Nosotros, Rosembert Ariza, Miguel Ángel Beltrán, Nubia Ruiz, docentes adscritos al departamento de Sociología de la Universidad Nacional, y Renán Vega, docente de la Universidad Pedagógica Nacional, evidenciamos los hechos que nos hacen denunciar que estaríamos siendo víctimas de un posible montaje judicial, que cuenta con acciones previas de hostigamiento y persecución tanto a nosotros […]
Nosotros, Rosembert Ariza, Miguel Ángel Beltrán, Nubia Ruiz, docentes adscritos al departamento de Sociología de la Universidad Nacional, y Renán Vega, docente de la Universidad Pedagógica Nacional, evidenciamos los hechos que nos hacen denunciar que estaríamos siendo víctimas de un posible montaje judicial, que cuenta con acciones previas de hostigamiento y persecución tanto a nosotros como a nuestras familias.
El pasado 27 de enero de 2020 llegó a la oficina del profesor Rosembert Ariza (ubicada en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá) un paquete sellado, en el que se remitía un escrito de 21 páginas, con el emblema del Movimiento Revolucionario del Pueblo [MRP] y firmado por Remedios La Bella, militante del MRP.
Al final del mismo aparecen nuestros nombres y junto a cada uno de estos el correo de contacto remedioslabellamov @ outlookcom. Es obvio que quienes elaboraron ese texto y lo hicieron llegar al profesor Ariza pretenden hacerlo pasar como si nosotros fuéramos sus redactores y, en consecuencia, ideólogos y militantes del citado MRP.
Declaramos en forma enfática que nosotros no hemos escrito tal documento y no formamos parte ni de esa ni de organización clandestina alguna. El hecho que se nos haga figurar como autores de ese panfleto corresponde a un montaje, inscrito en el marco de la persecución al pensamiento crítico contra personas que adelantamos una labor de docencia e investigación independiente en el seno de las universidades públicas, y, al mismo tiempo, somos coparticipes en la movilización social que se adelanta en las universidades y en diversos espacios de la sociedad colombiana.
Como resultado de esa labor de acompañamiento de diversos procesos sociales hemos, participado en grupos de solidaridad con prisioneros políticos (hombres y mujeres), algunos de los cuales han sido nuestros alumnos, y quienes tienen como característica similar la de soportar montajes judiciales. Aún más, uno de nosotros, Miguel Ángel Beltrán Villegas, fue secuestrado y torturado en México, y tras su expulsión ilegal a Colombia, encarcelado y destituido de la Universidad Nacional de Colombia, como resultado de un montaje judicial, que se fraguó durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y se prolongó durante varios años.
El documento señalado es resultado de una burda patraña: ¿a quién le cabe en la cabeza que en una plataforma político-militar de una organización clandestina aparezcan los nombres propios de profesores universitarios que tienen una vida pública, de los cuales se sabe dónde trabajan, dónde viven y qué hacen?. Lo lógico es que un documento de esta índole no tenga firmantes o quienes lo firman lo hagan con seudónimo o con nombre propio si estuvieran en la clandestinidad. Pero como en estos casos no importa ni la lógica ni la racionalidad, sino el daño que la mentira y la infamia produzcan, es evidente que aunque no se sepa quién ha elaborado este montaje, lo que sí queda claro es su carácter malintencionado, porque se busca enlodar nuestros nombres, convertirnos en objeto de persecución, silenciarnos, generar cizaña en los espacios en los que se desenvuelve nuestra actividad, desprestigiar nuestra labor docente e investigativa y responsabilizarnos de antemano sobre acontecimientos que se le atribuyan al mencionado grupo clandestino.
Teniendo en cuenta recientes casos de judicializaciones infundadas o «falsos positivos judiciales» en nuestro país, adelantados contra estudiantes y profesores (que han sido privados
de su libertad, judicializados y sometidos a una especie de linchamiento mediático), denunciamos lo que acaba de ocurrir, que bien puede ser el eslabón inicial de una tenebrosa cadena de señalamientos e inculpaciones, propias de esta modalidad de persecución política en Colombia.
Hacemos pública esta denuncia, porque el silencio no es la mejor opción para enfrentar este tipo de montajes y porque, teniendo en cuenta la irresponsabilidad de ciertos medios de comunicación, nos queremos anticipar a la presentación pública del montaje como una gran chiva informativa en la que se dé a conocer el documento de marras, se nos endilgue su autoría y, como derivación, lluevan sobre nosotros señalamientos y acusaciones como supuestos militantes e ideólogos de un movimiento armado clandestino. Este tipo de señalamiento genera graves consecuencias personales y familiares y por eso es necesario enfrentarlo con decoro y dignidad.
Bogotá, 14 de febrero de 2020
Firman:
Renán Vega Cantor, Docente Universidad Pedagógica Nacional
Miguel Ángel Beltrán Villegas, Docente Universidad Nacional de Colombia
Rosembert Ariza Santamaría, Docente Universidad Nacional de Colombia
Nubia Ruiz Ruiz, Docente Universidad Nacional de Colombia
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