En las siguientes líneas haremos una revisión general del discurso de Piñera este 21 de mayo y de sus implicancias para la clase trabajadora y el pueblo en general. En su gran parte las medidas y anuncios de Piñera no son una novedad pues ya estaban contenidos en su Programa de Gobierno o se habían […]
En las siguientes líneas haremos una revisión general del discurso de Piñera este 21 de mayo y de sus implicancias para la clase trabajadora y el pueblo en general. En su gran parte las medidas y anuncios de Piñera no son una novedad pues ya estaban contenidos en su Programa de Gobierno o se habían anunciado hace varias semanas, teniendo gran parte de estas un carácter mediático y populista, al ser anuncios de largo plazo que sobrepasan el periodo de gobierno e inverificables en el tiempo o por ser anuncios sin base real, planteándose promesas pero sin establecer medios o formulas concretas para alcanzarlas. Sin embargo, la mayoría de estas coloridas promesas no son más que aspectos superficiales bajo los cuales se esconden los verdaderos objetivos de la derecha y el empresariado, expresadas en medidas que han aparecido de forma explícita, implícita o que simplemente se han encontrado ausentes en el discurso. El discurso empresarial de Piñera, lleno de voladores de luces que pretenden desviar nuestra mirada, se ha centrado para nosotros en 5 grandes desafíos para el agente político en el poder:
1) La reconstrucción de Chile como oportunidad para los negocios: Piñera ha sido más que positivo evaluando su actuar respecto a la catástrofe que afecta al pueblo. Y no es para menos, pues ésta le ha permitido una valiosa oportunidad para profundizar y adelantar algunos de los puntos de su programa de gobierno, entregando al mismo tiempo a los empresarios enormes perspectivas para acrecentar sus negocios y disminuir los derechos de los trabajadores. Recalcó entre otras cosas, el diminuto y transitorio impuesto a las grandes empresas y la escuálida ley de donaciones que entrega beneficios en forma de créditos a los dueños de grandes capitales. Cuando Piñera anuncia que se ha cumplido con éxito, hay que entenderlo en esta línea: se ha cumplido con éxito utilizando el artículo 159 Nº 6 del Código del Trabajo para despedir trabajadores en las zonas afectadas, evitando la indemnización por años de servicio y recontratándolos en paupérrimas condiciones; tampoco hubo mención alguna respecto al salario mínimo, derecho a huelga o la subcontratación.
Se ha cumplido con éxito la privatización de establecimientos municipales y de salud pública, y se ha utilizado la catástrofe para iniciar la privatización de algunos sectores de Codelco, como Empresa Eléctrica Norte Grande S.A (ELDENOR), la cual es fundamental para las labores de extracción y procesamiento del cobre; se ha cumplido con éxito entregando en bandeja a las constructoras la posibilidad de lucrar con la catástrofe, concentrando en tan solo siete empresas multinacionales las tareas de reconstrucción. Tampoco se estableció ningún plazo para el término definitivo de los campamentos de mediaguas, tampoco hubo mención respecto a las viviendas definitivas que deben reemplazar a las mediaguas, ni tampoco la implementación de ninguna ley especial que permitan la reconstrucción de localidades arrasadas casi completamente, como Talcahuano, Constitución o Talca. En definitiva, la reconstrucción de Chile ha sido y pretende seguir siendo un negocio para los dueños del poder y la riqueza, dejando de lado las necesidades urgentes y los derechos del pueblo.
2) Crecimiento de las arcas de los dueños del poder y la riqueza: «recuperar la capacidad de crecimiento» ha dicho Piñera que es el primero de sus desafíos, anunciando una serie de medidas para avanzar hacia aquello. Sin embargo, nada se dijo en el discurso sobre los verdaderos mecanismos para lograr el tan anunciado crecimiento del 6%. Oculta permaneció la disminución del gasto fiscal que se ha logrado reduciendo o postergando los programas sociales, despidiendo a funcionarios públicos e iniciándose la privatización encubierta de empresas públicas, que tienen a Eldenor, Essval y Essbio a punto de pasar completamente a manos privadas.
3) Mayor explotación y flexibilidad laboral: En materia laboral, Piñera ha vuelto a recalcar que seguirá vigente su promesa de crear 200 mil nuevos empleos por año, fortalecer el seguro de cesantía e implementar el teletrabajo y el trabajo en el hogar. Bonitas palabras, pero nada se dijo acerca de la modificación a la indemnización por años de servicio (que abaratará los despidos y permitirá recontratar trabajadores bajo mayores condiciones de explotación) y el aumento en la subcontratación y en la explotación que supondrá el teletrabajo y el trabajo en el hogar, que forman parte de un sistema escasamente controlado, sin contratos ni imposiciones, pobremente remunerado y que impone el trabajo al interior del hogar reduciendo el tiempo para dedicarlo a la familia. Aspectos que son la condición y contrapartida de las medidas anunciadas por Piñera.
Respecto a los derechos laborales, con gran parafernalia Piñera ha manifestado querer hacer respetar los derechos de los trabajadores modernizando a la Dirección del Trabajo y fortaleciendo la negociación colectiva ampliando los temas a tratar en ella. Otra vez promesas que ocultan realidades ya que en su Programa de Gobierno, Piñera había anunciado el remplazo de la Dirección del Trabajo por un Consejo Nacional del Trabajo, el que estaría compuesto por 5 miembros designados por el ejecutivo (y ratificados por el parlamento) cuya función sería fiscalizar la aplicación de las normas laborales y generar criterios normativos.
Con esto el gobierno se lava las manos en materia laboral, externalizándola a una agencia autónoma que se compondrá por tecnócratas y gente ligada al mundo empresarial, beneficiando -evidentemente- a los dueños del poder y la riqueza. Respecto a la negociación colectiva, Piñera ha propuesto hace algunos meses bajar el quórum para negociar, de ocho a seis trabajadores, con lo cual busca aumentar la fragmentación sindical existente y generar un tercer actor paralelo al sindicato con el cual los patrones puedan negociar directamente, dejando de lado aquellas instancias organizativas que puedan generar mayores riesgos para la patronal. Incluyéndose dentro de los temas a negociar la flexibilidad horaria y el sistema de turnos, los cuales benefician directamente a los patrones.
4) Privatización de los servicios públicos: Dos de las áreas en las que Piñera ha puesto mayor énfasis en su discurso son salud y educación. Al igual que en los puntos anteriores, junto a las adornadas promesas se esconde, en este caso, una privatización de ambos servicios. En el caso de la salud, el terremoto y la destrucción en infraestructura hospitalaria le ha permitido a Piñera anunciar la construcción de 20 hospitales y 50 consultorios mediante el mecanismo de las concesiones a privados, lo que supone una privatización encubierta de estos que ya ha provocado el rechazo de los trabajadores de la salud. Por otra parte, el Bono Auge, anunciado como la gran solución para acabar con las listas de espera, que se supone será dado a toda persona que tenga una enfermedad AUGE y que no sea atendida oportunamente permitiéndoles atenderse en otro hospital o servicio de salud, incluyendo el sector privado; lo que busca es extender al sector de la salud privada el acceso a los recursos públicos destinados a salud.
En el caso de la educación, Piñera anuncio una «profunda reforma a la educación». Para lograrla se han propuesto los siguientes puntos: aprobar la ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, que hace operativa a la LGE (ley que sigue garantizando el lucro, la libertad de enseñanza y las desigualdades educativas), que establece la categorización de establecimientos y el acceso a beneficios de acuerdo a criterios mercantiles, tal como lo hizo la ley de aseguramiento de la calidad de la educación superior y la acreditación de instituciones; agregar al SIMCE (medición, que al igual que la PSU, mide la memorización y el enciclopedismo) una prueba de inglés, otra de tecnologías de la información y luego una de educación física, que es lo que le importa a los empresarios que sepan los estudiantes, nada de historia, filosofía, ni medir los procesos de aprendizaje; focalización de los recursos en 15 liceos de excelencia, dejando al resto en el abandono; aumento de las subvenciones escolares, tanto para los establecimientos con mayores necesidades como para aquellos que gozan de recursos; Nueva Carrera Docente en reemplazo del Estatuto Docente, que obligará los profesores a regirse bajo el Código Laboral de los empresarios; Programas Comprométete con un niño y Comprométete con una escuela, que permiten y potencian el ingreso del sector privado a la educación municipal; extensión de la ineficiente y fracasada jornada escolar completa en los barrios conflictivos, como forma de castigo a los estudiantes por pertenecer a un sector social con altos índices de delincuencia; entre otros. A lo que hay que agregar la fusión y privatización de establecimientos educativos municipales en las zonas afectadas por el terremoto.
5) Mayor represión al pueblo en lucha: la implementación del programa empresarial de Piñera, supone la existencia de todo un marco jurídico y represivo que sea capaz de hacer frente a las posibles manifestaciones de rechazo popular. Es sintomático que como ejemplo al combate a la delincuencia y el narcotráfico se haya puesto como ejemplo el 29 de marzo. En su discurso, Piñera ha anunciado un aumento del número de las fuerzas policiales, la intervención directa en barrios conflictivos a través de programas que permitan el allanamiento y control sobre las poblaciones, el «trabajo conjunto» entre las policías y la ciudadanía como forma de entregarle funciones policiacas a la sociedad civil al estilo Álvaro Uribe en Colombia y el endurecimiento a las sanciones a quienes atenten física o verbalmente contra las policías.
Medidas para fortalecer a los aparatos represivos que se combinan con un «cambio de mano» anunciado por la autoridad, que ha visto a efectivos disparándole a matar a trabajadores en huelga, el ingreso injustificado y violento a las universidades y un copamiento del centro de Santiago cuando han existido manifestaciones. Importante es destacar el proyecto de ley que pretenderá crear el Ministerio del Interior y Seguridad Publica, unificando en un solo organismo centralizado la información de inteligencia suministrada por Carabineros y Policía de Investigaciones, esto supondrá un salto importante en materia de represión y persecución, como también un importante grado de modernización del aparato represivo del Estado y un refortalecimiento al Estado Policial ya existente.
Estos son los principales desafíos del gobierno de Piñera y, como hemos visto, no buscan más que acentuar el dominio de los dueños de este país y la exclusión y explotación del pueblo y la clase trabajadora. A estos desafíos habría que agregar desafíos menores como la renovación de la democracia restringida, que con medidas como la inscripción automática y el voto voluntario, entre otras, pretenden revitalizar un sistema político con crisis de representatividad y que tiene por característica excluir del ejercicio del poder a las mayorías populares.
Nada puede esperar el pueblo de este gobierno ni de sus políticas. Nos encontramos en un contexto en donde el empresariado a través de su presidente ha iniciado una ofensiva en pos de profundizar sus intereses, reprimiendo brutalmente a quienes se opongan, mientras el antiguo agente en el poder, la Concertación, busca renovarse y acumular fuerzas en las calles y en las bases para volver al poder el 2014.
Frente a esto, el pueblo debe defender sus derechos y luchar contra la ofensiva patronal, debe organizarse para combatir y resistir a la represión policial, debe desarrollar sus luchas por un camino independiente de aquellos que buscan manipular la protesta social para sus intereses, debe entender que es luchando como avanza el pueblo y resistir las privatizaciones de la salud, la educación y las empresas públicas, defender los derechos laborales y resistir los procesos de precarización y flexibilización laboral y desarrollar combates en cada rincón frente a cada embate de las clases dominantes y por cada uno de nuestros derechos como pueblo.
LUCHANDO AVANZA EL PUEBLO
NI UN DÍA DE GOBERNABILIDAD PARA LA DERECHA
A DESATAR LA CRISIS DE LOS PODEROSOS