Recogiendo el sentir de activistas, colectivos y expresiones organizativas territoriales, los abajo firmantes acordamos impulsar unitariamente una actividad y campaña por el ‘sí’, en el plebiscito del próximo 2 de octubre. El anuncio del «Acuerdo final» entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, abre la posibilidad de cerrar un ciclo de guerra […]
Recogiendo el sentir de activistas, colectivos y expresiones organizativas territoriales, los abajo firmantes acordamos impulsar unitariamente una actividad y campaña por el ‘sí’, en el plebiscito del próximo 2 de octubre.
El anuncio del «Acuerdo final» entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, abre la posibilidad de cerrar un ciclo de guerra que suma ya 52 años. Sin embargo, sabemos que para hablar de una terminación del conflicto armado aún falta que avance el proceso de negociación con el Ejército de Liberación Nacional y haya escenarios de reconocimiento y diálogo con el Ejército Popular de Liberación. ¡Aún falta camino para construir la paz!
En efecto, sin la suficiente participación de la sociedad y de la voz que guardan los siempre excluidos, quedan varios interrogantes con respecto a la voluntad para cumplir los acuerdos por parte de la clase política tradicional, del sector financiero, de los terratenientes y de los poderes económicos locales e internacionales.
No obstante, los acuerdos entre el gobierno y las FARC-EP, si bien no recogen la agenda de paz que viene impulsando el movimiento social, contienen iniciativas frente a los derechos de las víctimas y la sociedad al esclarecimiento de la verdad, la justicia y reparación; la problemática agraria y el acceso a la tierra; los cultivos de uso ilícito; y las garantías para la participación política. Estos aspectos, puestos en el debate público, abren una posibilidad a las luchas del pueblo para transformar su empeño por el buen vivir, la autonomía y la democratización de la sociedad.
Dentro de la nueva situación política, la campaña del plebiscito genera controversia y muchas posiciones enfrentadas. De una parte, nos encontramos quienes promovemos el ‘sí’, con diferencia de la postura oficial, que legitima la gestión del presidente Santos, y la de los movimientos que buscamos transformaciones estructurales de la sociedad colombiana.
De otro lado, están quienes activan el ‘no’, ya sea desde la orilla guerrerista del uribismo, o desde una franja popular que no confía en pactos con los gobernantes de siempre o de quienes cargan resentimiento, ante los errores y equivocaciones de la insurgencia.
Por último, quienes impulsan la abstención activa o la anulación del voto invocando una asamblea nacional constituyente y, de otro lado, amplios sectores de la población que no suelen votar o son apáticos a la actividad política. Estamos ante un panorama difícil.
Aunque el ‘sí’ no está a pedir de boca, hemos acordado impulsar nuestra actividad y campaña bajo las siguientes consideraciones:
Nos distanciamos radicalmente del proyecto político y económico del gobierno de Juan Manuel Santos. Nos oponemos a su modelo extractivista y de especulación financiera porque profundiza la desigualdad, la sobreexplotación, y afecta social y ambientalmente la vida en su conjunto, en beneficio de los grandes monopolios nacionales y extranjeros.
Si bien es cierto que cesan oficialmente las hostilidades entre el Estado y las FARC-EP y que el número de víctimas ha disminuido, preocupa que no está cercano el fin de las acciones criminales de los grupos paramilitares ni de sus cómplices en el Estado, estructuras mafiosas que ejercen control territorial con sus códigos de la infamia. Asimismo, están por verse las verdaderas garantías a las libertades de expresión, organización, protesta social y oposición.
Es fundamental reiterar que las iniciativas, sueños y proyectos por los que millones han luchado en Colombia, todavía son expresión del conflicto social como parte de las agendas populares de reivindicación política. En consecuencia, seguiremos luchando para transformar las condiciones de vida de los territorios urbanos y rurales en armonía con la naturaleza, abriendo el debate político sobre el modelo de desarrollo, la distribución de los bienes comunes y la equidad.
En estos momentos, la energía, capacidad y creatividad popular, deben fortalecer la organización social y política, sus acumulados territoriales y sus aprendizajes. Nuestro compromiso es el de fortalecer proyectos comunes que forjen alternativas de poder popular. Contamos con la capacidad, la convicción y la fortaleza para construir un nuevo país, desde la participación plural, diversa y equitativa de mujeres, grupos étnicos, jóvenes, trabajadoras, pobladores urbanos, entre otros.
¡Otra democracia es posible!
Firmantes:
Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia – Comosoc
Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo – Modep
Equipo Desde Abajo
Grupo Derecho y Política Ambiental Universidad Nacional de Colombia
La Red de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribes y de la Diáspora, capítulo Colombia
Colectivo Popular Música y Resistencia
Corporación Colectivo de DDHH Tierra de Todos
Red Rojo y Violeta
Escuela Popular Akana Warmi Qhispicay
Colectivo Rebeldía Diversa
Nuevos Maestros por la Educación
Asociación Comunitaria Nueva Esperanza
Federación Universitaria Nacional FUN – Comisiones
Huellas Africanas
Corporación Arazá por la Justicia Social y Ambiental
Red de Mujeres del Caribe Colombiano
Sindicato de Trabajadores de Uniminuto – Sintrauniminuto
Asociación de Jóvenes Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Informal – Asoinformal
Corporación Claretiana Norman Pérez Bello
Asociación Innovadora Tubérculos Andinos Boyacá – Aitab
Comisión Claretiana de justicia, Paz e Integridad de la Creación Colombia Ecuador.
Corporación por el Desarrollo, La paz y la Protección Ambiental – Codepam
Grupo Ecuménico de Mujeres Constructoras de Paz – Gempaz
Revista Viento del Sur
Amautas: Pedagogía crítica y formación de sujetos. Grupo de investigación Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Asociación de Docentes y Trabajadores de la Educación de Sucre – Asodes
Fundación para la Comunicación y el Desarrollo Social – Fedesol
Asociación de Mujeres Rurales de Coloso – Amucol
Católicas por el Derecho a Decidir – Colombia
Grupo Guillermo Fergusson
Asociación Ambiental Por la Vida de Boyacá
Colectivo Suamena, Boyacá
Unión Sindical de Trabajadoras de los Hogares de Bienestar -Ustrahbin de Córdoba.
Organización de mujeres del Suroriente de Montería
Organización de Mujeres «olla comunitaria» de Montería
Corporación de Mujeres Cordobesas
Organización Juvenil Rastros
Asociación por la Defensa de los Derechos de los Hijos del Pueblo – Addhip
Asociación por la Dignidad y los Derechos Agrarios – Digniagrarios
Asociación para el Desarrollo Ambiental y Sostenible de Coloso – Asodesco
Asociación de Productores de Avanzada por el Desarrollo Agropecuario – Asoprovandes
Asociación de Campesinos Sin Tierra de Sincelejo (Sucre) – Acatiss
Centro de Formación y Empoderamiento de la Mujer – Ambulua
Comités de Obreros y Trabajadores Ignacio Torres Giraldo
Corporación Escuela Ignacio Torres Giraldo
Generación Terranova
Iglesia Apostólica Guadalupana
Corporación de Derechos Humanos Guasimí – Nariño
Colectivo de Expresión Kiriux
Asociación de Consejos Comunitarios y Organizaciones Étnico Territoriales de Nariño – Asocoetnar
Asociación de Ovinocultores de Güicán – Güicaove
Asociación de cultivadores de frutales «La Morenita»
Asociación de Guardianes de La Sierra – Asogiasierra