Doctora Piedad Córdoba y demás integrantes de colombianas y colombianos por la Paz: El E. L. N. le extiende respetuoso saludo a propósito de su carta del pasado 18 de Julio, reconociendo nuevamente sus aportes por la paz de Colombia. Compartimos con ustedes la importancia de una comunicación epistolar más fluida, mientras se dan las […]
Doctora
Piedad Córdoba y demás integrantes de colombianas y colombianos por la Paz:
El E. L. N. le extiende respetuoso saludo a propósito de su carta del pasado 18 de Julio, reconociendo nuevamente sus aportes por la paz de Colombia.
Compartimos con ustedes la importancia de una comunicación epistolar más fluida, mientras se dan las condiciones para un dialogo directo.
Ya en nuestro último pronunciamiento al evento realizado por ustedes en Buenos Aires, el pasado febrero, les reiterábamos nuestro compromiso y esfuerzo, por encontrar una solución política al grave conflicto social y armado que padece Colombia desde hace más de 60 años.
Ustedes saben que no se trata de una retórica, sino de un compromiso muy serio por la paz, la democracia real, la soberanía, así como la justicia y equidad social, para nuestra patria.
Palpar hoy que buena parte del movimiento de masas, asume la bandera de la paz, como un objetivo prioritario, alienta nuestros esfuerzos, porque todo aquello que asuman las masas, es exigencia que llega a buen final.
No cabe duda, que el aporte de la comunidad internacional, en particular de los gobiernos y pueblos del continente, tiene un importante papel por jugar en la paz de Colombia, mucho más cuando el desbordado conflicto interno colombiano, impacta más allá de las fronteras y en tal sentido alcanzar la paz en Colombia es alcanzarla igualmente para la región.
Sea oportuno, reafirmar, a propósito de su misiva, nuestro respeto y acatamiento al Derecho Internacional Humanitario y sus protocolos, expresando nuestro interés a intercambiar asuntos particulares, para el caso específico del conflicto colombiano.
Los graves y dolorosos hechos que afectan la población colombiana, involucrada en el conflicto, nos angustia igualmente y es oportuno recabar ante ustedes y ante el mundo, que jamás ha sido política del ELN, afectar la población con nuestras actividades.
Si en algunas ocasiones esto ha ocurrido, es fruto de lamentables accidentes o errores, que hemos estado atentos a reconocer públicamente y corregir.
En nuestra normatividad interna, existen cláusulas, que obligan a los mandos, a evitar al máximo los daños colaterales a la población, cuando se da la confrontación con la Fuerzas Armadas del Estado colombiano.
Si algún error se comete en estas actividades, los implicados son sancionados conforme a nuestros reglamentos.
El ELN desde siempre ha tenido respeto por la población, mucho más cuando se considera parte de ella y expresión de su rebeldía y lucha.
Desde la década de los años 80, se rige por las Normas de Comportamiento con las Masas, aprobadas por la entonces Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.
No cabe duda que, como lo afirman ustedes, el Conflicto interno colombiano, se sigue profundizando y degradando, por eso es preocupante la posición del gobierno Santos, de que vivimos una etapa de pos conflicto, con esa valoración cabe preguntarse, ¿cuáles van a ser sus esfuerzos por resolverlo?
Los temas, que ustedes mencionan para intercambiar, nos merece toda la atención, así como también otros que consideramos deben ser abordados por su relación con el origen del conflicto, y parte importante de la acuciante realidad colombiana que, al no resolverse, se convierte en una bomba de tiempo que agrava mucho más el terrible drama social y político que hoy padece la patria.
El movimiento de masas debe ser escuchado y que las salidas sean de su aprobación, de otra manera, se cae en el vacío.
Colombia hoy, exige la democracia directa, ya se ha demostrado que la llamada democracia representativa es un fracaso, sencillamente porque esos llamados representantes, solo se representan así mismos y los intereses de quienes los financian.
El ELN ha expresado públicamente y en repetidas oportunidades, su disposición a un dialogo bilateral sin condicionamientos, la agenda y reglamento se construyen por las partes en dichos diálogos.
Finalmente compartimos con ustedes, que una mesa gobierno e insurgencia es hoy lo mas aconsejable y en tal sentido nos esforzamos para alcanzarlo.
Deseosos de mantener esta comunicación bilateral y mejorarla cada vez más, es nuestro sincero deseo.
Respetuosamente:
Nicolás Rodríguez Bautista.
Primer comandante del E. L. N.
Colombia, finales de Julio de 2011
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