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El triunfo de Gustavo Petro en Colombia

Fuentes: Rebelión

La victoria electoral de Petro en Colombia sucede en un contexto muy significativo en cuanto al alejamiento entre Estados Unidos e Iberoamérica.

Estados Unidos hospedó la última Cumbre de la Asociación de Estados Americanos (OEA) y abusó de su papel de anfitrión para excluir de la reunión a los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, una actitud de gran ordinariez que provocó una muestra de solidaridad hispanoamericana y distanciamiento con Washington.

Lo más destacado fue que el Presidente de México, Manuel López Obrador, se negó a asistir en protesta por la exclusión de las tres naciones iberoamericanas y envió en su lugar a un funcionario diplomático de menor rango.

Los Presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador también se abstuvieron de asistir por el mismo motivo. Esta postura valerosa y solidaria se asumió aun sabiendo que en Washington catalogan como hostil a quien no se pliega a sus designios, pero igual lo hicieron.

Después de 200 años de sometimiento a la imperialista doctrina Monroe, Iberoamérica está harta. La región de mayor y más añeja cultura en América ya no tolera ser el patio trasero de Estados Unidos.

El mensaje de Iberoamérica fue claro: “No necesitamos vuestra versión de la amistad, amistad tan engreída como falsa. Es una amistad parásita que cuesta sangre, destrucción y miseria, como lo saben todos vuestros amigos a quien habéis liberado para enseñarles a vivir a vuestro modo, porque confundís amistad con vasallaje.

Por eso nuestro rechazo. Porque estamos hartos de escuchar vuestras hipócritas mentiras puritanas, porque irrita escuchar lecciones de moral desde el púlpito de quien más guerras injustas y genocidas ha emprendido.

Iberoamérica exterminó a sus pueblos nativos tal como hicieron vuestros abuelos en vuestra cacareada democracia. En Iberoamérica aún se puede ver en los ojos de su población la mirada de sus ancestros nativos.Por ello es que los iberoamericanos tienen más derecho a llamarse americanos que vosotros.

Cuando comenzáis a hablar de principios y moral ya sabemos que se debe poner a salvo el patrimonio.Os rechazamos porque Iberoamérica ha sufrido como ninguna otra región del mundo vuestras agresiones, vuestros engaños y vuestro atropello instintivo del derecho ajeno. Iberoamérica está harta de la miseria que sembráis con vuestras doctrinas económicas orientadas sólo por el afán de lucro.

Cuando habláis de libre comercio hay que entender libre expoliación y deslealtad comercial. Ese es el testimonio que muestra la emigración de miles de familias campesinas que abandonan nuestros campos para escapar del hambre que siembran los subsidios a vuestras exportaciones agrícolas. Un testimonio escuchado en toda la Iberoamérica que ha firmado acuerdos comerciales con Washington. Estamos hartos de vuestra amistad y como ahora hay chicos nuevos por el barrio podemos escoger amigos que nos respeten y no quieran hacernos vasallos ni nos den hipócritas lecciones de ética y moral, porque es bien sabido que la gente se jacta de ser lo contrario de lo que en realidad es.

En ese ambiente Iberoamericano sucede la victoria en Colombia del excatedrático, exguerrillero y exalcalde Gustavo Petro.

Victoria electoral de un candidato cuyo proyecto de gobierno es más que una confrontación con Washington, será un acercamiento al mundo multipolar que escapa del control de Washington y que se perfila este año de 2022.

La victoria de Petro pronto será seguida por la de Lula da Silva en Brasil, un conocido luchador sindicalista fundador del BRICS que fue víctima de una conjura urdida en Washington para impedir su victoria electoral contra Bolsonaro, la ficha de la que Washington ahora se aparta porque resultó ser de una derecha más nacionalista e independiente que la derecha europea vasalla de Estados Unidos. En fin, una especie de Víktor Orban que hará muy fluida la transición política entre Balsonaro y Lula.

Otro que nutre una política propia es Alberto Fernández, el Presidente de Argentina que reivindica contra Inglaterra, ante la ONU, la devolución de las islas Malvinas y acentúa sus relaciones amistosas con Moscú, Beijing y los BRICS.

Rusia en Ucrania

La operación militar rusa en Ucrania está cerca de cumplir su objetivo de desnazificar y desmilitarizar a Ucrania y poner el Donbás salvo de los ataques de Zelensk, es probable que lo asimile la Federación rusa e igual es probable que lo haga con el sur de Ucrania, que tampoco reconocía el gobierno antirruso instalado por Washington en Kiev después del golpe de Estado de Plaza Maidan (2014). El menosprecio de Washington en Iberoamérica es sólo un síntoma del Nuevo Orden Mundial más centrado en Eurasia que en el Atlántico.

Europa es el único lugar que aún se presta al sacrificio en aras de su amo que la subyuga y degenera su cultura desde hace 70 años.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.