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Exitoso seminario convoca a cientos de dirigentes sindicales y sociales

«En búsqueda de una nueva Previsión. No más AFP»

Fuentes: Rebelión

Este miércoles 4 de abril, en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, se reunieron más de 250 participantes, en su gran mayoría dirigentes sindicales, pero también universitarios y de otros movimientos sociales, en torno al Seminario «En búsqueda de una nueva previsión. No más AFP», con expositores de la talla de Ricardo Hormazábal, […]

Este miércoles 4 de abril, en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, se reunieron más de 250 participantes, en su gran mayoría dirigentes sindicales, pero también universitarios y de otros movimientos sociales, en torno al Seminario «En búsqueda de una nueva previsión. No más AFP», con expositores de la talla de Ricardo Hormazábal, abogado y ex Senador; Gonzalo Cid, economista, investigador de Cenda y dirigente del movimiento de diversidad sexual; y Luís Mesina, secretario general de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios y Afines, organizadora del evento.

La nutrida concurrencia demostró del interés que existe en la sociedad y en sus organismos vivos, de poner fin a lo que se califica como «una estafa legal» de las AFP en contra de los trabajadores, punto en el que coincidieron los panelistas, pese a las diferencias políticas y de enfoques.

Se dijo que las AFP no son un sistema de previsión sino de ‘ahorro forzoso’ de los trabajadores en beneficio de los grandes grupos financieros.

Que no existe en el mundo un sistema como este, que arroja pérdidas para los dueños de los recursos y ganancias para quienes los administran. «Las AFP entregan pensiones miserables, son malas, caras y oligopólicas», en palabras del abogado Hormazábal».

Que cuando se creó el sistema bajo la dictadura militar, se prometieron pensiones superiores al 75% de las últimas remuneraciones y hoy el promedio de las pensiones llega apenas a $174.000, que es un tercio de los salarios de los trabajadores que cotizan en el sistema, y que la tendencia es a empeorar.

Se habló que durante el 2008, las AFP perdieron el 61% de las ganancias de los 26 años anteriores.

Que lejos de lo que pregonan los amantes del libre mercado, el sistema de AFP es una gran carga para el fisco, siendo éste el que ha financiado el 60% de los beneficios pagados por las aseguradoras.

Que este sistema es extremadamente discriminador con la mujer chilena, «aberrante», según Gonzalo Cid, al entregarle a la mujer un tercio de lo recibido por un hombre al momento de jubilar sólo por su género. Condenando a las mujeres a la miseria por un mal calculada expectativa de vida -entre otros factores- que no diferencia clase social ni distribución geográfica.

Entre las propuestas, se mencionó la creación de una AFP de los trabajadores y una estatal, posturas que fueron rebatidas, la primera, por haber sido probada en los inicios del sistema, cuando los gremios intentaron proteger los recursos de los trabajadores creando sus propias Administradoras de Fondos de Pensión. Los bancarios tenían la AFP Futuro, así como los profesores tuvieron la AFP Magíster, la última en sucumbir antes las presiones de las grandes corporaciones; y la segunda, por ser una continuación del modelo que no conlleva cambios estructurales al sistema.

También se habló de reconstruir un verdadero sistema de Seguridad Social, basado en los principios de la solidaridad y la universalidad desmintiendo la propaganda negativa que existe contra el sistema de reparto. «El antiguo sistema era mucho más eficiente y eficaz que las AFP», y concebía «la previsión y la salud como parte de un todo, tanto en la vida activa como pasiva», sostuvo Mesina.

Se propuso aumentar la cotización actual a un 25%, pero con cargo a los empleadores y al Estado. Es decir, volver a la cotización tripartita,

Que los actuales fondos deben ser intervenidos por el Estado, propiciando «la creación de Corporaciones Privadas sin fines de lucro que administren estos fondos con un criterio que contribuya a detener las millonarias perdidas y expulsar a los inmorales que se han enriquecido con nuestros ahorros», propuso Mesina, agregando que en el intertanto, todos los trabajadores debieran trasladarse al fondo E, «para impedir que continúen con la especulación». 

Finalmente, al acercarse la hora de término, se instaló en los asistentes la justeza del desafío de terminar con las AFP y que será necesaria una intensa movilización social para contrarrestar el enorme poder económico y político que las sustentan. «A esta tarea les convocamos: a levantar una gran red en todo Chile por el fin del actual sistema de las AFP y sus abusos, para levantar un sistema solidario de Seguridad Social, que cambie el rostro desigual de nuestro país», invitó el secretario genera de la Confederación Bancaria.

Ana Muga Sáez es Periodista (Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios de Chile)