Tras el revuelo generado por la actual temporada del programa de TVN «La Tierra en que vivimos», denunciado ante el Consejo Nacional de Televisión por ambientalistas y comunidades mapuche de la Región de los Ríos, Sergio Nuño reconoció haber recibido pagos de Celulosa Arauco por imágenes del polémico capitulo «De Queule a Chiloé», emitido el […]
Tras el revuelo generado por la actual temporada del programa de TVN «La Tierra en que vivimos», denunciado ante el Consejo Nacional de Televisión por ambientalistas y comunidades mapuche de la Región de los Ríos, Sergio Nuño reconoció haber recibido pagos de Celulosa Arauco por imágenes del polémico capitulo «De Queule a Chiloé», emitido el pasado sábado 2 de abril y que desató la molestia de los opositores a la empresa celulosa.
En el citado capítulo, el realizador del programa visitó la planta de celulosa Arauco en el río Cruces. Nuño, en las conclusiones del episodio, exculpó a la empresa de la muerte de los cisnes de cuello negro y el desastre ambiental posterior. La polémica se acrecentó cuando un ejecutivo confidenció que la celulosa pagó al documentalista por imágenes del programa, para usarlas en el proceso judicial que la afecta frente a comunidades y ambientalistas.
En conversación con Radio Bio Bio en Valdivia, el gerente de asuntos públicos de Arauco, Iván Chamorro, aseguró que pagaron los servicios de edición e imágenes del profesional, una vez que detectaron que Nuño había llegado a las mismas conclusiones que la empresa sobre las causas ambientales del desastre. Esto es, que Celco no tendría mayor responsabilidad en la contaminación del río Cruces, hipótesis refutada por numerosos informes científicos y sendos fallos judiciales.
Hoy, Nuño salió al paso de la denuncia señalando estar siendo víctima de una campaña para denostarlo y «desearle la muerte». «No me han amenazado, pero han dicho que me caiga en helicóptero, que me muera luego, es cosa de mirar el Twitter de TVN, hay mucha violencia porque yo planteé en mi programa una posición distinta a la de ese grupo de personas», señaló a través de una declaración pública, donde sin embargo reconoce sus contactos y los polémicos pagos de la empresa celulosa.
«Cuando yo terminé mi contrato con TVN, quedé independiente y «La Tierra en que Vivimos» es un programa que necesita dineros para pagarle a camarógrafos, editores, etcétera. Me contactó Celco y me pidieron que realizara un documental que explique qué es la empresa y cómo trabaja», señaló Nuño. «Una vez terminado el contrato con TVN y de terminar la producción de ‘La Tierra en que Vivimos’, comienzo este trabajo con Celco. Cometí la omisión que era necesario decirle a mi anterior empleador que iba a realizar el documental con Celco. Le pido disculpas a TVN, pues tendrá que defenderse ante el CNTV, ante diputados y el público en general por mi error», subrayó.
Haciendo memoria
Nuño explica en su declaración cómo conoció a Iván Chamorro, gerente de asuntos públicos de Arauco y quien dio a conocer el pago que se le hizo por el material. «En 2008 comienzo a filmar el río Cruces, influenciado por toda la información de que Arauco contaminaba severamente el río, que era responsable de la muerte de los cisnes y vegetación de la zona. Obviamente llegué con esa premisa», cuenta, y agrega: «Llegamos a filmar sin pedir autorización. En ese momento el señor Chamorro se encarga de ubicarme y me dice ‘Sergio, ¿Por qué no entras en vez de estar escondido? Nosotros te abrimos la empresa para que tú veas'».
«Lo hice obviamente un poco a regañadientes, porque si hay fallos de la justicia te dice que ellos son culpables, es difícil entrar a la casa del culpable. Pero por otro lado, siendo consecuente, tengo que ver cual es la realidad», señala. Entonces, Nuño cuenta que la empresa se mostró muy abierta en darle toda la información requerida, y que tiempo después él regresó con un equipo de científicos para analizar de manera más precisa la situación en el lugar.
«Ahí llegué a la conclusión, con todos los científicos que me asesoraron, que la historia era muy distinta a la que se contaba», cuenta el documentalista sobre la polémica tesis expuesta en el espacio: de que la empresa no era responsable de la desaparición de la planta acuática luchecillo, y la posterior migración de los cisnes en el río Cruces. El polémico capítulo se editó y se entregó a TVN en diciembre de 2009, de acuerdo a lo que rememora Nuño, con la idea de emitirlo inicialmente en 2010.
Por esos mismos días, la planta celulosa volvió a contactar a Nuño para pedirle que les vendiera algunas imágenes del episodio, ya que según explica el realizador, «llegaban a conclusiones concordantes con la defensa» de la empresa frente a demandas interpuestas por organizaciones ambientalistas y mapuches. «Soy libre de vender las imágenes a quien yo estime conveniente. Y eso tiene un valor que comienza en 400 dólares la toma. Vendí imágenes, y posteriormente armé una secuencia para ellos, para que pudieran mostrarla ordenadamente», reconoció.