Luego de que en febrero un exhaustivo estudio publicado en el «Journal of Psychological Science» encendiera la polémica al afirmar que las personas de derecha, de pensamiento conservador, tienen menor inteligencia, incluso detectable durante la niñez, un nuevo estudio de la Universidad de Arkansas, descubrió que el pensamiento de derecha está vinculado a la ley […]
Luego de que en febrero un exhaustivo estudio publicado en el «Journal of Psychological Science» encendiera la polémica al afirmar que las personas de derecha, de pensamiento conservador, tienen menor inteligencia, incluso detectable durante la niñez, un nuevo estudio de la Universidad de Arkansas, descubrió que el pensamiento de derecha está vinculado a la ley del mínimo esfuerzo, sea por las características de la persona, o por la necesidad de entregar respuestas sin mayor elaboración. Dicho estudio le viene como anillo al dedo al diputado Felipe Ward, porque a juzgar por las estupideces que anda propalando, su única neurona parece que se cansó.
«La gente tiende a apoyar las ideas conservadoras cuando tiene que entregar una primera respuesta o una respuesta rápida», señaló en un comunicado el doctor Scott Eidelman, a cargo del estudio.
El equipo de investigación llegó a esa conclusión mediante dos series de encuestas sobre ideas políticas, una en un bar, y la segunda en un laboratorio.
En el cuestionario en el bar, se hizo una ronda de preguntas y se le pidió a los entrevistados soplar en un alcohotest para medir su nivel de alcohol en la sangre. El sorprendente resultado fue que las personas con niveles de alcohol más alto tendían a responder de forma más conservadora que quienes tenían niveles más bajos.
Posteriormente, los investigadores repitieron el tema en un laboratorio, encontrando que quienes se distraían o se les pedía responder rápidamente tendían a dar respuestas de ideología conservadora, contrario a quienes tenían más tiempo para detenerse a pensar.
«Al evitar que la gente piense mucho o incluso al pedirles que reflexionen sobre una información de forma determinada, se puede impactar en la postura política de la gente de una forma que logra promover el conservadurismo político», concluyó en su estudio el doctor Scott Eidelman, el cual fue publicado en el «Personality and Social Psychology Bulletin».
Con haber entrevistado al diputado de la UDI, Felipe Ward, el doctor Eidelman y su equipo habrían llegado a la misma conclusión, ahorrandose un lote de tiempo, trabajo, dinero y encuestas.
Sin reparar en que hasta la Ministra del SERNAM, Carolina Schmidt, rechazó sus ataques a Camila Vallejo, Ward volvió a desperdiciar una oportunidad para guardar un discreto y prudente silencio, y así evitar poner en evidencia la escacez de sus luces y el raquitismo de sus talentos. De esa guisa, en una extrevista al diario Las Ultimas Noticias, publicada hoy, perpetró un festival de disparates, estulticias e imbecilidades.
Primero, dice que Camila Vallejo, «el año pasado, encabezó un movimiento estudiantil que supuestamente tenía un objetivo social, no político». O no leyó los diarios, o no sabe nada de política o dió positivo en el alcohotest del doctor Eidelman, o más probablemente, las tres cosas a la vez. Ignorar el carácter político del movimiento estudiantil, como hasta el menor de los pingüinos lo tenía meridianamente claro, significa que aún con el sistema binominal, la diputación se la sacó en una rifa.
Luego, se cambia de caballo a la mitad de la carrera, para afirmar a título de escopeta: «creo que parte parte importante de lo que está haciendo hoy tiene que ver con promocionar una imagen personal, más que levantar posturas ideológicas que puedan beneficiar a algún sector en Chile». Sería bueno que el diputado Ward ordenara sus módicas ideas antes de atreverse a invadir el espacio público con semejantes boberías. ¿No era que la acusaba de política?.
Entre los requisitos para ser elegido diputado se cuenta haber cursado la enseñanza media o su equivalente.
Si fuera por las respuestas a Las Ultimas Noticias, el diputado Ward no calificaría, por ignorante. En efecto, a reglón seguido se permite el siguiente desaguisado: «Nadie que pretenda representar los intereses del pueblo puede tener de líder espiritual a Fidel Castro, que es un dictador».
Tal parece que no ha leído los diarios, o no sabe, o probablemente ambas cosas a la vez, que Fidel Castro, por un problema de salud, abandonó formal y prácticamente todos sus cargos, el 31 de julio de 2006. Distinto es que los cubanos lo consideren el líder natural de la revolución, lo que públicamente Ward no se atreve a reconocer en Pinochet.
Vinculado con lo anterior, profiere un galimatías incomprensible: «La inconsecuencia que tiene, la inhabilita para cualquier elección», juicio que ratifica unas pocas líneas después: «Camila Vallejo es una persona trememendamente atractiva en lo físico, pero que en política se condenó al emitir las declaraciones que hizo con respecto a Fidel Castro».
A Ward, más que al alcohotest de Eidelman, hay que someterlo a un examen antidoping, porque nadie puede proferir impunemente semejantes udioteces.
Acusar de inconsecuente a Camila Vallejo por su comunión de ideas con Fidel Castro, equivaldría a acusar al propio Ward de inconsecuente, porque va a misa todos los domingos y fiestas de guardar o porque votará en contra del aborto terapéutico.
A Ward le sucede lo que a la gran mayoría de los derechistas del país: no sólo se intoxican con sus prejuicios, pesadillas y argumentos propagandísticos, sino creen que los comparte el resto del país.
Pero todavía faltaba la guinda de la torta. Con magnanimidad concede que Camila Vallejo puede tener un futuro, en la medida en que renuncie a sus ideas: «creo que tiene una gran futuro político, siempre y cuando comprenda que antes de comunista, tiene que ser chilena».
¿Chilena como los neoliberales que le han regalado nuestros recursos naturales al capital transnacional?; ¿chilena como los que han asesinado a miles de chilenos, o encubierto esos asesinatos, sin siquiera dar una disculpa, y menos, reconocerlo?; ¿chilena como esos cegatones que por defender privilegios espurios son capaces de conducir al país a conflictos abisales, de incalculables consecuencias?.
Los momios chilenos se quedaron pegados en el colapso de la URSS y los regimenes socialistas de Europa oriental, de principios de los 90. Eso les ha impedido percatarse que lo que en realidad está colapsando, es, a escala global, el modelo de capitalismo neoliberal, y en Chile, el engendro político y económico legado por la dictadura.
Evidentemente, dado su coeficiente intelectual, pedirle a Ward que lo entienda, sería como esperar una sinfonía de un cuervo. Con suerte, Ward está caro para las encuestas del doctor Eidelman.