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El pueblo Awá bajo la mira del terrorismo estatal

Fuentes: Agencia de los Pueblos en Pie

Las comunidades indígenas son, entre otros sectores marginados por el estado colombiano, el blanco de las acciones criminales del terror estatal y los megaproyectos, quienes a sangre y fuego se imponen en las zonas del país. Comunidades milenarias y ancestrales como los Awá, Nasa, wayuú, arhuacos, emberas y otros han sido victimas de los repetidos […]

Las comunidades indígenas son, entre otros sectores marginados por el estado colombiano, el blanco de las acciones criminales del terror estatal y los megaproyectos, quienes a sangre y fuego se imponen en las zonas del país.

Comunidades milenarias y ancestrales como los Awá, Nasa, wayuú, arhuacos, emberas y otros han sido victimas de los repetidos etnocidios en las regiones de Colombia. Pero sin duda alguna la reciente masacre que cobró la vida de 12 indígenas Awá (6 niños entre las victimas) no sólo nuevamente encendió las alarmas humanitarias, sino que parece vaticinar un verdadero exterminio de las comunidades Awas fronterizas con el Ecuador.

Los dirigentes de la comunidad kamawary, manifestaron durante las 36 horas que permaneció bloqueada la vía pasto-Tumaco como medida de presión y repudio al reciente hecho de sangre que profundiza una vez mas la crisis humanitaria, social, económica, política y cultural de la cual son víctimas los indígenas Awá.

La cifra de los indígenas Awá asesinados, alcanza en lo que va corrido del año 55 victimas, en hechos en los cuales se evidencia el compromiso del ejército colombiano y sus bandas paramilitares denominadas «emergentes».

La creciente militarización del territorio en el marco de la política de seguridad democrática de los territorios Awá, ha complejizado la situación, sin mencionar que el gobierno insiste en desconocer la vulnerabilidad de las comunidades indígenas, y en negar que en Colombia existe un conflicto social y armado.

Se destaca también en este aspecto que en lo concerniente al desplazamiento forzado, en el cual los actores estatales han desplazado en el departamento de Nariño a 6.134 indígenas del pueblo Awá, seguido de los paramilitares con 520 indígenas.

La reciente acción criminal, denunciaron las organizaciones indígenas, tenía como objetivo asesinar a la mujer de un indígena Awá que fue asesinado por el Ejercito Nacional el pasado 23 de mayo y fue testigo presencial de los hechos.

No obstante, los hechos de sangre y el desplazamiento forzado en la costa pacifica y el piedemonte de la cordillera occidental, coinciden con el interés por parte del estado y las multinacionales de implantar megaproyectos y agronegocios que incluyen grandes plantaciones de caucho, palma aceitera, así como plantaciones y laboratorios de procesamiento de coca.

Las trasnacionales Sociedad Kedahda S.A. y la  filial de la Anglo Gold Ashanti, entre otras han presentado solicitudes de contrato de concesión entre los que se contabilizan 37 municipios del departamento de Nariño, donde existe una inmensa riqueza de oro, zinc, cobre, plata, platino, molibdeno y demás concesibles; y «por coincidencia» en estos municipios es donde existe mayor presencia de la fuerza pública.

Por si fuera poco, el territorio Awá, hace parte sin previa consulta a sus comunidades, del corredor multimodal Tumaco-Puerto Asís-Bélem do Pará, que une la costa Pacífica con la Atlántica atravesando el continente Suramericano por la Amazonía. en el marco del Eje Multimodal Amazonas de la IIRSA (Integración de la Infraestructura Regional Sur Americana).

Por su parte, el Estado colombiano ha instrumentado e implementado la modalidad de la «zanahoria y el garrote», (el terror y la ley), e incluso ha creado leyes promulgadas en el estatuto rural (conocido como el estatuto paramilitar), o ley 1152 del 2007, el cual sentencia que: «No se podrán surtir procedimientos de constitución, ampliación o saneamiento de resguardos indígenas dentro de los límites geográficos determinados en el artículo 2º de la Ley 70 de 1993 u otras zonas del país que presenten similares condiciones.» El artículo 2º de la Ley 70 de 1993 delimita la cuenca del Pacífico como un territorio ubicado en la línea que va entre volcán de Chiles en la frontera con Ecuador y el Golfo de Urabá en la costa Atlántica, hasta el océano Pacífico. Este inmenso territorio que abarca cordillera, piedemonte y costa, incluye el territorio colombiano del Pueblo Awá de Nariño.

Pero tampoco podemos perder de vista que sobre la región del pacifico, existe un gran plan imperial que va desde el noroccidental departamento del Choco, hasta la costa nariñense que han denominado «el salto estratégico», es decir, el dominio norteamericano de la cuenca del pacifico por la gigantesca sociedad del rifle.Matiz.

Hace mas de cuatro décadas, los pueblos indígenas colombianos comenzaron de manera sistemática la construcción de una propuesta política para realizar sus derechos, y rescatar su identidad, autonomía y dignidad; empoderando sus autoridades tradicionales y estableciendo sus organizaciones representativas para hacerla viable, como respuesta a un Estado que por siglos les ha discriminado Las políticas neoliberales y el conflicto armado han afectado el ejercicio de la autonomía en sus territorios. La vulneración permanente sus derechos, de los DDHH y las infracciones al DIH ha entorpecido su ejercicio como sujetos políticos, sociales y culturales en el país.

Como se pronunciara un dirigente del pueblo Awá en la audiencia defensorial, con ira y dolor…»Somos Gente de la Montaña, hijos de la selva y por ella nos van a sacar muertos»,

Urge tomar acciones de solidaridad y acompañamiento desde todos los sectores sociales, políticos, activistas y defensores de los derechos humanos de Colombia y el mundo, en defensa de la existencia del pueblo ancestral Awá; para que cese la horrible noche de violencia estatal.