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Discurso del socialista Arturo Martínez, presidente de la CUT, en la Protesta Nacional del 29 de agosto

«El pueblo se ha manifestado contra un modelo económico salvaje»

Fuentes: Crónica Digital

Estamos finalizando la jornada de acción y movilización sindical, han sido miles de hombres y mujeres los que se han manifestado en las calles de las distintas ciudades del país, expresando su malestar y sus demandas.Hoy la voluntad conciente del país, se ha expresado en contra de un modelo económico, que ha instalado un salvajismo […]


Estamos finalizando la jornada de acción y movilización sindical, han sido miles de hombres y mujeres los que se han manifestado en las calles de las distintas ciudades del país, expresando su malestar y sus demandas.

Hoy la voluntad conciente del país, se ha expresado en contra de un modelo económico, que ha instalado un salvajismo sin precedentes en la historia de Chile, la llamada globalización cada vez más arrogante margina, excluye y aumenta los privilegios de una minoría que viola la libertad sindical y los derechos de los trabajadores y trabajadoras, para que finalmente el fruto de su trabajo se vaya a los bolsillos de los poderosos.

Desde décadas se fue imponiendo por la fuerza y por los hechos, un sistema de organización del trabajo sin regulación, que se ha convertido en un salvajismo que daña y violenta a las personas en su condición humana y los deja al desamparo frente al cruel mercado.

El derecho laboral abandonó su principio fundamental de protección a la parte más débil, alejándose de su orientación hacia la justicia social y la protección a la dignidad de personas, entregando sin contrapeso las relaciones de trabajo a quienes tienen el poder de dar y quitar el empleo.

Los nuevos paradigmas llamados externalización, han reducido el costo del trabajo, provocando endeudamiento, estrés y fuertes grados de insatisfacción entre los trabajadores y sus familias, generando estados de necesidad a objeto de ejercer control sobre las personas.

Las grandes compañías, las cadenas comerciales, los holding, las empresas trasnacionales y nacionales, controlan la economía y los negocios, sometiendo a la pequeña y mediana empresa y toda la cadena de proveedores a sus decisiones, utilizando la legislación tributaria y laboral para subdividirse en múltiples razones sociales, burlando los derechos laborales, sindicales y previsionales, mientras la clase política hace oídos sordos de los justos reclamos de quienes son victimas de este poder.

Los trabajadores temporeros, los salmoneros, pesqueros, los miles de contratistas, los trabajadores de los supermercados, multitiendas, los de servicios, los forestales, los de las comunicaciones, los profesionales, los bancarios, los profesores, los de la salud, los hombres y mujeres de trabajo, son los que construyen el país y la riqueza de Chile y ya están cansados de tanto atropello y mal trato, en definitiva, están indignados y desencantados porque el fruto de su trabajo termina siempre enriquecimiento a los que ostentan el poder del dinero.

Un país como nuestro Chile, con un crecimiento sostenido por años, con superávit fiscal con grandes ganancias de las empresas, nada ni nadie puede explicar tanta desigualdad, tanta desprotección social, tanto abuso y atropello, tanta injusticia y tanta arrogancia.

Nos dicen que el mundo cambio, pero por mucho que cambie lo que no cambiará es la aspiración de justicia social, los anhelos de que cada hombre, cada mujer, sean respetados en sus derechos y en su dignidad, queremos un pueblo con esperanzas, en un futuro mejor, queremos un país que avance con todos y todas.

Los chilenos y chilenas, tenemos el derecho a vivir en un país que nos ofrezca oportunidades, anhelamos un Chile Justo, donde los derechos esenciales alcancen a todos los ciudadanos, queremos ser constructores de un Estado Social Democrático y Solidario, porque el país también somos nosotros y Chile es nuestra patria pero la queremos justa, libre y más igual.

Aquí esta la CUT, están las mujeres y hombres de trabajo, para exigir los cambios que el país requiere, hemos estado este día para exigir los cambios que Chile necesita.

En lo inmediato.

Queremos Seguridad Social, Salud, Educación de calidad y en igualdad para todos.

Queremos Trabajo Decente, con contratos, con salarios justos, con derechos laborales y trato digno para todos los trabajadores del país.

Queremos un sistema de transporte estatal, bien diseñado y con consulta a los usuarios organizados, que sean cómodo, rápido y seguro, lo que hoy existe debe ser transformado.

Negociación Colectiva en igualdad con los dueños de los holding, terminar con los grupos negociadores paralelos al sindicato, eliminar el descuelgue y el reemplazo durante la huelga, establecer el piso para la negociación.

Un salario mínimo sobre la línea de pobreza y que este sea el piso para los trabajos a comisiones.

Revisar y modificar la estructura de impuestos, para que las grandes compañías paguen más y rebajar la carga tributaria a las pequeñas y microempresa.

Queremos la democracia de los derechos, la democracia sin exclusiones, la democracia que dé alero de hogar digno a los chilenos.

Hoy hemos demostrado que se puede, que es posible exigir lo que en justicia corresponde, la unidad, la organización, la voluntad de luchar por nuestros derechos, es y será la forma con que cambiaremos el estado de cosas que hoy existen.

Los trabajadores se expresaron, ahora queremos respuestas verdaderas.

Estamos por dialogar para un nuevo trato para el mundo del trabajo, no queremos convivir con leyes impuestas, estamos disponibles para dialogar con el gobierno, los empleadores, los partidos, el parlamento, ellos tienen la palabra.

A todos los que hoy estuvieron un abrazo y el reconocimiento de su organización.

¡VIVA EL PUEBLO! ¡VIVAN LOS TRABAJADORES!