El Presidente Piñera se va sin decir nada sobre qué hizo por resolver «el caso Frei». A 50 años del triunfo del Presidente Frei Montalva (1964), asesinado, en enero de 1982, luego de liderar la lucha de los demócratas contra la Constitución de 1980, el proceso judicial, tras acreditar el crimen e identificar a presuntos […]
El Presidente Piñera se va sin decir nada sobre qué hizo por resolver «el caso Frei». A 50 años del triunfo del Presidente Frei Montalva (1964), asesinado, en enero de 1982, luego de liderar la lucha de los demócratas contra la Constitución de 1980, el proceso judicial, tras acreditar el crimen e identificar a presuntos culpables, parece desvanecerse ante «el peso de la noche» que cubre a un amplio espectro de la elite política, indiferente ante una causa inconclusa de un crimen único en la historia republicana.
Los golpes al «caso Frei»
«Quién mató a Frei» era el titular de The Clinic colgado en quioscos en agosto de 2006. A más de siete años la respuesta sigue siendo la misma, el hielo. Sorprende, ante los avances del juez: muerte por envenenamiento; implicación de agentes de seguridad y del Ejército; participación de médicos militares y procesamiento a seis personas entre autores, cómplices y encubridores.
Pero tras los progresos, el «caso Frei» recibió dos golpes secos, propinados sin ruido: el cese del mando policial y dispersión del equipo, que colaboró con el juez Alejandro Madrid, decidido por el director de la policía civil, Arturo Herrera, y la renuncia del abogado de la familia Frei, a cargo de la causa por más de siete años, por amenazas de muerte a él y a su hija.
El proceso judicial sigue adelante, pero con síntomas de desvanecerse. El tiempo avanza y la sociedad chilena parece acomodarse a la penumbra de un crimen contra un ex Presidente de la República que, a todas luces de la investigación del juez Madrid, compromete al Estado chileno, entonces bajo la forma de dictadura.
El Presidente y el «cómplice pasivo»
El Presidente Piñera tiene los días contados para entregar su gobierno. A días de conmemorarse el 32 aniversario del crimen, podría dar cuenta de su compromiso, asumido hace tres años: «Como Presidente de Chile yo hago mío este deber de colaborar para que la muerte del presidente Frei Montalva sea de una vez por todas esclarecida, sus responsables descubiertos y las sanciones aplicadas».
¿Qué hizo el Presidente Piñera para dilucidar las «sombras» e identificar los responsables? ¿Cuál fue el resultado de sus gestiones? y si no hizo nada, ¿por qué? Es importante saberlo, porque de lo contrario se estaría ante un incumplimiento grave, algo semejante a la de un «cómplice pasivo» de un crimen de Estado.
Frei, más que un padre de familia
Este año se cumple el 50 aniversario del triunfo presidencial de Eduardo Frei (1964-1970) como abanderado de la Democracia Cristiana, de la cual fue fundador y líder hasta su muerte. Y la DC, qué iniciativas políticas ha emprendido hacia diferentes estamentos de la sociedad y hacia instituciones, como el Ejército, entre otras, vinculadas a personas involucradas en los hechos que concluyeron en el envenenamiento de Frei, y en qué ha consistido el apoyo al juez instructor y a los abogados de la familia en su trabajo a favor de la justicia.
Frei Montalva no fue sólo un padre de familia, como para que sólo en ella descanse la causa. Fue el 40 Presidente de la República. Se le reconoce por su honestidad personal, su capacidad política e intelectual y, muy especialmente, por iniciar un proceso de cambios estructurales en la sociedad chilena: chilenización y nacionalización pactada del cobre, reforma educacional, reforma agraria, organización y participación de loscampesinos y de los sectores populares urbanos.
Líder contra la Constitución de 1980
Frei fue también un político controvertido. Optó por hacer un gobierno de partido único, recibiendo una dura oposición desde la derecha, después que lo apoyara en las elecciones de 1964 y desde la izquierda. El ex Presidente fue beligerante con el gobierno de Salvador Allende; justificó el golpe militar, calificándolo de «inevitable», pero no se sumó a las políticas de la dictadura.
Por el contrario, crecientemente crítico, se convirtió en líder de la disidencia democrática (desde republicanos de derecha hasta los comunistas). Encabezó la lucha contra la Constitución de 1980, actualmente vigente en su arquitectura fundamental, y planteó en forma visionaria la perspectiva de una Asamblea Constituyente para encarar la democratización del país una vez superada la dictadura.
«El peso de la noche»…
Frei fue asesinado por sus ideas democráticas y por su compromiso antidictatorial. Por eso resulta difícil comprender y decepciona que ni su partido ni los partidos que conformaron la Concertación hayan ido más allá de las buenas palabras anuales ante su estatua y de los buenos deseos de la acción de un juez.
La acción del magistrado Madrid asistido por un equipo policial eficaz e inexplicablemente disuelto y con la excelencia y rigor jurídico de la defensa de la familia, acosada desde las sombras, llegaron a acreditar el asesinato por envenenamiento. Ni la DC ni los demás partidos de la Concertación reaccionaron a estos golpes contra el esclarecimiento del crimen contra Frei Montalva.
¿Cuál es el problema gordiano de la democracia chilena por resolver este crimen? ¿Por qué se opta por acomodarse bajo «el peso de la noche» en vez de luchar abiertamente por los derechos humanos, por la justicia frente al crimen contra el Presidente de «la revolución en libertad» y de tantos otros chilenos que, como él, dieron sus vidas por convicciones y reponsabilidades políticas democráticas?
… y dejarlo en paz
El Presidente Piñera, a pesar de su compromiso declarado en el centenario de Frei (2011) se va sin decir palabra. A la «Nueva Mayoría» de la Presidenta Michelle Bachelet ¿le interesará aclarar este crimen o se inclinará por la comodidad de no hacer nada o permanecer inerme ante lo que pueda o no hacer un juez?,
Lo que sí gana espacio son esas palabras de hielo que invitan al silencio eterno dichas por Patricio Rojas Saavedra – ex Ministro del Interior (1969-1970), representante de la familia Frei en la Clínica Santa María y concuñado de uno de los procesados por el juez Madrid, el médico-militar Patricio Silva Garín, ex subsecretario de Salud (1967-1970) – cuando, fastidiado, señaló que lo que mejor es dejar a Frei en paz.
http://www.elclarin.cl/web/opinion/politica/10285-el-temor-de-saber-quien-mato-a-frei.html