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En medio de la madriguera del Capital (eternamente) moribundo

Fuentes: Rebelión

El protofascismo crece por doquier. El Capital tiene que garantizar su reproducción ampliada y clama por la destrucción de anónimas vidas, para ajustar la economía de Monopoly de todos los años de alegre consumo a la economía real de siempre: la de de callos, polvo y lumbago. El centro de sistema se desplaza y los […]

El protofascismo crece por doquier. El Capital tiene que garantizar su reproducción ampliada y clama por la destrucción de anónimas vidas, para ajustar la economía de Monopoly de todos los años de alegre consumo a la economía real de siempre: la de de callos, polvo y lumbago. El centro de sistema se desplaza y los papeles del teatro capitalista se redistribuyen tiznando las pieles claras y destiñendo, no sin sobresaltos, las oscuras. Mientras tanto, un Planeta cada vez más enfermo (para nosotrxs) agoniza sin respetar aduanas ni certificados de residencia… Por su parte, la Izquierda Anticapitalista, a penas balbuceante, regocijante en su propia incapacidad estructural para romper esquemas, crónicamente impotente entre el largo trecho que separa sus palabras y sus actos, sectaria en su podredumbre creativa y esqueléticamente magra en su capacidad de confiar en todxs aquellxs que llama compañerxs, da palos de ciego preocupada por salvar los pocos muebles que le quedan y no perderse el cigarrillo de después de. Siempre después, el sudor ajeno puede esperar. El humo cancerígeno de la nicotina se sabe ortodoxo y elitista, de vanguardia de salón, entremezclado con polvo añejo de castigados manuales soviéticos. En esos mismos momentos, una parte del pueblo honesto sale a la calle, se juega el propio pellejo, pero la Izquierda (o lo que queda de ella) no hizo los deberes y son muchos menos los que salen que los muchos que debieran ser por tanto. Tiempos malos para la lírica… ¿Qué decir? Por supuesto, faltaría más: camaradas, las condiciones objetivas no estaban dadas debido a… compañeros, hemos negociado lo posible para frenar el avance de la derecha…ciudadanos, los recortes serán dolorosos pero la nación nos pide sacrificios que…

Mientras tanto las máscaras de las democracias saltan a pedazos, con tal ímpetu, que incluso algunos actores y actrices de prestigio, como jueces, cirujanos e ingenieros, se espantan al cerciorarse que el suelo que hasta ahora pisaban era de juguete y las paredes sobre las que se creían protegidos, sólo decorados de cartón-piedra. Extraídos del mundo del cine B.

A una parte importante de la población mundial le esperan años terroríficos. Así de claro. Nada nuevo en la historia del capitalismo, llena de barro y sangre a raudales. La diferencia es que ahora lxs víctimas no serán ellxs, seremos nosotrxs. Ese nosotrxs que no pocos no fueron y ese ellxs que mayoritariamente tampoco.

Suena el despertador y a nadie le gusta la idea, lógicamente. Para algunos llegó la hora de intentar ser mujeres y hombres de dignidad. Pero no se preocupe que la Historia siempre guarda no pocas páginas en blanco para aquellxs que prefieren seguir siendo niñxs, pasando el tiempo con juegos de infantes consentidos, apuntándose directamente a la sien con armas que no abarcan sus temblorosas manos, a punto de explotar… como lo harán sus cuerpos de retoños con nombre, pero sin conciencia, esparcidos por las antiguas calles abandonadas a la impotencia de los anhelos colectivos denigrados, humillados, marginados, descuartizados, barridos, olvidados.

-¡Sancho, por Dios, querido Sancho, escuche!, ¡Que ya hace días no veo molinos de viento! Deje de jugar con el consolador a pilas pues ya la gran mayoría advirtió que con lo que usted andaba de menesteres no era ni bella ni doncella. -Entiendo querido Señor, pero con su permiso y su alta sapiencia le pido deje de tratarme como escudero, o de un certero golpe le aseguro le estropearé su hidalgo bigote caballeresco. Pues si bien acierta al afirmar que lo que tengo entre las piernas no es la hermana bastarda y picaresca de su amada Dulcinea, no olvide por el sagrado amor al Altísimo que al menos tiene forma de muñeca. Y al fin y al cabo recuerde que no moramos más en la Castilla vieja sino en el bazar chino de la esquina y el shopping de las afueras.- Le dijo el borracho, obrero y desempleado, en la esquina del bar, al nuevo billete de 100 pesetas que el gobierno había estrenado con el perfil del Quijote diseñado por un tal Barceló. Papel homologado que en el suelo se hallaba ligeramente arrugado, esperando sediento el dulce beso de un sorprendentemente extenso charco de orina.

Y los molinos de viento segaron el aroma de ilusiones y los hombres y mujeres apenadxs, en lugar de plantar nuevas semillas de donde nacieran nuevas flores, prefirieron dejar de respirar, poco a poco, sin grandes sobresaltos. Al fin y al acabo, haber hecho lo contrario hubiera sido imposible, o por lo menos mucho más difícil. Mejor era esperar con cierta, pero sobrellevable angustia, la obstrucción de todos los orificios corporales. O mejor aún, para los que se la pudieran pagar, conseguir la suave y novedosa inyección letal anunciada en las noticias del Messenger. Aquella que todos los muertos consultados aseguraban, no sólo no dolía, sino que dejaba una bonita y reluciente sonrisa, a prueba de gusanos, y heces.

Another chance? 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3…

*Jon Juanma es el pseudónimo de Jon E. Illescas Martínez.

Artículo finalizado el 3 de agosto de 2011.

Correo: [email protected]

Blog: http://jonjuanma.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.