El 5 de agosto de 2017, dos hombres fueron asesinados por miembros del Ejército Nacional en medio de supuesto operativo anti extorsión. Según versión oficial de la institución castrense, los dos muertos Víctor Julio Baca Durán y Yair García, eran guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional -ELN- que extorsionaban a los campesinos de la zona […]
El 5 de agosto de 2017, dos hombres fueron asesinados por miembros del Ejército Nacional en medio de supuesto operativo anti extorsión. Según versión oficial de la institución castrense, los dos muertos Víctor Julio Baca Durán y Yair García, eran guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional -ELN- que extorsionaban a los campesinos de la zona rural de la Jagua de Ibirico en Cesar.
Sus familias mencionan que ellos, aunque si fueron miembros de grupos guerrilleros, al momento de los hechos eran desmovilizados y estaban buscando empleo; incluso formaban parte del programa de reinserción del Ministerio de Defensa y portaban el respectivo certificado; Víctor Julio tenía una cuenta de ahorros en la que el programa de reinserción le consignaba una suma de dinero mensual. Asimismo, muchas personas los vieron y estuvieron compartiendo con ellos justo en los días anteriores a su muerte y que lo ocurrido simplemente es muestra de que Víctor y Yair son víctimas de lo que mediáticamente se conoce como «falsos positivos».
Al día de hoy, existe investigación por sus muertes en la Justicia Penal Militar. Se solicitó conflicto de jurisdicción, pretendiendo llevar la investigación a Jurisdicción ordinaria, pero fue resuelto de forma negativa por la juez militar Capitana Ana Rocío Gómez Romero continuando en su despacho la investigación. Esta funcionaria en conversación informal con el abogado representante de víctimas manifestó que para ella no había una ejecución extrajudicial sino combate y que no entregaría el proceso a la justicia ordinaria, salvo que el Consejo Superior de la Judicatura lo ordenara; lo absurdo y paradójico es que la Fiscalía General de la Nación a pesar de existir denuncia por los hechos desde hace varios meses se he negado a estudiar los hechos; luego, el circulo de impunidad se cierra.
Así las cosas, hoy las muertes de estos dos hombres engrosan la larga lista de ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de la fuerza pública y no puede quedarse en la impunidad. Por ellos y por todas las personas que fueron asesinadas sin tener relación con el conflicto armado hacemos memoria, porque no podemos permitir que los responsables sigan sin responder por sus actos, no debemos olvidarlos.
Fuente original: https://prensarural.org/spip/spip.php?article23425