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Elecciones de la FECH: anuncio de un 2012 de mayor lucha política y social

Fuentes: G80

Las elecciones de la FECH llevadas a cabo los días 5 y 6 de diciembre han resultado en una victoria clara y contundente de la izquierda, en especial de aquella izquierda más radical y consecuente. Como contrapartida, fue una derrota completa para las dos derechas, tanto la Alianza como la Concertación. Hay una clara radicalización […]

Las elecciones de la FECH llevadas a cabo los días 5 y 6 de diciembre han resultado en una victoria clara y contundente de la izquierda, en especial de aquella izquierda más radical y consecuente. Como contrapartida, fue una derrota completa para las dos derechas, tanto la Alianza como la Concertación.

Hay una clara radicalización del estudiantado de la U. de Chile. El año pasado, la lista que encabezaba Camila Vallejo superó por alrededor de 80 votos a la lista del vicepresidente Francisco Figueroa, de «Creando Izquierda». Este año, cada una de esas listas (o su votación) se separaron en dos: la lista de Camila Vallejo este año se separó en la lista J, «Izquierda Estudiantil», de las JJCC y la lista C, de Nueva Izquierda; la votación de la lista de Figueroa este año se disgregó en dos propuestas: la lista F, «Creando Izquierda», y la lista I, «Luchar, por una universidad popular». La suma de las dos primeras quedó más de mil 200 votos debajo de la suma de las dos segundas, indicando un crecimiento relativo de 1.300 votos para la izquierda más radical.

La lista I, «Luchar, por una universidad popular», integrada por colectivos políticos como el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), de tendencia comunista-libertaria, Praxis, de tendencia marxista y parte de Igualdad, y otros, logró una alta votación en su primera participación electoral, logrando conquistar el tercer puesto y la Secretaría General de la FECH, amén de numerosos consejeros.

Este giro a la izquierda, que significó la desaparición de la derecha de la mesa ejecutiva de la FECH, resulta en una representación más real de la voluntad política actual de los estudiantes de la U, tras un año de intensas movilizaciones y maduración política. De la nueva directiva se puede esperar el continuar con las movilizaciones y, a la vez, el constituirse en una barrera para que el oportunismo concertacionista no instrumentalice al movimiento estudiantil en su beneficio electoral.

El PC acogió de mala forma la derrota de su representante en la lucha por la presidencia de la FECH. En lugar de examinar autocríticamente su política de alianzas con la repudiada Concertación, ha preferido escudarse en una supuesta campaña anticomunista. En una actitud reñida con la ética política, inventó y esparció el rumor sobre un supuesto apoyo de la derecha a Gabriel Boric, el nuevo presidente electo de la FECH. No quiere asumir que su acercamiento a la Concertación y a dirigentes desprestigiados como Arturo Martínez terminó «quemando» a la más carismática dirigente nacida de sus filas desde hace mucho tiempo.

Las elecciones de la FECH no son un hecho aislado, sino parte de una tendencia general a la radicalización política. Ésta se ha expresado tanto en la conducción de la CONFECH, cuya mesa ejecutiva está integrada por seis representantes de la izquierda radical y dos de la centro-izquierda de la alianza PC-Concertación, como en recientes elecciones estudiantiles en que la izquierda radical se ha posicionado por primera vez (como la lista «Crecer» en la UC, que llegó tercera en su debut) o consolida una presencia anterior (como la lista «Crear» en la UCV, que obtuvo la primera mayoría relativa y pasa a segunda vuelta).

La tendencia es a dotarse de representaciones más dispuestas a una lucha a fondo con el sistema neoliberal y sus representantes políticos, Alianza y Concertación. El 2012 debe ser un año de reanimación del movimiento estudiantil, que dio una lucha heroica y sufrió un gran desgaste por ello.

En la comuna de Peñalolén, los movimientos sociales tuvieron una importantísima victoria en el plebiscito del 11 de diciembre recién pasado, al rechazar las modificaciones propuestas por el alcalde Claudio Orrego al plan regulador, que favorecían a las empresas inmobiliarias. Orrego fue forzado a ir al plebiscito por el movimiento social, por más que intentó evitar ese evento, incluso recurriendo a una salvaje represión y persecución de los dirigentes sociales. Aunque toda la clase política de Peñalolén, desde la diputada Christi de la UDI hasta el PC, apoyaba el Sí, el movimiento social en lucha les dio una contundente derrota.

Como editorializamos anteriormente, el 2012 debe ser también el año de sumar a todas las fuerzas del pueblo, en particular a los trabajadores, para lograr quebrarle la mano al gobierno empresarial de Piñera.

Esta unidad por supuesto no se construye en el aire ni es sólo para cambiar la educación. Se trata de una lucha para terminar con la institucionalidad construida por la dictadura y afianzada, legitimada y profundizada por los gobiernos concertacionistas.

Nuestro objetivo central como G80 para el año 2012 es hacer de ése el año de la inauguración de la lucha popular por la Asamblea Constituyente. Creemos que sólo en torno a esta lucha pueden unirse en una alianza de calado histórico y político todos los sectores sociales que están por transformar Chile, terminando con la noche negra de la contrarrevolución neoliberal, que dura ya largos 38 años.

El capitalismo neoliberal ha dado señales de agotarse no sólo en Chile, sino a nivel global. Está arrastrando a pueblos enteros a la bancarrota, como en Grecia, y se vuelve extraordinariamente agresivo e intervencionista, como atestigua la agresión a Libia y las amenazas contra Irán.

La enorme crisis económica no es sólo una crisis financiera, sino una crisis capitalista en toda su extensión, No se saldrá de esta crisis, por lo tanto, acabando sólo con el rol abusivo que ha adquirido el capital financiero, sino comenzando a desmontar la propia base capitalista de su existencia.

Por ello nos definimos políticamente por soluciones de fondo, no sólo reformas menores al modelo neoliberal. Y la solución de fondo es que sea el propio pueblo de Chile quien tome en sus manos la construcción de una nueva institucionalidad democrática y popular, creada de abajo hacia arriba, que ponga los grandes medios de producción de la riqueza social bajo el control ciudadano, avanzando en una institucionalidad política radicalmente democrática, una economía igualitaria y una cultura liberadora.

El 19 y 20 de Noviembre recién pasado se llevó a cabo en Valparaíso, en la sede tomada de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso, el Congreso Preparatorio de la Vía Popular y de los Pueblos a la Constituyente, que definió la convocatoria para fines de Abril del 2012 al Primer Congreso Constituyente Popular. Como G80 participamos de esa iniciativa y trabajaremos con toda nuestra fuerza en esa perspectiva, con el convencimiento de que es el único camino para construir las soluciones de fondo que Chile y sus pueblos necesitan.

A partir de esa definición también tomamos posicionamientos frente a las elecciones municipales de octubre de 2012. En ellas llamamos a apoyar a los candidatos populares que estén por levantar la vía popular y de los pueblos a la Asamblea Constituyente. Las peleas entre la Alianza y la Concertación no nos interesan ni nos convertiremos en satélite de esas luchas en la izquierda.

Queremos cambios de fondo, no cargos en un eventual próximo gobierno concertacionista, no importa bajo qué etiqueta intente camuflarse. En dicha eventualidad, seremos oposición a tal gobierno, porque buscará perpetuar, con cambios cosméticos menores, la actual institucionalidad neoliberal y renovar el pacto de gobernabilidad de 1989.

No abandonaremos a los ciudadanos de izquierda que busquen alternativas electorales para los cambios que planteamos. Hemos decidido sumarnos a los esfuerzos del Partido Igualdad por legalizarse y servir de instrumento electoral de las luchas populares, planteándose como alternativa electoral a la Alianza, la Concertación y sus satélites.

Queremos hacer de las elecciones una tribuna por la Asamblea Constituyente y las luchas populares, luchas que el año 2012 deben crecer en calidad y cantidad. Nos proponemos contribuir a la unidad del pueblo desde las bases mismas, para crear un nuevo poder democrático que sea capaz de disputar a la institucionalidad neoliberal y derrotarla.

¡A construir la alianza estudiantil-popular-trabajadores!

¡A unir todas las fuerzas sociales y políticas populares en la Vía Popular y de los Pueblos a la Asamblea Constituyente!

¡A hacer del año 2012 el año de lanzamiento de la lucha popular por la Asamblea Constituyente y las demandas del pueblo!

¡A derrotar con la lucha popular al gobierno empresarial de Piñera! http://www.g80.cl/noticias/editorial_completa.php?varbajada=14072