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Emmanuel vive

Fuentes: Rebelión

Ahora que la misma realidad del conflicto interno colombiano en el marco de la búsqueda de caminos hacia la concreción del Intercambio Humanitario ha ubicado vivo en Bogotá al niño Emmanuel, se impone la necesidad y la obligación tanto para el Estado como para las Farc de iniciar prontamente las conversaciones que conduzcan a la […]

Ahora que la misma realidad del conflicto interno colombiano en el marco de la búsqueda de caminos hacia la concreción del Intercambio Humanitario ha ubicado vivo en Bogotá al niño Emmanuel, se impone la necesidad y la obligación tanto para el Estado como para las Farc de iniciar prontamente las conversaciones que conduzcan a la entrega de parte y parte de todas las personas privadas de su libertad como consecuencia del conflicto.

La ubicación de Emmanuel en el estatal ICBF, la valoración genética de los vínculos familiares con su rama materna y el reconocimiento insurgente que sí es él, es mandato humanitario en doble sentido: hacia las Farc que concrete con el Gobierno procedimientos para un primer conversatorio que precise fórmulas de negociación conducentes a acuerdos humanitarios, también entreguen a las doctoras Clara Rojas y Consuelo viuda de Perdomo; y hacia el Gobierno, que entregue al niño Emmanuel a su Abuela en Caracas y por tener el monopolio Constitucional de la fuerza y la obligación convencional internacional sobre DDHH y DIH, que facilite las condiciones materiales y políticas para la realización del Intercambio Humanitario en Pradera y Florida.

Ahora mismo no es el momento de la recriminación recíproca de las partes; de lo que se trata es concretar fórmulas humanitarias, que son sólo eso: ¡humanitarias!, para que en primer término Emmanuel esté con su madre; que cesen los operativos ofensivos militares de parte y parte para que las inminentes liberadas las doctoras Clara Rojas y Consuelo González sean entregadas como lo habían prometido al Presidente Chávez.

Nosotros el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Santiago de Cali y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos seguimos propugnando por el intercambio humanitario que sigue siendo viable jurídicamente, necesario socialmente, válido humanitariamente, vigente políticamente y además posible en Colombia.

Le decimos a las Farc y al Gobierno que podríamos nosotros al lado del CICR y de la comunidad internacional si así lo aceptan, acompañar, con todas las garantías que se nos ofrezca, este primer proceso para que las dos mujeres retenidas y prometidas para liberarlas por parte de las Farc, estén prontamente al lado de sus familias, y Emmanuel con su Abuela mientras entregan a su madre Clara Rojas.

Colocaríamos todo nuestro acervo jurídico y humanitario, como lo hemos venido haciendo hace años y de manera permanente, al lado de los Acuerdos que conduzcan, entre uno de ellos, al Intercambio Humanitario de todas las personas privadas de su libertad como consecuencia del conflicto social y armado, con la propensión de buscar la disminución de la intensidad del conflicto, mientras se logra la solución política de él. ¡Tienen la palabra el Gobierno y las Farc!

Es inminente como ya lo hemos afirmado que, hasta que se resuelva el actual conflicto, ya sea mediante la solución política de él o la victoria armada total de una de las partes, o se intensifique de tal manera, y que se generalice la privación de la libertad de múltiples personas como consecuencia del conflicto, se concrete a través del Legislativo Colombiano, el trámite de una Ley de Canje permanente, que surja de la negociación entre el Estado y la Insurgencia, que recoja el sentir que el Intercambio Humanitario no es claudicación para las partes, en este conflicto que además de social también es armado, donde se confrontan militar y políticamente unas Fuerzas Armadas Constitucionales vs otras Fuerzas Armadas Revolucionarias, confrontación ya cercana al medio siglo .

S erá luego que las partes en contienda, reconozcan y asuman crítica y autocríticamente lo que les corresponda, pero hoy predomina la defensa y concreción inmediata de Acuerdos Humanitarios, no para humanizar la guerra, pues las guerras son inhumanas en su esencia y proceder, si no para por lo menos disminuir la intensidad del conflicto, que vaya abriendo camino hacia la solución política de él para que haya paz con justicia social.

Emmanuel espera junto a todos los niños y niñas colombianas y sus familias ejercer sus derechos, en el marco de los Tratados Internacionales de DDHH, DIH y Derecho de los Pueblos que prevalecen y además complementan la normatividad interna. No hacerlo es profundizar el conflicto.

Bogotá Enero 05 de 2008

* Athemay Sterling :Director Centro de Derechos Humanos Universidad Santiago de Cali, Abogado Defensor de Derechos Humanos, integrante del Equipo periodístico de VOZ, Subdirector CPDH y ANDAS Valle, constituyente de la Comisión de Impulso al Intercambio Humanitario, profesor Universitario, Director de Derecho Preventivo & Derechos Humanos, escritor, historiador y analista político, Ex Consejero Departamental y Asesor de Paz, conferencista nacional e internacional sobre Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Derecho Penal Internacional, sobreviviente del genocidio político cometido por el Estado contra el Partido Comunista Colombiano y la Unión Patriótica, Consultor de la Sección América de la Federación Sindical Mundial con sede en la Habana Cuba.