La delegación de los trabajadores y trabajadoras venezolana conquistó una importante victoria política al lograr en trabajo mancomunado con la delegación gubernamental impedir que se cumpliera el pedido de Fedecámaras y la CTV de que el país siguiera en la lista de los que violan la libertad sindical, al mismo tiempo también estuvo colaborando para […]
La delegación de los trabajadores y trabajadoras venezolana conquistó una importante victoria política al lograr en trabajo mancomunado con la delegación gubernamental impedir que se cumpliera el pedido de Fedecámaras y la CTV de que el país siguiera en la lista de los que violan la libertad sindical, al mismo tiempo también estuvo colaborando para lograr la solidaridad del resto de las delegaciones del Grupo de trabajadores hacia los sindicalistas de Colombia que están sufriendo asesinatos, persecuciones y todo tipo de atropellos. Sobre estos temas conversamos con él….
M. S.: ¿Cómo ves la situación del sindicalismo en Colombia?
Stalin Pérez: El movimiento sindical democrático y revolucionario del mundo tiene una deuda con los trabajadores y el movimiento sindical colombiano. Tenemos que saldar esa deuda. Lo que allí ocurre es más que una simple violanción a los derechos humanos o la libertad sindical o simple escalada de violencias circunstancial. Lo que pasa con los centenares de hermanos de clase y compañeros sindicalistas colombianos, tiene otros ribetes. Soy de los que comparte la tesis, de los que dentro y fuera de Colombia, creen que a esta violencia y violanción de la libertad sindical se le puede considerar como una crisis humanitaria del sindicalismo colombiano. Los juristas internacionales en derechos humanos le dan la categoría de crsis humanitaria a los paises que han sido desvastados por una guerra, en donde hay campos de concentraciones, persecusiones y violación a los derechos humanos.
Esto puede sonar exagerado. Pero la impunidad con la que se viola el derecho a la vida e integridad de estos trababajadores sindicalizados y sus organizaciones; la impunidad con la que se cometen violaciones permanentes y selectivas, como lo ha sido, en estos últimos 12 años, el asesinato de más de dos mil dirigentes, de los cuales, 24 han sido asesinados en lo que va de este año. Esto, sumado a los 2. 233 amenazados de muerte para diciembre del 2007, más 116 desaparecidos, esto no es una leve violación a la libertad sindical.
¿Cómo ves que se pueda colaborar para ayudar efectivamente a dentener este genocidio?
S.P.B. Los trabajadores y trabajadoras tenemos que ser los mayores luchadores por la paz. Tenemos que emprender una gran campaña de solidaridad con nuestros compañeros sindicalistas. Tenemos que desarrollar una gran movilización internacional hasta acabar con esa violencia. Debemos saldar esa deuda que tiene el movimiento sindical mundial con la crisis humanitaria que vive el sindiclaismo en Colombia.
¿Cómo viviste la pelea contra la inclusión de Venezuela en la lista de los países que violan la libertad sindical?
S.P.B.: Primero quería aclarar que la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva son conquistas de los trabajadores. Esto ha costado muchas vidas y movilizaciones. Y estos derechos no son dávidas entregadas por los gobiernos o los empleadores, son derechos o conquistas como los derechos manos, las libertades democráticas, el derecho a la huelga. Derechos que fueron arrancados con años de luchas y al precio de muchas vidas humanas.
Los trabajadores y nuestras organizaciones tenemos que ser los mejores ejemplos en la defensa de la libertad sindical. No pude ser ejemplo algunos gobiernos y algunos empleadores que vienen a pedir, en nombre de la libertad de asociación, el fin de los sindicatos, porque cuando ellos piden discutir con otra forma de organizacione como asociaciones, cooperativas y demás, es porque saben que es el camino para hacer después proliferar estos tipos de organizaciones para golpear y desconocer a los sindicatos.
En relación al intento de mantener a Venezuela en la lista de los países que violan la libertad sindical, tengo que decir con orgullo que en esta oportunidad, luego de siete años en que se castigó injustamente a nuestro país, hemos logrado vencer ese nuevo intento.
Es cierto que en todos los países hay hechos que violan la libertad, es cierto que el anterior ministro de Trabajo de Venezuela, intentó por todos los medios beneficir a la transnacional Ternium en el último conflicto y también es cierto que esos intentos fueron derrotados por los trabajadores de SIDOR que además lograron la nacionalización de la empresa. Sin embargo en la República Bolivariana de Venezuela ha crecido el nivel de sindicalización y se han creado un mayor número de sindicatos. Incluso aquellos falsos sindicalistas, o sindicalistas burocrátas como los de la CTV, que se mantenían en el poder sin hacer elecciones hasta por 40 años han tenido que hacerlas. Por eso comparada no con Colombia, sino con los países que dicen que respetan la libertad sindical, la Republica Boliviariana de Venezuela se podría decir que pasa la prueba.