Reflexiones sin ordenamiento ni pretensión de tenerlo. Escoja el lector su orden y jerarquía a su acomodo: – El capitalismo entra en crisis y la izquierda se hunde – Quienes gobiernan el mundo no han sido elegidos. Quienes han sido elegidos, ya no representan casi nada. – Las victimas son cómplices – La política de […]
Reflexiones sin ordenamiento ni pretensión de tenerlo. Escoja el lector su orden y jerarquía a su acomodo:
– El capitalismo entra en crisis y la izquierda se hunde
– Quienes gobiernan el mundo no han sido elegidos. Quienes han sido elegidos, ya no representan casi nada.
– Las victimas son cómplices
– La política de la socialdemocracia ha colapsado pero la izquierda alternativa sigue pensando en socialdemócrata (programa económico)
– Cuanto más nos adentramos en un nuevo escenario desconocido más incapaces somos de pensar en términos de futuro. Nos movemos en categorías de pasado, sin comprender el presente ni ver las tendencias del porvenir.
– Mayor necesidad de pensar y actuar en colectivo pero mayores tentaciones egoístas y más pasividad
– Nunca hubo tantas razones para ser anticapitalista y nunca la complicidad de los trabajadores y las clases medias ha sido tan cobarde e indecente
– Los mismos que han sido copartícipes durante estos años del alegre carrusel del compre hoy y pague mañana, que han callado durante el proceso de Maastrich hacia el desmonte del Estado del Bienestar de ahora dicen, en estos momentos: cállense los que apostaban por la huelga general, que su llamamiento es fraccionalismo, y dejen paso a los sindicatos de «clase», mesa y mantel, que ahora nos toca encabezar la pancarta de la huelga general.
– El pensamiento socialdemócrata que ha renunciado a serlo se indigna porque los mercados se han hecho autónomos del poder político.
– La crisis está beneficiando a las rentas del capital pero la pagan las rentas salariales
– El llamamiento a «refundar el capitalismo» de hace unos meses se ha convertido en la manada de lobos al ataque de la sociedad y carente de control.
– Quienes más capacidad de daño a la colectividad tienen logran que sus actos queden impunes. Quienes más poderosos son resultan invisibles: fuera del tópico capital financiero, grandes corporaciones y principales multinacionales nadie puede ponerles nombre
– El auténtico poder, el económico, jamás ha estado tan concentrado y nunca ha resultado tan «difuso».
– Esta etapa del capitalismo parece ser la última, abocada a la concentración de capital basada en el golpe certero y rápido y carente de proyecto, pero salvo los convencidos de su desastre, nadie más parece verlo.
– Ya sólo quedan dos alternativas en liza: los superliberales y los fascistas (próxima concurrencia política) pero el mundo, y los más interesados, aún no han comprendido que no hay otra izquierda posible que la insurreccional.
– La realidad ha demostrado que no fracasó el socialismo sino una usurpación en su nombre, que no era otra cosa que capitalismo de Estado autoritario, pero los nostálgicos de la otra cosa no han entendido aún que la etapa que ha de cubrir la humanidad es la socialista.
– Jamás la humanidad ha estado tan cerca del desastre, pero actúa como si el mañana fuera un concepto lejano y certero.
– Nunca el sistema productivo fue tan capaz de redistribuir la riqueza y en ningún tiempo hubo tanta mortalidad por el hambre.
– La izquierda revolucionaria está cargada de razones pero le falta el modo de convencer a las víctimas del capitalismo de que su RAZÓN HISTÓRICA es el único camino.
– Sólo el socialismo puede dar respuesta a las necesidades del ser humano pero parecemos incapaces de aceptar que nuestro individualismo nos está matando.
– El capitalismo, en su agonía, destruye toda vigencia de democracia pero en vez de dirigir nuestra ira hacia el dinero lo hacemos hacia la política, como si culpásemos a las libertades democráticas de un daño inflingido por quienes las niegan: el poder económico que hace desiguales a quienes debieran ser iguales.
Blog del autor: asaltarloscielos.blogspot.es
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