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Condena a la Seguridad Social

El Tribunal Superior de Canarias da la razón a un ex trabajador de CEPSA contaminado con amianto hace 20 años

Fuentes: CanariasAhora.es

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha estimado una demanda de un ex trabajador de la compañía CEPSA, Rafael M. Delgado, ya que se ha demostrado que se contaminó con amianto en la sala de máquinas de los barcos donde estuvo empleado hace unos veinte años. La intensa exposición al amianto ha provocado […]


El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha estimado una demanda de un ex trabajador de la compañía CEPSA, Rafael M. Delgado, ya que se ha demostrado que se contaminó con amianto en la sala de máquinas de los barcos donde estuvo empleado hace unos veinte años. La intensa exposición al amianto ha provocado que muchos años más tarde se le desarrollara una fibrosis pulmonar, producida por asbestosis, lo que le ha incapacitado para seguir trabajando como autónomo. La importancia de esta sentencia, ganada ya en primera instancia por el trabajador y defendido por la letrada María Josefina Méndez, es que podría afectar a muchos ex trabajadores de CEPSA empleados en los mismos barcos que hayan desarrollado enfermedad profesional por contacto con el amianto.

Según se recoge en la sentencia de la Sala de lo Social del TSJC, de fecha 5 de septiembre de 2007, la asbestosis es una fibrosis intersticial difusa pulmonar debida a la inhalación de fibras de amianto, que presenta un tiempo de exposición alto (10 a 15 años, según autores), aunque no siempre lo esencial es el número de años de exposición directa, sino el tiempo transcurrido desde la primera exposición, siendo posible que pueda aparecer tras un período de exposición de un año si ha sido muy intensa.

No obstante, se añade que la asbestosis pulmonar puede aparecer, si la exposición es muy intensa al cabo de pocos años pero por lo general se desarrolla a los 10 ó 15 años, puede aparecer después de haber dejado la exposición y se acompaña casi siempre de alteraciones pleurales diversas.

En el relato de los hechos, se aclara que el trabajador estuvo empleado en CEPSA desde 1983 hasta 1989 como mecánico naval. Al abandonar la compañía se estableció como transportista autónomo, hasta que inició un expediente por incapacidad laboral que incluye un informe médico, de 16 de noviembre de 2004, donde se le diagnosticó: «fibrosis pulmonar secundaria a contacto con asbesto con patrón restrictivo moderado (…); su patología es derivada de enfermedad profesional por contacto antiguo».

Incapacidad permanente

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le reconoció incapacidad permanente total para su profesión habitual, lo que implicaba que su pensión por invalidez se calculara como transportista y no como mecánico naval, que es bastante más alta. El fallo del TSJC desestima el recurso de CEPSA y del INSS y ratifica la sentencia del Juzgado de lo Social nº1 de Santa Cruz de Tenerife, por el que se condenaba al INSS y a la Tesorería General de la Seguridad Social a reconocer al trabajador una incapacidad permanente total para la profesión de mecánico naval y al pago de las prestaciones que correspondan con sus revalorizaciones.

Los barcos utilizados por la compañía petrolera estaban recubiertos con amianto y desde 1984 se debe aplicar un reglamento que establece las condiciones de seguridad necesarias e imprescindibles para trabajar en contacto con el amianto. En concreto, en el reglamento se indica que el objetivo es establecer medidas mínimas de evaluación, control, corrección, prevención y protección de la salud frente a los riesgos derivados de la presencia de polvo que contenga fibras de amianto en el ambiente de trabajo.

También se señalan en el reglamento las operaciones y actividades en las que los trabajadores estén expuestos a polvo de amianto y especialmente, entre otras: industrias de aislamiento de amianto, industrias de amianto-cemento, operaciones de demolición de construcciones cuando existe presencia de amianto, recubrimiento con amianto de tuberías y calderas, transporte, tratamiento y destrucción de residuos que contengan amianto.

Barcos y testimonios

Aunque CEPSA vendió los barcos a la naviera Marpetrol, ahora de capital ruso, la compañía petrolera es la armadora de las naves. Hay una lista importante de barcos que se construyeron utilizando el amianto. El trabajador afectado por asbestosis estuvo en los buques Mar Sofía, Valencia, Lérida, Bailén, Talavera, Vitoria, Móstoles y Zaragoza.

Según testimonios incluidos en la sentencia, el afectado trabajaba «12 horas diarias en el buque Zaragoza, más las horas que tenían que hacer para las reparaciones. La temperatura en la sala de máquinas era muy alta, porque normalmente la sala de aire acondicionado estaba averiada».

«Cuando tenían que hacer las reparaciones en la sala de máquinas, previamente tenían que desmontar y quitar el amianto que recubría la zona a reparar y una vez reparada tenían que volver a colocarlo. Muchas veces las reparaciones se hacían en alta mar. El Zaragoza era un buque que vibraba mucho, debido a problemas de construcción; la vibración podía ocasionar que las partículas de amianto se dispersaran».