Al terminar la etapa de negociaciones para firmar los acuerdos comerciales de la UE con Colombia y Perú, los negociadores europeos no han tenido en cuenta la gravísima crisis de derechos humanos que padecen esos países, especialmente Colombia. Las organizaciones ALOP -Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo), Grupo Sur, OIDHACO -Oficina Internacional de […]
Al terminar la etapa de negociaciones para firmar los acuerdos comerciales de la UE con Colombia y Perú, los negociadores europeos no han tenido en cuenta la gravísima crisis de derechos humanos que padecen esos países, especialmente Colombia.
Las organizaciones ALOP -Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo), Grupo Sur, OIDHACO -Oficina Internacional de Derechos Humanos-Acción Colombia-, y la Red UE-CAN, con sede en Bruselas, alertan sobre el hecho de que la cláusula de derechos humanos que ha sido acordada en la negociación con estos dos países es claramente insuficiente e inoperante.
De aprobarse el TLC tal como ha quedado al finalizar las negociaciones, Europa estaría enviando el mensaje al mundo, de que las violaciones a los derechos humanos existentes en Colombia, entran en el terreno de lo aceptable para los 27 países de la Unión.
Según Camilo Tovar, representante de ALOP en Bruselas, «Las cláusulas negociadas con Colombia y Perú representan un claro retroceso en cuanto a la promoción del desarrollo sostenible y los derechos humanos».
«En los acuerdos a firmar», continúa Gustavo Hernández de la Red UE-CAN «en términos del estímulo al desarrollo sostenible, la gobernanza y el Estado de Derecho, el Acuerdo negociado con Colombia y Perú representa una regresión respecto al SGP+ y respecto a otros acuerdos negociados en América Latina anteriormente».
Por su lado la representante de Grupo Sur, Lourdes Castro, agregó que «esta cláusula más parece redactada para proteger los intereses comerciales que los derechos humanos, y por tanto» subraya «no se ve ninguna posibilidad de protección real de los derechos humanos».
El Comisario para Comercio Karel De Gucht, no pudo justificar en su comparecencia ante la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo el 16 de marzo, por qué el texto del acuerdo es menos exigente y ofrece menos protección para los derechos humanos que el actual sistema de beneficios arancelarios SGP+, y por qué dicha cláusula ha sido reducida incluso en comparación con acuerdos anteriores de la UE con países de América Latina. Y esto, justo en el momento en que su país, Bélgica, a través del Parlamento Regional Flamenco, acaba de negar definitivamente la ratificación de un acuerdo bilateral de inversiones entre Bélgica y Colombia, precisamente por la preocupante situación de los derechos humanos y laborales en ese país.
Ante esta situación, las organizaciones europeas y latinoamericanas piden a la UE que abra urgentemente una investigación sobre las violaciones a los derechos humanos en Colombia, porque, según Emmanuel Raison, portavoz de OIDHACO, «si este país no ha sido capaz de respetar sus compromisos internacionales en el marco del SGP+, el nuevo acuerdo comercial, menos exigente, equivaldrá a un cheque en blanco, por encima de los derechos de los colombianos».
Colombia es reconocida internacionalmente como «un cementerio de sindicalistas», pues es allí donde se producen el 60% de los asesinatos de sindicalistas de todo el mundo. Por esto los dos principales sindicatos españoles Comisiones Obreras y UGT acaban de manifestar ante su gobierno, que preside actualmente la UE, que consideran «improcedente la firma de un Acuerdo de Libre Comercio con un país donde se continúan vulnerando los derechos humanos, sociales y sindicales, como lo refleja el incumplimiento de las recomendaciones de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de los compromisos adquiridos en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP-Plus)».
El pleno del Parlamento Europeo acaba de pedir a la Comisión Europea que monitoree de cerca la situación de derechos humanos en Colombia y le presente un informe. Sin embargo, el eurodiputado alemán Helmut Scholz, sostiene que la prisa para firmar este TLC deja muy mal a toda la UE y «demuestra que la Comisión [Europea] prioriza su agenda de negocios sobre otras consideraciones como las libertades civiles y la democracia».
Las organizaciones ALOP, Grupo Sur, OIDHACO y la Red UE-CAN llaman a los Estados miembros a no aprobar los acuerdos comerciales de la UE con Colombia y Perú en su forma actual.