1.- Un informe del Senado estadounidense ha revelado que Augusto Pinochet mantuvo varias cuentas a su favor en el Banco Riggs hasta por 8 millones de dólares, equivalente a más de 5.000 millones de pesos chilenos. Así quedó al descubierto que «el banco más importante de la ciudad más importante del mundo» violó las leyes […]
1.- Un informe del Senado estadounidense ha revelado que Augusto Pinochet mantuvo varias cuentas a su favor en el Banco Riggs hasta por 8 millones de dólares, equivalente a más de 5.000 millones de pesos chilenos. Así quedó al descubierto que «el banco más importante de la ciudad más importante del mundo» violó las leyes y controles de EE.UU, al ocultar a las autoridades el nombre del propietario de tales depósitos y al negar su existencia a pesar del requerimiento policial del juez Baltasar Garzón de congelar esos dineros, al trasladarlos a «un paraíso fiscal». Quedó demostrada la falsedad de los abogados de Pinochet al sostener que el ex dictador no tenía cuentas bancarias fuera de Chile.
2.- El Informe del Senado de EEUU -investigación que buscaba los nexos de este banco con el terrorismo- ha demostrado el papel de encubridor y cómplice que cumplen «prestigiosos» bancos transnacionales y territorios extrajudiciales para ocultar el botín de tiranos, políticos corruptos, estafadores y empresarios, evasores de impuestos y narcotraficantes. Se conoció anteriormente que el City Bank, uno de los más grandes de EE.UU aceptó sin previa investigación fondos sospechosos del hermano del corrupto ex presidente mexicano Carlos Salinas; así como de Vladimiro Montesinos, el peruano Alberto Fujimori; Carlos Menem -ahora afincado en Chile para eludir la justicia- y el ex presidente nicaragüense Arnoldo Alemán, cuyos robos fueron depositados en bancos norteamericanos.
3.- El Banco Riggs se negó a revelar el nombre de Pinochet en sucesivos controles, afirmando que era un «profesional en retiro exitoso», que había trabajado y ahorrado toda su vida para su jubilación y que provenía de familia de terratenientes y diplomáticos. Riggs alteró los nombres de él y su mujer, guardó su nombre en la bóveda del banco y formó las sociedades Ashburton Company Ltd, Ashburton Trust y Althorp Investment Co Ltd, titulares de cuentas en Bahamas, todas ficticias, carentes de oficinas y empleados, representadas por altos funcionarios del Riggs que se prestaron para encubrir los dineros de Pinochet. Se comprobó que las islas Bahamas, un territorio bajo protección norteamericana, «un paraíso fiscal», libre de todo control de las leyes nacionales e internacionales, cumple el papel de refugio de delincuentes económicos.
4.- ATTAC, a nivel internacional, viene exigiendo la disolución de estos paraísos fiscales, verdaderas cuevas de Alí Babá, lo que permitirá una mayor transparencia y la persecución de los delitos económicos. ATTAC aboga igualmente porque en todos los países se adopten leyes que tipifiquen el crimen de «enriquecimiento ilícito» y otras normas anticorrupción que incluso han sido recomendadas por la OEA y otros organismos internacionales.
5.- ATTAC confía en que las indagaciones judiciales que se han iniciado en Chile determinen el origen ilícito del «patrimonio» de Pinochet, se apliquen las sanciones correspondientes y que el Ejecutivo no termine suspendiendo la investigación como lo hizo Frei con los pinocheques, alegando misteriosas «razones de estado». ATTAC propone que los bienes que le sean confiscados al ex dictador sean destinados a reparar a las miles de víctimas que dejó la represión de la dictadura militar que encabezó este criminal y corrupto.