Recomiendo:
1

La lucha del pueblo mapuche

En defensa de Héctor Llaitul y la CAM

Fuentes: Rebelión

«Para la mayoría de los que se dicen Mapuche, que romantizan la lucha del pueblo Mapuche, estas imágenes le dan la razón al estado chileno y se sacuden como si fuera tiña que un Mapuche pueda empuñar un arma para la defensa de su territorio» (Wangu Len)

Tuvimos el privilegio de conocer la lucha del pueblo mapuche de primera mano en el Wallmapu, concretamente en el actual sur de Chile, territorio histórico mapuche ocupado por el Estado chileno. Desde entonces venimos defendiendo y apoyando internacionalmente la digna lucha de este pueblo, en especial la corriente autonomista de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), organización que en las últimas décadas se ha ganado un respeto entre los principales movimientos de América Latina que luchan y resisten por la restitución y la recuperación de las condiciones materiales y espirituales de los pueblos originarios.

La CAM nació en los años 90 como un proyecto político de las comunidades mapuche en resistencia contra el gran capital y sus inversiones extractivistas. Desde entonces ha mantenido una legítima resistencia contra el avance de megaproyectos de empresas que, como las forestales, destruyen la mapu (tierra) y las formas históricas de vida mapuche. Por ese motivo sus weichafe han sido perseguidos y criminalizados. Asesinatos como el de Matías Catrileo, Álex Lemún y los más recientes de Camilo Catrillanca y Pablo Marchant, así como largas condenas de prisión contra sus comuneros dan cuenta de la guerra contrainsurgente -militar y mediática- contra el movimiento autonomista.

Conocimos a Héctor Llaitul, vocero histórico de la CAM, en 2015, durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, presidenta «progresista» de la Concertación que mantuvo el statu quo e incrementó el despojo, la militarización y la arremetida contra el pueblo mapuche. En ese tiempo Héctor obtenía la libertad condicional tras un largo periodo en prisión.

Otro gobierno dizque progresista preside hoy Chile, el de Gabriel Boric, que suma méritos a la larga lista de mandatarios estafadores de los pueblos. Hoy, Héctor Llaitul vuelve a estar en la cárcel. Él y otros 10 weichafe de la CAM cumplen prisión preventiva a espera de juicio. El pasado 7 de marzo, en la audiencia preparatoria de juicio del werken Héctor Llaitul, donde se rechazó la modificación de su prisión preventiva, el Ministerio Público reveló unas fotografías sacadas de su celular en las cuales Llaitul aparecía con armas. La prensa corporativa chilena se hizo eco de las fotografías para continuar su campaña de criminalización contra su persona y el movimiento. Tratan así de desfigurar a un movimiento que en las últimas décadas ha desarrollado una línea de pensamiento político propio, donde priman altos principios de dignidad y ética.

Es bien conocido que la CAM desarrolla acciones de sabotaje al gran capital forestal que destruye y despoja la tierra y las formas de vida comunitarias mapuche. Acciones que consisten en golpear a los intereses capitalistas y retirarse tratando de evitar el enfrentamiento y poniendo por delante el respeto a la vida. Sin embargo, es ingenuo pensar que en el desarrollo de estas acciones, cuando los weichafe son sorprendidos por quienes hacen de guardianes del capital, no sea legítimo recurrir a la defensa para contener el avance de quienes ya han asesinado a comuneros mapuche por la espalda o mediante ejecuciones. Como es ingenuo pensar que el derecho a la rebelión y la resistencia de un pueblo como el mapuche, con su territorio militarizado por cuerpos de élite especializados en contrainsurgencia, no sea legítimo ejercerlo por medio de las armas como forma de defensa. Eso lo que hace la CAM. Pero no solo.

La CAM tiene el respaldo de las comunidades porque de ellas nació y en ellas cobra vida. La CAM mantiene procesos de recuperación territorial donde despliegan sus formas de vida comunitarias. Siembran, producen y recuperan espacios naturales por medio del trabajo comunitario y la espiritualidad mapuche. Sobre esta realidad no hablan los medios corporativos. Y cada vez menos los medios alternativos. En un entorno político donde predominan las redes de cooptación, el movimiento autonomista sufre una arremetida histórica dirigida por el gobierno de Boric. Ante esto espacios de la izquierda chilena e internacional que hace unos años apoyaron los movimientos de resistencia del Pueblo Mapuche, hoy miran para otro lado.

Las fotografías difundidas en el proceso de judicialización en contra de Héctor Llaitul no constituyen prueba alguna en materia penal, dado que las fotografías son manipulables. Llaitul acumula una larga trayectoria de coherencia y quehacer político, motivo por el cual se ha ganado un respeto nacional e internacional. Quienes difunden estas imágenes pretenden difamar y desvirtuar su figura para así descontextualizar la lucha del histórico referente mapuche y demonizar sus formas de resistencia. Se encuadra en la campaña que desde hace años desarrolla el Estado capitalista y colonial chileno contra su persona, en tanto cara visible y werken (vocero) de la organización autonomista. Campaña que ha encontrado terreno fértil con el actual gobierno de Gabriel Boric, afinando una maquinaria que combina la cooptación y la fuerza.

La estrategia es vieja y consiste en dividir y debilitar al movimiento, tanto en el apoyo externo como en los procesos internos mapuche. Por un lado opera la compra de voluntades y la negociación con sectores mapuche. Por otro, la criminalización y la difamación junto a continua represión militarizada.

Sin embargo, todavía encontramos mensajes llenos de dignidad. En estos días, leímos en las redes las palabras de Wangu Len, lamngen mapuche que puede seguirse en facebook en este enlace. Reproducimos a continuación sus palabras:

Para la mayoría de los que se dicen Mapuche, que romantizan la lucha del pueblo Mapuche, estas imágenes le dan la razón al estado chileno y se sacuden como si fuera tiña que un Mapuche pueda empuñar un arma para la defensa de su territorio.
Fotografías presentadas por el Ministerio Público en la audiencia de Héctor Llaitul
Los románticos Mapuche creen que frente a la invasión del territorio hace más de 140 años, cuando legalizaron la invasión, es necesario seguir conversando, parlamentando, haciendo llellipun, mientras nos tienen militarizados y ocupados con forestales y proyectos extractivistas.
Algunos aún más románticos creen que no importa que ocupen el territorio siempre y cuando nos paguen a cada Mapuche por masacrar nuestra madre.
Otros se conforman con un puesto en la política winka, otros usando las causas quieren armar partidos políticos Mapuche al estilo winka.
Otros quieren ser presidente mapuche.
Peor aún están los que comenzaron en las organizaciones Mapuche autonomistas y fácilmente cayeron en el negociado con las forestales, empresarios, latifundistas, etc.
Hoy es un tiempo que se escribirá igual en el futuro porque el futuro ya está escrito para el pueblo Mapuche y como ha sido acallado este füta malon de los últimos años.
Así como lo fue en otros tiempos, lo han hecho esta vez los winka; han estudiado al pueblo Mapuche y sus debilidades y su peor defecto es el egoísmo que han aprendido muy bien del winka, hoy cada uno cree que su forma es la correcta y que los demás están equivocados, de eso se vale winka político, creando enemigos internos, dando migajas para que se conformen, becas para que estudien y se callen, puestos en las empresas para que tengan trabajo y olviden que el alimento nace en la tierra.
Como diría en otro tiempo Llaitul cuando preguntó cuál sería la diferencia entre unos y otros, solo es la forma. NO HAY NEGOCIACION POSIBLE SI ESTÁ OCUPADO EL TERRITORIO.
Cuando se negocia se pierde y claro que será así, el estado chileno espera que en un momento seamos masa que no tiene identidad, que seamos folklore, que seamos elementos para el turismo. Y aunque estemos atravesados por la historia winka y sus jóvenes luchas, no podemos mezclarlas.
JAMÁS SEREMOS ESO PORQUE SOMOS SOBREVIVIENTES DE UNA GUERRA QUE AÚN DURA Y QUE MANTIENE TRAS LAS REJAS A TODO QUIEN HA LEVANTADO NO SOLO LA VOZ, SINO HA LEVANTADO EL NOMBRE DE LEFTRARU, KALLFURRIÑI, PELONTRARU, KALLFÜ LIKAN , JANEKEO FRESIA GUAKOLDA Y TANTOS OTROS.
AÚN ES TIEMPO DE REPENSAR, PORQUE LLEGARÁ EL TIEMPO QUE DESARMADOS Y HACIENDO LLELLIPUN Y PARLAMENTANDO NOS DEJARAN DEBILITADOS, CUANDO SIEMPRE EL MAPUCHE HA SIDO UN PUEBLO CON SU LENGUA, CREENCIA PROPIA , ORGANIZACIÓN DIFERENTE, EN TIEMPO DE GUERRA HA TENIDO TOQUI, TIENE WERKEN, TIENE KONA QUE SON JÓVENES, COMO TODO PUEBLO HA DEBIDO ENFRENTAR DE DIVERSOS MODOS AL PUEBLO INVASOR.
A NO OLVIDAR, CUANDO EN REPORTAJES MUCHOS SEUDO LONKO EN HABLA MAPUCHE SE DESMARCARON DE LLAITUL Y LA ORGANIZACIÓN QUE ENCABEZABA, LUEGO ESTARAN ARREPENTIDOS.
EN LOS PEORES MOMENTOS SE CONOCEN CÓMO SE SACAN TODOS LAS MASCARAS.
AÚN RECUERDO CÓMO ESTABAN TODOS REUNIDOS EN PIDENCO CUANDO FUE EL ELUWUN DEL WEICHAFE PABLO MARCHANT Y HOY ESTAN TODOS CON LA CABEZA ESCONDIDA Y A NADIE DE ESOS QUE DICEN LLAMARSE MAPUCHE Y SE VISTEN CON MAKUN Y TRARILONKO VEO LEVANTAR NI UNA FRASE DE RESPALDO A LA ORGANIZACIÓN A LA QUE MÁS TEME Y HA TENIDO DE CABEZA AL ESTADO CHILENO HASTA QUE UNA VEZ MÁS SE VE LA TRAICION DE LOS MISMOS QUE SE HAN BENEFICIADO DE LAS MIGAJAS DEL ENEMIGO...
Mientras, el estado chileno celebra encarcelando a muchos Mapuche y militarizando indefinidamente para que se instalen las empresas extractivistas de el tratado #TPP11 y unos políticos de un estado ilegal prestan un proyecto de ley para declarar inconstitucional a las ORT. ¡Que osadía no?
DESPIERTEN!!!!
NO BASTA SER MAPUCHE, DEBEMOS CONOCER NUESTRA HISTORIA PARA NO COMETER LOS MISMOS ERRORES!
Amulepe taiñ weichan
Marrichiweu
WEWAIÑ 
LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE
BASTA DE PERSECUCIÓN A EL MAPUCHE QUE BUSCA RECUPERAR SU TERRITORIO
NOSOTROS NO SOMOS CHILENOS, NOSOTROS SOMOS MAPUCHE.
Escribe Wangu Len