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El Socialismo del Ché Guevara y de Raúl Baduel: El Verdadero Socialismo

Fuentes: Rebelión

Mucho se ha dicho y escrito sobre el discurso del General en Jefe Raúl Isaías Baduel, tanto que hasta ha sido tomado como bandera por el oposicionismo venezolano para criticar la construcción del Socialismo del Siglo XXI. De hecho Globovisión lo transmitió como alternativa al Aló Presidente, pretendiendo de esta forma resaltar la crítica que […]

Mucho se ha dicho y escrito sobre el discurso del General en Jefe Raúl Isaías Baduel, tanto que hasta ha sido tomado como bandera por el oposicionismo venezolano para criticar la construcción del Socialismo del Siglo XXI. De hecho Globovisión lo transmitió como alternativa al Aló Presidente, pretendiendo de esta forma resaltar la crítica que hizo Baduel al «socialismo» practicado en su momento en la Unión Soviética, el cual según «el partido político» canal Globovisión y sus voceros, es presuntamente defendido por el Comandante Chávez y nuestra Revolución Bolivariana, por supuesto una afirmación torcida y totalmente alejada de la realidad.

Si en algo coincidimos los revolucionarios de hoy es en la crítica contundente al denominado «socialismo real», que es precisamente el supuesto socialismo practicado en la extinta Unión Soviética. Uno de los críticos mas implacables a este mal llamado socialismo también lo fue, sin duda alguna, Ernesto Ché Guevara, de quién muchos revolucionarios hemos seguido sus ideas y ejemplo.

El socialismo para el Ché era el proyecto histórico de una nueva sociedad, basada en valores de igualdad, solidaridad, colectivismo, altruismo revolucionario, libre discusión y participación popular, todos conceptos ya plasmados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y llevados a la práctica paso a paso en la construcción del Socialismo del Siglo XXI liderado por el Presidente Chávez, mediante la formulación y ejecución de políticas públicas de profundo contenido social, las cuales están a la vista en Venezuela.

Tanto las críticas del Ché al «socialismo real» como su práctica como dirigente y su reflexión sobre la experiencia cubana, estuvieron inspirados por ese ideal. Esa misma práctica esta siendo llevada a cabo mediante la conformación del poder comunal y popular, que actualmente esta siendo impulsado por la Revolución Bolivariana de Venezuela.

Decía el Ché: «un sistema socialista que no tolera la divergencia, que no representa nuevos valores, que trata de imitar a su adversario capitalista, que no tiene otra ambición que alcanzar y superar la producción de las metrópolis capitalistas, no tiene futuro, si el socialismo pretende luchar contra el capitalismo y vencerlo en su propio terreno, en el terreno del productivismo y del consumismo, utilizando sus propias armas, el mercantilismo, la competencia, el individualismo egoísta, está condenado al fracaso», refiriéndose al sistema político y económico practicado en aquel entonces en la Unión Soviética .

Muchas fueron las causas del derrumbamiento del sistema soviético, pero nadie puede afirmar que fue debido a la práctica del ideal socialista. Otra historia se hubiera escrito si en la Unión Soviética se hubiera construido *el Verdadero Socialismo*. Esta construcción es inseparable de ciertos valores éticos, contrariamente a lo que plantean las concepciones economicistas, de Stalin hasta Kruschov y sus sucesores, quienes sólo consideraron el desarrollo de las fuerzas productivas.

Decía Baduel en su discurso: «…hay que admitir que este modelo teórico -hasta los momentos- ni existe, ni ha sido formulado….». Ciertamente, la construcción de un socialismo propio, endógeno, originario no se escribe ni se formula antes, se hace con el andar sobre el camino nuevo. Muy bien decía el gran revolucionario socialista peruano José Carlos Mariátegui: «No queremos que el socialismo sea en América calco y copia, debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva».

La aspiración del Ché Guevara al respecto se puede traducir en tres aspectos fundamentales en la búsqueda de un nuevo camino, en la búsqueda del hombre nuevo: La Gestión Económica, La libertad de Expresión y de Divergencias y la Democracia Socialista, no la social democracia practicada hoy en día en los países europeos, la cual es muy distinta al *Verdadero Socialismo* que pregonaba el Ché y que actualmente estamos construyendo en nuestra Republica Bolivariana con el quehacer diario. Los planteamientos de Ché Guevara respecto a la *Gestión Económica* en la Unión Soviética constituyen sin lugar a duda una dura crítica al «socialismo real» de los países del este europeo de entonces, el llamado bloque soviético. El Ché se oponía específicamente a los siguientes aspectos:

– la ley del valor como ley objetiva de las economías de transición al socialismo, tesis de Stalin defendida por Charles Bettelheim. – la mercancía como base del sistema productivo. – la competencia,-entre empresas o entre trabajadores, como factor de incremento de la productividad. – métodos de incentivo y distribución individuales en lugar de los colectivos. – privilegios económicos para los directores, gerentes y administradores. – criterios mercantiles en las relaciones económicas entre países socialistas.

*Al respecto Baduel expone:*»… no podemos permitir que nuestro sistema (el Socialismo del siglo XXI) se transforme en un capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción…» oponiéndose precisamente con lo sucedido en las Repúblicas Soviéticas por la aplicación de las prácticas capitalistas del Estado. Así mismo lo pregonaba el Ché.

En su famoso «Discurso de Argel» (febrero de 1965) el Ché Guevara llamaba a los países que se decían socialistas a «liquidar su complicidad tácita con los países explotadores del Occidente», que se traducía en las relaciones de intercambio desigual que llevaban con los pueblos en lucha contra el imperialismo. Para el Che «no puede existir socialismo si en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva actitud fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual, en la sociedad donde se construye o esta ya construido el socialismo, como de índole mundial en relación a todos los pueblos que sufren la opresión imperialista».

En su ensayo de marzo de 1965, «El socialismo y el hombre en Cuba, los modelos de construcción del socialismo vigentes en Europa oriental «, el Che rechazaba la concepción que pretendía vencer al capitalismo con sus propios fetiches: «Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía tomada como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etc.), se pudiera llegar a un callejón sin salida…Para construir el socialismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo».

Uno de los principales peligros del modelo importado de los países de la unión Soviética es el incremento de la desigualdad social y la formación de una capa privilegiada de tecnócratas y burócratas: en este sistema de retribución «son los directores quienes ganan cada vez más. Basta ver el último proyecto de la RDA, la importancia que adquiere la gestión del director, o mejor, la retribución de la gestión del director».

El fondo del debate consistía en una confrontación entre una visión economicista, la esfera económica como sistema autónomo, regido por sus propias leyes, como la ley del valor o las leyes del mercado, y una concepción política del socialismo, es decir la toma de decisiones económicas, las prioridades productivas, los precios, etc., según criterios sociales, éticos y políticos.

Las propuestas económicas del Che, la planificación versus el mercado, el sistema presupuestario de financiamiento, los incentivos colectivos o morales, tenían como objetivo la búsqueda de un modelo de construcción del socialismo fundamentado en estos criterios y por tanto, distinto del soviético, los cuales* son los mismos ideales que pregona el Presidente Chávez, empeñado en construir el Socialismo del Siglo XXI con raíces propias, mas dirigido hacia las enseñanzas del Ché que a modelos ya fracasados.

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