Desde hace más de un mes, millones de habitantes de la Región Metropolitana hacen ingentes esfuerzos por tratar de trasladarse a sus lugares de trabajo y de vuelta a sus casas; miles de estudiantes batallan por volver a sus hogares después de un día escolar, incluso hay muertes en estos últimos días que están asociadas […]
Desde hace más de un mes, millones de habitantes de la Región Metropolitana hacen ingentes esfuerzos por tratar de trasladarse a sus lugares de trabajo y de vuelta a sus casas; miles de estudiantes batallan por volver a sus hogares después de un día escolar, incluso hay muertes en estos últimos días que están asociadas al nuevo sistema de movilización pública.
Producto de la implementación del plan estrella de este gobierno y el anterior, es fácil divisar las grandes aglomeraciones de santiaguinos en los lugares donde se toma locomoción pública. Con esta situación no es difícil suponer el descontento de los habitantes de la capital, más aún el enojo que todos los días se refleja en los rostros y las acciones que ocurren en las distintas poblaciones con diferentes grados de indignación.
Quienes planificaron en el anterior gobierno y quienes hoy lo implementan, con una indolencia tremenda de quien no padece el sufrimiento diario, piden calma desde sus flamantes vehículos 4X4.
El gran problema del Transantiago es que este cambio en la locomoción pública está pensado para el negocio de los empresarios microbuseros, esta pensado en la empresa privada y no en la necesidad del transporte público donde el Estado juegue el rol principal, como es en la gran mayoría de los países europeos desarrollados. Un cambio real pasa porque el Estado chileno asuma su rol, al servicio de todos los chilenos.
En el día de ayer, a modo de justificación el Subsecretario del Interior Felipe Harboe, nos cita dentro de los grupos que estarían identificados como causantes de los desordenes en las protestas contra el Transantiago. Aseguró que el gobierno ha identificado a grupos activistas participando en las manifestaciones de los últimos días contra el Transantiago y concluyó…
«Los hemos visto en diferentes manifestaciones (…) hemos visto a gente vinculada a movimientos como el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, gente vinculada a las Juventudes Comunistas. (…) No quisiera estigmatizar personas, pero hay gente que la hemos visto por ejemplo en marzo del año pasado liderando algunas tomas en Peñalolén, después los vimos en las manifestaciones estudiantiles, luego los vimos el primero de mayo, después del 11 de septiembre, entonces es gente que se dedica a estas cosas».
Según el diccionario de la Lengua Española, «estimado» subsecretario, el activista es un «agitador político»; es un miembro de un grupo o partido político que interviene activamente en la propaganda o en la acción, directa. Si la intensión de sus palabras, se acerca a esa definición, efectivamente nuestros militantes enfrentan su quehacer social de forma activa y audaz, siendo consecuentes con nuestra forma de concebir la política y su acción.
Sabemos que estas declaraciones no son al paso, forman parte de un análisis que se viene haciendo hace bastante tiempo en lo que los operadores del gobierno llaman situaciones de seguridad, cuyas fuentes son la Agencia Nacional Información, la inteligencia de Carabineros y otros servicios. Se han estado aplicando contra nuestros militantes y dirigentes, golpizas, detenciones arbitrarias, y acciones que se acercan mucho a la tortura, como son las reiteradas inmovilizaciones de los detenidos en las marchas para ser golpeados. Sabemos que es un cheque en blanco para las fuerzas especiales de carabineros en la represión de las protestas populares.
Sabemos que estas declaraciones cumplen algunos objetivos, uno de los principales es inventar un enemigo peligroso, responsable de las manifestaciones populares, «ya no es la gente la que protesta», son estos «activistas infiltrados», «de nuevo los mismos». Al respecto decimos que tenemos profundo respeto por la gente de nuestra patria, por lo pobres, por los trabajadores, y en consecuencia siempre hemos respetado las convocatorias que el propio pueblo se da. Lo que hacemos los rodriguistas no solo es nuestro derecho, sino que es nuestro deber apoyar estas convocatorias.
Somos partícipes de que este sistema debe sufrir cambios, lo hacemos tratando de ayudar a la conciencia popular, pero lo hacemos con honor, participando activamente de todas las movilizaciones sociales y lo seguiremos haciendo. Para nosotros fechas como el 11 de septiembre, el 1 de mayo significan un legado importante de lucha de nuestro pueblo y el mundo, para Harboe deben ser días de compras en el Mall.
Es cierto, hemos estado en todas las movilizaciones que dice, muchas veces lamentamos no estar en más. Lo venimos haciendo desde siempre, en la calle contra la dictadura, en las cárceles por las cuales pasamos, en las torturas que se nos inflingieron, en las muertes de nuestros hermanos, en las desapariciones de algunos de ellos. Siempre estuvimos, siempre estaremos. Lo nuestro es cambiar esta sociedad, este sistema, nadie nos paga, no recibimos millones de pesos por lo que lograron otros, lo hacemos por conciencia social, algo que Felipe Harboe no tiene.
Nosotros sabemos que él y el gobierno no nos temen, sabemos que temen las llamitas que se prenden en la conciencia de la gente, que va comprendiendo que no puede aceptar así no más la opresión y la explotación. Seguramente Felipe Harboe seguirá dando órdenes para el apaleo, y nosotros seguiremos estando en las calles protestando en conciencia en contra de lo que creemos esta malo.
Las reacciones de indignación son legítimas y las apoyamos, lamentando incluso, no poseer una mayor capacidad para poder acompañarlas ahí donde se produzcan.
Porque no aceptamos que se intente una operación de inteligencia, donde se criminalice la reacción ciudadana.
Porque no tenemos nada que esconder ya que las razones del descontento se encuentran en cada paradero, apoyamos y apoyaremos en la medida de nuestras fuerzas, la decisión de los pobladores de los sectores marginados a manifestarse.
¡Aún tenemos Patria Ciudadanos!
Dirección Nacional Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez