Allison Meléndez, menor de edad, hija de un policía, fue abusada por cuatro policías porque grababa los desmanes de la policía contra el Paro Nacional en su ciudad, Popayán, en el suroccidente de Colombia, el jueves 13 de mayo de 2021.
Su detención fue un hecho atroz, documentado por una larga grabación de un valiente reportero de redes sociales, que muestra cómo la joven fue maltratada, ultrajada y humillada públicamente por más de diez agentes del Esmad, cuatro de los cuales prácticamente la arrastraron hasta la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía.
En la mañana del viernes 14 de mayo, la joven, de tan solo 17 años de edad, apareció “suicidada”.
Sebastián Quiroga Múnera, estudiante universitario de 22 años de edad, fue asesinado por la policía, que le disparó una granada aturdidora que se le incrustó en la garganta.
El hecho ocurrió durante las protestas del pueblo, reprimidas de manera brutal por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, el viernes 13 de mayo de 2021, al anochecer.
La policía, actuando como fuerza de ocupación contra el pueblo, disparó a diestra y siniestra armas de fuego, gases, granadas aturdidoras, chorros de agua y lanzó una tanqueta contra los manifestantes, actos criminales todos que debe conocer el mundo.
Los heridos por la represión son 45, varios de ellos atacados a balazos por la policía.
Varios edificios del Estado en Popayán fueron incinerados por el pueblo enardecido.
Popayán es la capital del departamento del Cauca, históricamente región de exclusiones, racismo, segregación y desigualdad, en manos de insensibles y voraces latifundistas, grandes propietarios de haciendas con las mejores tierras.
Continúa así la horrible noche para el pueblo colombiano bajo el manto oscuro de la dictadura de Álvaro Uribe, Iván Duque y sus policías y militares secuaces.