con un mensaje nuevo, más nítido».
Recién nombrado director de «La Voz de la Calle», aún sin haber tomado posesión de su cargo, Lorenzo Contreras (1933) recibió a Apmadrid.es en su casa para contestar a las primeras cuestiones sobre este diario de tirada nacional, que se lanzará el próximo 1 de abril, con una tirada inicial de 90.000 ejemplares, 56 páginas y un precio de 1,20 euros. Socio vitalicio de la Asociación de la Prensa de Madrid, de la que llegó a ser directivo en 1976, Contreras fue cronista parlamentario en «Informaciones» y comentarista político en «ABC» y «La Razón». En los dos últimos casos, «salí despedido porque no les gusté a determinados dirigentes» de los diarios. Reconoce que no asistió a la gestación del proyecto del nuevo diario y que recibió su nombramiento como director «con una cierta sorpresa».
– «La Voz de la Calle» nace para colocarse a la izquierda de «Público». ¿Existe un hueco ideológico para otro diario de tirada nacional?
– Nace para colocarse a la izquierda de «Público» y también del Partido Socialista. Yo creo que sí hay un hueco por una sencilla razón: el PSOE es un partido que se ha involucrado en una serie de intereses que le han hecho desnaturalizarse de la verdadera izquierda. Y para mí, «Público» tiene mucho compromiso con esos intereses.
– Entiendo que la línea editorial estará más cercana a Izquierda Unida. Al margen de los intereses de ningún partido, lo que debiera importar periodísticamente es la veracidad, el rigor, etcétera.
– Que yo sepa Izquierda Unida está menos cercana a los intereses que están perturbando el buen proceder del periodismo actual. Y sí, evidentemente, el gran horizonte es adentrarse en los terrenos de la verdad. El problema es que la verdad tiene muchos enemigos.
– ¿»La Voz de la Calle» es un proyecto a largo plazo?
– Supongo que sí. Nace para abrirse paso por el proceloso mundo de la aventura periodística.
– El cuadro directivo del diario está formada algunas figuras reconocidas del periodismo de la Transición. ¿Pretenden recuperar aquel periodismo?
– Se debe intentar. El periodismo presente cuenta con diarios con bastante peso, nacidos en la Transición, pero que actualmente tienen también una cantidad enorme de intereses políticos, judiciales y de todo tipo. Y los intereses interfieren muchas veces los mensajes. Nosotros intentaremos conseguir un periódico no trabado por ese mundo de intereses, para abrirse paso con un mensaje nuevo, más nítido.
– ¿A qué público irá dirigido ese mensaje?
– Ojalá fuera muy amplio, pero será un público de izquierdas. Un público que tendrá que apreciar la novedad que representa «La Voz de la Calle» con respecto al conservadurismo o la ambigüedad de otros medios.
– ¿No hay suficiente pluralismo informativo en España?
– El pluralismo informativo en España tiene que perfeccionarse. Por lo menos, tiene que perfeccionarse, y lo digo con inhibición.
– La horquilla de edades en el diario es muy amplia: va desde un cuadro directivo veterano hasta una plantilla muy joven.
– Eso siempre ha ocurrido en la prensa. Es natural.
– Entonces, la dirección tendrá que dedicar mucho tiempo a enseñar a los jóvenes. ¿Qué pretende aportar usted a su redacción?
– Pretendo aportar mi identificación con los propósitos del periódico y mi labor periodística en tiempos de lucha contra el franquismo y de riesgos en la profesión. En este sentido, siempre he estado muy en contacto con Rodrigo Vázquez de Prada [subdirector del diario junto con Eugenio Viejo].
– Philip Bennett, exeditor del Washington Post, dijo una vez que las redacciones no pueden dejar de ser un lugar de transparencia, autocrítica y apertura que contribuye a la credibilidad y a la precisión del periodismo. ¿Logrará que su redacción sea ese espacio de transparencia?
– Habrá que tener paciencia para lograr un periodismo menos obediente del que hoy existe.
– Todo el mundo empeñado en matar la prensa escrita, y van ustedes y apuestan claramente por el papel.
– Yo procedo de la prensa de papel. Como tantos otros, nos hemos hecho veteranos en el papel. Fue una sorpresa la aparición del mundo digital, que nos obliga a tener otra orientación en cuanto a la transcripción del mensaje, no en cuanto a su nitidez.
– ¿Le darán importancia a la versión digital del diario?
– Todavía no puedo responder a eso.
– En su diario, ¿habrá secciones distintas a las habituales?
– En el periodismo está todo inventado. Lo que hay que hacer es que las secciones clásicas estén bien cultivadas.
– Teodulfo Lagunero, abogado, catedrático de Derecho Mercantil y empresario, es el principal accionista de La Voz de la Calle, S.L. Un editor no procedente del mundo periodístico, pero que proporciona respaldo económico inicialmente. ¿Es lo adecuado para un medio?
– Todos los periódicos necesitan un propulsor que tenga solvencia económica. Todos han nacido así. «El País» nació así.
– ¿Convertirse en fundaciones o en entidades sin ánimo de lucro puede ser la salvación de los periódicos?
– Yo no lo creo.
– ¿Cree oportuno aceptar ayudas estatales?
– Sería deseable que no existieran. Lo conveniente es la autonomía económica. Recibir una inyección financiera del poder es como convertirse en súbditos de ese poder.
– ¿Publicarán anuncios sobre prostitución?
– Yo no soy partidario de ello.
– Las distintas encuestas del sector apuntan que el periodismo y los periodistas tienen cada vez menos credibilidad entre la sociedad española.
– Esto se debe a la cantidad de periodismo influenciable que existe. En la medida en que existe un periodismo condicionado, la profesión va perdiendo crédito.
– ¿Y qué deben hacer los periodistas y el periodismo para recuperar la reputación de la profesión?
– Deben tener honestidad, honradez y formación. Cultura, y menos improvisación.
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