En los últimos años estamos viviendo un resurgir del pensamiento y de las acciones de la extrema derecha. Negacionismo de los crímenes del franquismo, profanación de lugares de la memoria, exaltación de la dictadura, defensa del fusilamiento masivo de opositores/as políticos y últimamente amenazas graves a dirigentes de partidos.
Y lo que es más grave, en muchas ocasiones con complicidades más que evidentes de personas vinculadas a aparatos del estado y de ciertos medios de comunicación, así como de representantes electos en parlamentos.
Para quienes conocemos bien lo que significó la larga noche del Franquismo, ninguno de estos hechos es un tema menor. Porque sabemos que en otras épocas históricas se empezó así, y banalizando dichas acciones solo se logró que después se llenara España de fosas comunes, de paredones de fusilamiento y de miles de personas en el exilio. Conviene recordar la historia para no repetirla.
España no tuvo su “Nuremberg” y quienes se acostaron franquistas y amanecieron demócratas mantuvieron incólumes sus posiciones de poder y sus fortunas asentadas en esquilmar a quienes perdimos la Guerra de España. De aquellos polvos, estos lodos. La amnesia colectiva del campo popular, que se nos dijo sería la base sobre la que asentar el régimen de libertades posterior a la muerte del Dictador, lejos de terminar con el virus fascista le ha permitido sobrevivir, aletargado, y ahora resurge de nuevo con la peligrosa compresión, incluso de personas que en sus familias sufrieron el dolor de la represión y la violación de los derechos humanos durante aquella ignominiosa etapa de nuestra historia.
Frente a ello, desde las entidades memorialistas y republicanas que suscribimos, levantamos la palabra de la indignación, de la rabia contenida, desde la memoria democrática, el compromiso republicano y la lucha antifascista, para decir ¡Nunca más!
No podemos permitir, y no permitiremos, que nadie trate de retrotraernos a los tiempos del Franquismo. No podemos permitir, y no permitiremos, más retrocesos en materia de libertades públicas, más recortes de derechos democráticos y más pérdida de bienestar social para la mayoría social.
Las entidades que suscribimos somos una pequeña parte del movimiento popular y democrático, pero avalan nuestras posiciones nuestro compromiso de largos años de trabajo para acabar con la impunidad de los crímenes franquistas, que es también una forma de evitar que vuelvan a producirse crímenes análogos. Vivimos momentos donde se esta debatiendo una Ley de Memoria Democrática a nivel del Estado, y es una buena oportunidad para que la misma sea un instrumento normativo capaz de ayudar a educar a nuestras nuevas generaciones en valores cívicos democráticos y que levante un muro de contención a los intentos involucionistas de los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad. Necesitamos una ley que responda a los valores de ¡verdad, justicia y reparación, con garantías de no repetición!, que equipare en derechos a las víctimas del Franquismo, con las víctimas del terrorismo, porque no hubo en España organización terrorista mas perniciosa que el régimen de Franco.
Es la hora de levantar la voz, en nombre de la memoria democrática y antifascista, para no lamentar mañana lo que no evitamos hoy. Por ello exigimos contundencia política y judicial contra quienes lanzan mensajes de odio racista y xenófobo, para quienes amenazan y agreden a personas por ejercer sus derechos. Exigimos “cordón sanitario” real a quienes pretenden, banalizando el Franquismo, volvernos a un pasado que no debemos repetir. Exigimos profundizar en la democracia, en las libertades reales, porque solo con más democracia y más libertad, con más igualdad y más justicia social, podremos construir en un mundo fraterno, que es el que precisamente odian quienes ahora intentan hacernos creer que en la lucha del último contra el penúltimo está nuestra salvación.
FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR)
LA COMUNA D´ASTURIES- RED CEAQUA
ATENEO OBRERO DE GIJON
ATENEO REPUBLICANO DE ASTURIAS.