El presidente del Partido Comunista (PC) de Chile, Guillermo Teillier, viajará en los próximos días a Argentina para testificar a favor del ex líder del FPMR Sergio Apablaza, quien enfrenta un juicio de extradición a Chile. Teillier afirmó que no existen elementos que prueben que el otrora miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) haya […]
El presidente del Partido Comunista (PC) de Chile, Guillermo Teillier, viajará en los próximos días a Argentina para testificar a favor del ex líder del FPMR Sergio Apablaza, quien enfrenta un juicio de extradición a Chile.
Teillier afirmó que no existen elementos que prueben que el otrora miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) haya participado en el atentado que costó la vida al ex senador chileno Jaime Guzmán, en 1991.
El ex líder izquierdista, conocido también como el Comandante Salvador, fue detenido en noviembre de 2004 en Buenos Aires -donde vivía desde hacía años con una identidad falsa- en un operativo coordinado con la Policía de Investigaciones chilena.
Apablaza enfrenta un juicio a partir del lunes próximo para determinar si puede acceder al estatuto de refugiado político en Argentina y evitar con ello su extradición a Chile, donde es reclamado por la muerte de Guzmán.
Teillier añadió que el PC «ha aceptado la idea» de la defender al ex líder izquierdista «teniendo en consideración que no existen elementos que prueben que él tuvo alguna participación en los hechos que se le imputan».
En una conferencia de prensa el dirigente comunista subrayó que, además, piensa, como Apablaza, que en Chile no están dadas las garantías para un juicio justo.
Recordó que el ex líder del FPMR estuvo detenido en Chile durante la dictadura militar y «fue torturado por nada, porque nunca se le encontró culpable de delito alguno».
«Ese es uno de los motivos que me inducen a ser testigo en esa causa, porque yo estuve preso con él y también fui torturado y condenado, sin que se me haya comprobado ninguna culpabilidad de ningún delito», subrayó.
Sostuvo que la Unión Demócrata Independiente (partido de derecha al que pertenecía Guzmán) tiene la capacidad de presionar al gobierno y al Poder Judicial a través de la prensa para que lo condenen, aunque no se pueda comprobar su culpabilidad.